38. Nupcias musicales

1.1K 108 43
                                    

A la mañana siguiente, tenemos el ensayo del concierto con los músicos, Miriam, Roi y Nil. Cuando llegamos a Luz de Gas bastante temprano, me sorprendo al ver la cola tan grande de gente que ya estaba esperando.

Pero... si apenas han salido algo más de cuatrocientas entradas a la venta...

Miro a Amaia, que me responde con una sonrisa. Claramente, no está pensando en lo mismo que yo, pero en la puerta ya hay tanta gente que es muy probable que hayan hecho noche aquí, y aun así puede que se queden sin entrar. ¿Qué es esto? Ahora no puedo sino alegrarme de la insistencia de Mario en que el concierto se retransmitiese por Facebook Live, y también en blindar algunas entradas en preventa para familiares y amigos, o claramente nos habríamos quedado sin ellas.

Los ensayos van muy bien desde el principio, bastante rodados, y tengo una sonrisa perenne en la cara: sabía que el día de mi cumpleaños iba a ser especial, lo que no imaginaba era que el día de antes también. Ver a Amaia sobre el escenario es increíble, como siempre. Se baja después de la última canción, aunque ha omitido Unidades de medida y Despertar deliberadamente, y tengo ganas de matarla. Aún no me he podido olvidar de la sorpresa que me tiene preparada.

Tiene que ver que una de esas canciones, ¿verdad, cuquita? Que a mí no me engañas...

Pero ella viene dando saltitos cual niña que vuelve de jugar.

-¿Se ha oído bien? –nos pregunta, y todos se lo confirmamos.

-Pues nada, creo que estamos preparados para esta noche, ¿no? –comenta Mario, frotándose las manos con satisfacción.

Entonces intercambiamos una mirada: en sus ojos veo admiración.

¿No te crees que esta loca idea esté saliendo adelante al final?

Pero yo endurezco mis facciones y le lanzo una mirada elocuente:

Acuérdate de que todo tiene que salir perfecto, Mario.

Desvío la mirada a Amaia, señalándosela discretamente, y Mario asiente. Roi ha estado siguiendo nuestro intercambio silencioso mientras Amaia concreta algunas cosas con Miriam, y entonces me cruzo también con sus ojos.

Y tú tampoco te vayas a olvidar, Roi, que si no te mato.

Mi amigo acaba riéndose al interpretar mi gesto serio, lo que hace que se relaje el ambiente. Se acerca a darme un abrazo.

-No podría estar más orgulloso de ti, tío. Por cierto, ¿sabes que hace ya varias horas que #ConciertoTPMV lleva siendo TT? –deja caer, hinchado de ilusión-. La que vas a liar, hermano.

La que vamos a liar, hermano... Esto no habría sido posible sin vosotros.

Le dirijo una mirada llena de emoción, con la que sigo mirando en derredor. ¿Acaso no somos lo que somos gracias a las personas que se cruzan en nuestro camino?

Volvemos a casa tras el ensayo para prepararnos. Amaia ha elegido un elegante vestido azul oscuro con cuello de barco que me quita el sentido. Se ha puesto ondas en el pelo, esta vez tipo años veinte. Mi traje de chaqueta combina en los colores con el de Amaia.

Siempre que City Of Stars está involucrado, Amaia, vamos de azul. ¿Por qué será? ¿Quizás porque nos fundimos con el firmamento, entre las estrellas?

Y la miro, consciente de que eso no podía ser más verdad. ¿Acaso no era ella mi estrella?

Pero Amaia sigue absorta tratando de arreglarme un poco el pelo y ponerme maquillaje, como tanto me gusta. Descubro sus ojos llenos de cariño, y comprendo que está pensando en la sorpresa que me va a dar esta noche con las versiones.

El camino a casaWhere stories live. Discover now