El camino a casa

Agradecimientos

Sinceramente, no me puedo creer que haya llegado este momento, cuando hace apenas dos meses esta idea ni siquiera se encontraba en mi cabeza. Por eso, antes de pasar a los agradecimientos, tan necesarios, quería compartir con vosotros la alegría que siento, no solo por haber llegado al final, sino por haber sido capaz de escribir esta historia. Porque en el fondo creía que nunca sería capaz de volver a escribir algo a la altura de Te presto mi voz. Pero me he quedado muy satisfecha con El camino a casa, y eso para mí significa mucho.

Y, dicho esto, volvamos a los importante. En primer lugar, una vez más, gracias a Alfred y Amaia, por seguir siendo tan inspiradores como para haber dado lugar no a una, sino a dos historias. Tratar de meterme en la piel de Alfred a unos niveles tan intensos no ha sido siempre fácil, pero aún más complejo ha sido tratar de expresar cómo ve él a Amaia a través de sus ojos, así como llegar a transmitir toda la fuerza de alguien como ellos dos. Pero son tan maravillosos, que nunca me alegraré lo suficiente de que se hayan cruzado en mi camino. E, igual que a Amaia y Alfred, vuelvo a repetir el agradecimiento a mi abuelo, que me sigue apoyando y siempre será un pilar básico en todo lo que escriba, porque ha estado ahí desde el principio y no sería lo que soy sin él.

En segundo lugar, tengo que darle las gracias a Adriana, que fue la que me planteó el reto en serio, por el cual me lancé a escribir esta historia. A pesar de que algunos me lo habíais dejado caer, ella fue la única que supo mover los hilos necesarios. Y aquí estamos, llegando al final de este camino.

Por otro lado, un GRACIAS muy especial va para todos los que habéis apostado por esta historia desde el principio y la habéis seguido, ya sea de forma pasiva o de forma activa. Tengo que decir que no he dejado de echar de menos a algunas personas que, por circunstancias, no han podido seguir la historia, pero que me consta que lo acabarán haciendo igualmente. También quería reservar un huequito especial a quienes la han comentado cada día, aunque a menudo no hubiera mucho que decir, porque ya sabemos lo que nos podemos esperar. Aprecio muchísimo vuestra implicación, de verdad: habéis hecho que la experiencia sea mucho mejor, otra vez (María, Emma, Zaida, Eva..., y tantas de las que no sé el nombre).

Pero sí tengo que dar las gracias en particular a Ro, porque sin tu apoyo El camino a casa no sería lo que es. Yo cuando entro en "modo escritor" soy bastante complicada, y tú no solo siempre estás, sino que sabes aportarme lo que necesito con total generosidad, y mira que no te lo pongo fácil.

Por lo demás, espero que nos sigamos encontrando en el camino, en otras historias y en otras novelas, porque lo mejor está siempre por llegar. No prometo nada sobre lo que pueda ocurrir en el futuro (bueno, sí, que en los próximos meses solo escribiré la tesis, menos mal que son solo meses), pero una cosa es segura: ¡nos seguiremos leyendo! Y, una vez más:

¡Muchas gracias por haber llegado al final de este camino!