Capítulo 02.

18.7K 1.2K 731
                                    

🏫🏫🏫

Capítulo dos – Rubio teñido cara de niña.

—¿Qué dice el alumno predilecto que ahora está en detención?— pregunta Dorian mientras me adentro a su espaciosa habitación, no sé cómo supo que era yo si ni siquiera se ha volteado a ver.

Dejo caer mi mochila en una esquina cualquiera de la desordenada habitación y observo al sujeto sentado sin cuidado en una silla en frente de su computadora, viendo esas extrañas caricaturas de las que nunca me gustaron, mas mi compañero parece amar secretamente.

Dorian Cooper, el rubio teñido cara de niña—como yo le llamo— que se ha vuelto mi amigo más cercano desde hace tres años, cuando entré nuevo en el instituto School Brunx. Lleva burlándose de mí desde que le conté que me ha tocado castigo treinta días en detención.

—No empieces por favor, mejor ve a buscarme comida— le ordeno, pero el me ignora deliberadamente hasta que continúo insistiendo lanzándole todos los lujosos almohadones que permanecen a una esquina de su cama enorme.

—Ve búscala tú y no me jodas.

—Pero es tu casa— replico.

—Pero tú ya no eres visita— contraataca.

Ruedo los ojos y recuerdo el porqué vine a su casa tras salir del instituto.

—¿Por qué no fuiste a clases, Dorian?

—Estoy enfermo— respondió sin voltear a verme.

—No me digas, te veo en perfecta salud viendo esos muñequitos extraños.

—Se llaman Anime, Flavio— me corrige y se dispone a observarme tras poner pausa a sus "Anime".

—Como sea— le resto importancia con una mano.

—Estoy enfermo de ánimos. Ya sabes, el nuevo virus que anda, cuídate no te vayas a enfermar al igual que yo.

—Estás perdiendo muchas clases, Dorian. Si tus padres se enteran te va a ir mal—entrecierro los ojos en su dirección para que sepa que hablo en serio.

—Para eso tengo a un amigo cerebrito— fanfarronea, arqueo una ceja.

—Pues este amigo cerebrito tiene hambre, y si no lo alimentas no te pasará los apuntes de historia.

—Bah' esos se los puedo pedir a Marcus, él de seguro los tiene.

—También dile que te explique los ejercicios que saldrán en el próximo examen de matemáticas— sugiero campante.

—¡Diablos! Eso ya es jugar sucio— lloriquea, pero se va a la cocina para prepararme algo rápido de comer.

Me incorporo y camino hasta el escritorio donde descansa el computador de Dorian y tomo asiento en la silla, minimizo la página donde pierde su tiempo viendo esos anime y abro unos cortos minutos mis redes sociales para responder unos cuantos mensajes ya que se me acabaron los datos en del cel, encuentro uno en especial que me hace sonreír de oreja a oreja. Es de Paty, una vieja amiga diciéndome que vuelve mañana a la ciudad y estudiará lo que resta de año escolar en el School Brunx, no me da más explicaciones porque supongo que lo hará cuando nos veamos. Le respondo y luego me dedico a abrir un documento en Word en el que debo redactar un ensayo.

Lamentablemente no tengo un ordenador en casa, mucho menos internet. Solo poseo un teléfono celular en el cual de vez en cuando le entro datos para poder comunicarme vía internet. Siempre que nos dejan trabajos complicados que requieren de tecnología me dirijo a la casa de Dorian o a la biblioteca de la escuela.

30 Días en detención ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora