La fiesta de bienvenida (parte 1)

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Eran alrededor de las 22:00 hrs. Una chica se paseaba por la entrada del recinto donde se llevaría a cabo la fiesta de bienvenida a los nuevos alumnos de la universidad KC.

- ¡pero cómo es posible que Flamin tarde tanto! - refunfuñaba una pelinegra caminando de lado a lado sin dejar de teclear en su móvil "la matare", pensó.
Estaba tan ensimismada en su asunto que no noto a una chica que se disponía a entrar a la fiesta y ella por pasearse con ira y concentrada en su teléfono celular no la vio y casi tira al suelo.

Cierta pelirrosa sentía inseguridad al entrar a un lugar donde apenas conocía a unas cuantas personas, con lentitud intento entrar pero justo en ese instante fue empujada y cayó al suelo totalmente perdida.
-¡Auch! - se quejó afirmándose en el suelo.
Marceline se percató de que había chocado con algo, más bien con alguien, al sentir el quejido miró el suelo encontrándose con algo que la dejo boquiabierta, ¡una mujer preciosa! una tez pálida, un cabello rosa claro, vestida realmente magnifica, analizo cada detalle de su belleza, ¿era un sueño? sacudió la cabeza para alejar el embobamiento, la chica la quedó mirando, "¿qué? ¿Acaso deseaba una disculpa?" Claro que debía hacerlo, pero como en muchas ocasiones salió a flote su mal carácter.
- ¿qué me ves? deberías fijarte más, ¡fresita! - "¿en serio dije eso? soy un pedazo de imbécil" Luego de haber soltado eso se alejó. reprendiéndose por haber sido tan idiota, deseando más que llegara su amiga pronto.
Aquella pelirrosa se levantó con lentitud y se revisó por si se había ensuciado.
-vaya... lo que una se encuentra por aquí... -comento algo molesta para sí misma.

Un poco más tarde al fin llegó aquella Chica que la pelinegra esperaba.

- ¡lamento la tardanza!- gritaba una pelirroja casi corriendo a unos metros antes de llegar junto a Marceline.

-rayos... ¡porque demonios no me contestabas! estuve a punto de irme - decía molesta, en realidad ya no por la tardanza de su amiga, no podía dejar de pensar en la preciosa chica de antes y al recordar la estupidez que le dicho se enfureció y se descargaba con la recién llegada.

- vamos, entremos... por cierto, al parecer no terminaste vestirte - dijo haciendo alusión a lo excesivamente provocativa que lucía Flamin, polera escotada y minifalda más tacones... no es que fuera novedad verla así, solo que Flamin estaba siendo víctima de su mal humor.

Aquella pelirrosa sola se adentró en la fiesta, Jake, su amigo le había dicho que él y unos chicos más se encontraban en la parte trasera del lugar, así que su objetivo era llegar viva hasta el otro lado, pero se encontraba constantemente con adolescentes borrachos que no la dejaban pasar, o vasos que amenazaban con manchar su vestido nuevo.

En medio de la pista el ambiente era realmente entusiasta.
- ¡qué buena esta la música! - casi gritaba Marceline debido a lo alto de esta.
-claro que sí, ¿vamos a bailar? - casi al mismo volumen solo que ligeramente más agudo por su tono de voz, le invito Flamin.
-No, quiero ir a beber- dejo sola a su acompañante y se dirigió a la barra, pero ante sus ojos había una escena que le llamo la atención, dos chicos ebrios impidiéndole el paso a la misma hermosa chica que ocupada su mente desde hace un rato.
- apártense que me estorban - le dijo a ese par captando la atención del entorno - ¿Qué? ¿No oyen?
Los chicos hicieron el ímpetu de acercarse pero Marceline los tomo a ambos con cada mano de los cuellos de sus camisas y los arrojó al suelo, no fue tarea difícil debido al estado de los dos.
- ¡lárguense!
Estos como pudieron se pusieron de pie y se alejaron maldiciendo hacia la chica, luego esta solo se enfocó en mirar a la pelirrosa y se quedaron viendo a los ojos.
La recién rescatada no sabía qué hacer y Marceline no le quitaba esa mirada felina de encima, cuando volvió en si se apartó rápidamente para pasar de largo, no deseaba tener problemas con alguien que lucía tan problemática y había llamado la atención de casi todo el entorno.

"necesito saber su nombre" fue el primer pensamiento de la azabache luego de ese momento.
Marceline tratando de olvidar el tema terminó de acercarse a la barra y sin importar la demás gente que esperaba se hizo notar.
- ¡hey, barman! ¡un Vodka con energética, 70/30! - su voz se denotaba autoritaria, lo que intimidó al joven barman y le atendió de inmediato, recibió su trago y le dio un largo sorbo.
- ¿ya quieres bailar? – apareció de pronto Flamin.
- ¿por qué no fastidias a alguien más? - estaba demasiado metida en sus pensamientos como para prestarle atención a la pelirroja.


La pelirrosa vio a Jake llevando algunos vasos así que con entusiasmo corrió a sus brazos y lo abrazo con cuidado, por fin tranquila y segura.

- Por fin te encuentro, me ha pasado de todo por tu culpa - golpeó levemente su brazo.

- Fue tu culpa, te tardaste demasiado, Finn y los demás me esperaban-¡Ven! tengo que presentarte gente - ordeno mientras caminaba - Y dime, ¿qué te ha pasado?
- Ehh- suspiro pesadamente- Primero que todo... - empezó a contarle todo lo sucedido en esos 15 minutos que había tardado en buscarlo, enfatizando en el hecho de que se había topado con aquella chica tan extraña- Y bueno, fue muy raro, puedes creer que los tiro al suelo a ambos, y...


Flamin se movía por todos lados revoloteando seduciendo chicos y chicas, siendo sociable y disfrutando de la fiesta.

- ¿Marce? ¿Marce eres tú? - un chico vestido completamente de negro al puro estilo dark, con el cabello gris peinado en una moica larga que caía por sus hombros la saludaba con una sonrisa.
-¿Ash?... ¡eres tú! ¡Pero qué gran sorpresa, ven acá!
¡era su amigo! su compañero de farra, le dio un amistoso y corto abrazo, seguía en la barra así que le indico al barman que le sirviera dos tragos más de los mismos.
Ash para ella era un amigo muy importante, en un momento en el que se vio rechazada por su familia, sola y sin rumbo él estuvo con ella, claro está, para nada en buenos pasos, pero esa es la única vida que conocía después de todo.
-pero que estupendo, encontrarme a la ex reina vampiresa - apodo dado por sus antiguos "amigos" debido a un periodo en el que se posiciono como líder de una especie de agrupación y además por su aspecto de belleza impactante, tez pálida y su larga cabellera azabache - a que quieres revivir una vieja costumbre... - le guiño un ojo y le enseño una pequeña bolsita con un polvillo blanco.
- ¿eres estúpido? no preguntes, solo vamos - y se encaminaron hacia un callejón que había al lado del local.

En otro lugar de aquel recinto Jake Conversaba con la pelirrosa.
- vaya que es agresiva esa chica, pero... ¿te ha hecho algo a ti?

- ¡No! - negó rotundamente - a mí no me hizo nada, aunque claro si que se ha portado grosera - recordo aquella mirada que le había dado y sintió un leve escalofrio – Bueno... y ¿a quiénes me vas a presentar?
Tenía muchas ganas de ver a Finn, hacia muchos meses que no lo veía y estaba deseando abrazarlo.

En el callejón dos jóvenes conversaban en un tono discreto escondidos en el abrigo de la oscuridad de la noche.

- maldición, hace bastante que no hacía esto, me ha picado hasta la garganta – dijo Marceline luego de haber inhalado una línea de cocaína.

-¡oh si! - antes de inhalar, olió superficialmente - es bastante pura- Ash inhaló de corrido dos líneas y se limpió los residuos de la nariz- ¡ahora sí que estaré prendido! -dijo eufórico - y además tengo esto - le mostro una caja metálica con porros, el menos parecía haber 10.

- ¡ooh mi héroe!- dijo a tono de broma.
Luego de recordar un par de anécdotas y ya sintiendo los efectos extasiadores de la droga ambos se dirigieron a la entrada, de vuelta a la fiesta.
-que hermosa estas- la detuvo Ash y posó una mano en su cintura.

-quita tu mano o te la rompo- lo miró con furia- sabes que no me van los chicos- esto último lo dijo con un deje de ternura, las drogas al parecer perturbaban un poco su estabilidad emocional.
- Lo sé, I'm sorry – se disculpó Ash y continuaron su retorno a la fiesta.


La chica de rosa al divisar a Finn se dirigió rápidamente hacia él, se abrazaron y de inmediato Finn comenzó con un bombardeo de cumplidos acerca de lo hermosa que lucía.
-"Finn siempre es muy simpático"- la pelirrosa tenía un cariño muy especial por el rubio.
Le presentaron a varias personas que serían compañeros de universidad, más no de facultad.

- Espérame aquí, voy a por algo de beber, ¿Quieres algo? - pregunto Jake a Bonnibel.
-Eh... una Coca-Cola estará bien - le sonrió y observo como él y Finn iban a la barra.

- ¡Hola! – se acercó a la pelirrosa una bella y animosa chica, y lo primero en lo que se fijo fue en su impresionantemente provocativo atuendo.
-Hola... – se sorprendió un poco por lo repentino del saludo.
-Me llamo Flamin, ¿Cuál es tu nombre?
- Bonnibel... - respondió algo cohibida.
Empezó a entablar conversación con ella, Flamin se mostraba como una chica muy amigable y confiada, algo egocéntrica pero agradable. Sin embargo de un momento a otro se largó con un chico y ella quedó sola, cerca solo habían personas de las cuales apenas conocía sus nombres.

Entrando a la zona de baile Marceline y Ash recorrían el lugar con la vista.

- ¿Con quién andas? -preguntó Ash observando alrededor, buscando a sus amigos y ahí vio a Flamin bailando con uno de ellos, al peligris le temblaban las piernas debido a la coca en su cuerpo, necesitaba moverse. Marceline miró en la misma dirección que Ash.

- pues adivina - le dijo entre risillas, al igual que el pelinegro con ligeros temblores por el cuerpo.

- esta putita... no cambia, ¿he? - dice negando cómicamente con su cabeza.
Ash conocía a la pelirroja debido al hermano de Flamin, el cual perteneció a la pandilla que lidero en algún momento Marceline, ella no era parte pero frecuentemente iba a darse vueltas para ligar o fastidiar a su mellizo, ahí fue donde conoció a la morena y sus razones para ir a esos sectores cambiaron al simple motivo de ir y acercarse a ella, le gustó, más nunca le resulto nada, pero al menos entablaron una amistad, algo peculiar, pero amistad al fin y al cabo.
Flamin al ver que Marceline estaba cerca corrió hacia ella lanzándose y casi derribándola en la acción, pero por tercera vez en la noche los ojos de la ex vampiresa se cruzaron con los de aquella chica... parecía que el destino estaba empeñándose bastante en reunirlas.
En cuanto la vio, Bonnibel bajo la vista, avergonzada de esa mirada que siempre le dedicaba, la estaba agobiando sentir sus ojos clavados en ella, así que rápidamente salió de ese círculo de gente y del radar de ella.
Marceline no pensó, solo actuó, no se dio cuenta de en qué momento alejo a Flamin y salió tras la pelirrosa.
- ¡Hey, espera! - se atrevió a gritar, estaba segura de que su "presa" la oyó, pero seguía huyendo.
Los demás quedaron impertérritos ante esa extraña escena, bueno, Ash era algo más astuto y no tardo en deducir, y para eliminar esa atmósfera decidió iniciar conversación.
- Flamin, ¿acaso no me vas a saludar?
- ¡Ash! ven acá - y abrazándolo empezó a incitarlo restregando sus senos en el pecho del peligris, cosa que a él no le molestaba para nada. Y como se da naturalmente empezaron a bailar eufórica y sexymente.
Ya todos los amigos de Ash agrupados, entre bailes se presentaron con Flamin (los que no la conocían claro, los demás la conocían más que bien) y explicaron por qué estaban en aquella fiesta si se supone que era solo para estudiantes nuevos o de continuidad de la universidad KC, y era simple, oyeron de la fiesta con bar abierto y solo se colaron.

No muy lejos ahí se encontraba Marceline a punto de alcanzar a la pelirrosa, la cual se estaba cansando de huir de ella así que agotada paro y se giró mostrando un ceño fruncido.
- ¿Qué quieres? - estaba algo nerviosa así que no le salió tan brusco como quería "dios... se ve algo molesta, por favor que no me haga daño" - pedía en su interior.
Marceline observo a la chica, tiritaba un poco, no podía tener frío, era recinto ambientado, fue ahí que pensó en que quizás le infundía miedo.
- ¡t-tu nombre! - no sabía bien que decir, lo primero que vino a su mente fue esa pregunta.
-¿Eh? - aquello sí que la tomo desprevenida, vacilo entre decírselo o salir corriendo, y al final se decidió por lo primero, por miedo a que la siguiera.
- Me llamo Bonnibel - y empezó a alejarse, dirigiéndose lejos de ella cruzo la puerta trasera.
"Bonnibel..."
La azabache no se atrevió a seguirla, algo le decía que no debía, pero de algo estaba segura, su atención estaría en ella todo lo que quedaba de la noche, al menos sabia su nombre. Luego solo se dirigió a la barra, quería beber, sentía esa necesidad, con una mirada basto para que el barman pusiera frente a ella el trago de vodka que ya había pedido dos veces anteriormente, uno y luego otro, dejo de contarlos luego del 4 o ¿tal vez era el 5?


En cuanto Bonnibel salió a tomar aire se quedó más tranquila, se quedó mirando la nada en aquel lugar. Cuando de pronto sonó su móvil, Jake le exigía saber dónde estaba en los mensajes de Whatsapp, no contesto, necesitaba un minuto para ella.


Marceline debía admitirlo... estaba un poco ebria, solo un poco.

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