GUAU [TaeKook] •Omegaverse• (PAUSADA)

Seis🐾

Al estacionar en el portero, bajé la ventanilla y miré al hombre con una sonrisa.

-Namjoon hyung, ¿cómo estás?

-Buenas tardes, joven Kim. He estado bien, espero que usted haya estado bien en el colegio.- me respondió con una sonrisa con hoyuelos.- no querrá hacer enojar a la fiera, ¿no?

-No, la verdad no.- bufé rodando los ojos, lo que logró que se riera de mí.- hablando de mi madre, ¿sabes si ella está en casa? No deseo cruzarmela, ya sabes.

-Lo sé, joven Kim.- rodé los ojos por eso, siempre le repetía que me llamara por mi nombre, porque lo de ser formales no iba conmigo pero me ignoraba completamente.- su madre recién llega del set, seguro está durmiendo, no creo que se tenga que preocupar por ella.

Asentí recordando que ella había estado trabajando desde la mañana y ya era casi de noche.

-Gracias, Nam. Si quieres pasar a cenar más tarde con nosotros, estarías totalmente invitado de mi parte.

-Me halaga, joven Kim, pero no es como que su madre se pondría muy feliz con el portero compartiendo su misma mesa.- suspiré, sabiendo que tenía razón.

Mi madre era la típica señora adinerada y arrogante que no soportaría sentarse con la "gentuza", como ella le gustaba llamarle a la gente con al menos un poco menos de dinero.

-Bien, te veré mañana entonces. Descansa, Nam.- subí la ventanilla del auto y manejé los metros de gravilla que me separaban del garaje donde se encontraban los lujosos autos de mis padres y mi hermano.

Bajé del auto y tomé al cachorro en mis brazos.

-Hey, bebé, ya extrañaba tenerte en mis brazos.- besé su hocico riendo al verlo arrugarse.

-¡Jin hyung! ¿Está en casa?.- llamé a mi hermano mayor al entrar en la casa.

-Aquí estoy, no grites que despertaras a mamá.- dijo con el ceño fruncido al bajar las escaleras.- ¿Qué es lo que tienes?

-Se llama Kook, y te necesito para ayudarme a mantenerlo oculto de mamá.- puchereé pero sabía que había ganado la batalla al verlo con esa mirada de lastima al ver a Kook todo lastimado.

-Se ve como que no lo cuidaron nada bien.- intentó acariciarlo pero como siempre el cachorro volvió a sollozar.

Me aparté rápido antes de que hiciera más escandalo y levantara a todo el vecindario.

-No deja que nadie lo toque, solo yo, hasta ahora al menos.- lo acaricié para calmarlo.- ¿Me harías un favor?

Lo miré con ojos de perrito y este se cruzó de brazos mirándome inexpresivo.

-¿Qué quieres? No abuses de mi, Taehyung, encima de que mantendré tu secreto.- bufó.

-Necesito que alguien me traiga las cosas que compré para él en la veterinaria.- respondí ignorando su reproche.- Y no puedo pedirle a los sirvientes ya que seguro le dicen a mamá.

-¿Y por qué no lo haces té?

-Porque té eres un lindo hermano y no me hará despegarme de mi cachorro. ¿Verdad?

Levantó una ceja al escuchar la palabra "mi".

-Bien. Lo haré.- sonrió leve y celebré besando su mejilla antes de separarme y correr escaleras arriba directo a mi habitación.

[...]

-Te daré un baño porque no hueles precisamente a rosas.- bromeé riendo completamente solo, al entrar al cuarto de baño y prender el agua de la bañera.

Escuché a Seokjin entrando en la habitación y dejando las cosas en mi cama.

-¡Luego tendrás que devolverme el favor, idiota!.- gritó por encima del ruido del agua cayendo.

-¡Lo sé, te amo, Jinnie!.- reí y lo escuché cerrar la puerta al irse.

Corrí hacia la cama y busqué entre las bolsas el shampoo que me había dado la señora.

-Bien, nunca he bañado a un perro y menos a uno tan sucio. De hecho, nunca he lavado un plato.- reí pensando.- pero no creo que sea tan complicado.

Y no lo fue, para mi sorpresa.

Lo dejé en el agua tibia y tiré su manta con mi ropa en el cesto para lavar. Tomé el shampoo y se lo esparcí por su lomo comenzando a mezclarlo con el agua para hacer burbujas.

El cachorro parecía disfrutarlo hasta que toqué un punto en su espalda que se veía muy lastimado. Lloriqueó unos segundos y cuando miré mi mano la espuma tenia un color rojo.

-Mierda, eso no lo esperaba.- con un poco de pánico, lo enjuagué y no metí en una toalla antes de dejarlo en mi cama y secarlo con la secadora de cabello, lo que lo volvió a tranquilizar.

-No sé bien por donde empezar.- miré los productos desparramados en mi cama y el cachorro en mi regazo.

Tomé el collar y se lo puse al notar que no tenía ninguna lastimadura grave en el cuello, aun así lo deje bastante suelto.

Luego tomé el desinfectante y se lo pasé por las heridas por mucho que llorara. Me dolía verlo sufrir pero valdría la pena luego.

-Ya, ya cachorro, todo estará bien. Lo prometo, ¿sí?

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