GUAU [TaeKook] •Omegaverse• (PAUSADA)

Diecisiete🐾

Luego de haber pasado todas mis clases sin más contratiempos, a la hora del almuerzo nos fuimos con Jungkook a caminar por el campus para pasar el tiempo, yo de verdad no quería volver a mi casa por ahora.

Jungkook estaba extraño, se mantenía en silencio y no dejaba de esbozar raras muecas en sus finos labios.

No me gustaba verlo así, me inquietaba.

-¿Jungkook?.- paré de caminar esperando que parara pero siguió caminando sin darse cuenta de que ya no lo acompañaba.- ¡Jungkook!

Grité despabilandolo. Parecía perdido, como si no supiera en qué momento había llegado allí.

-¿S-sí, Hyung?

-¿Qué te pasa, pequeño? Estás distraído, ¿te sientes mal?

-N-no.- murmuró cabizbajo.

-No me mientas, Jungkook.- me acerqué a él y levanté su mentón para que me mirara.

-Hyung...

-Dime qué sucede.- demandé serio.

-Mi primer beso.

-¿Qué? ¿Qué quieres decir?.- no entendía.

-Usted me dio mi p-primer beso.

-Oh...- ya entendía. Estaba decepcionado.-  ¿no te gustó que haya sido yo tu primer beso, verdad?

-¡No! No, claro que no es eso.- se apuró en aclarar pero rápidamente volvió a su actitud tristona.

-¿Entonces qué es?.- me estaba comenzando a desesperar.

-No se enoje, ¿sí? Pero no me gustó que haya sido para marcar territorio.- sus ojos se volvieron cristalinos. Mierda y más mierda. No quería verlo llorar y menos si era mi culpa.- me sentí como un objeto, Hyung.

Vaya, si lo poníamos así, sí había sido un completo idiota. Pero esa no había sido mi intención en ningún momento.

El menor respiró hondo y cerró sus húmedos párpados ocultando sus ojos irritados.

-Lo siento mucho, Kookie. Sabes que no fue con esa intención ¿no?.- Jungkook soltó un sollozo cuando lo apreté contra mi pecho abrazándolo.

Él se mantuvo en silencio por un tiempo por lo que decidí volver a hablar.

-Sí, me sentí celoso por la atención que esa chica tenía sobre ti y tal vez no fue la mejor manera pero me dio coraje para hacer lo que quería hacer desde que te vi.- besé su cabello y sentí como con timidez abrazaba mi cintura escondiendo su nariz en mi cuello. Sabía que mi olor lo tranquilizaría.

-¿S-soy un objeto, Hyung?

-No, claro que no, joder. Eres mucho más, no vuelvas a preguntar algo así, Jungkookie.- regañé amorosamente.

-Él decía que sí.- murmuró tan bajo que no lo escuché con total claridad.

-¿Qué dices?

-Nada... ¿Podemos volver a casa, ya?

-Está bien.- asentí nada convencido. Luego volvería a preguntar sobre el tema.

[...]

Al llegar a mi casa no había nadie. Bueno, estaban las de aseo pero nunca molestaban. Solían pulular por la casa en silencio.

-No hay nadie, creo. Ni siquiera vi a Nam en el portón.- dejé mis zapatos en el escalón de la puerta y me quedé descalzo.