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II

Cuando Taehyung nació, la cosa solo empeoró. Durante su primer año de vida, Hoseok lloraba incansablemente hasta que sus padres no tenían más remedio que llevarle a la casa de los Kim. Siempre sonreía de oreja a oreja cuando veía al bebé y siempre trataba de robarse al pequeño omega infructuosamente, alegando sus «bebé Tata mío», cada vez que lo atrapaban.

La señora Jung se agarraba de los pelos, escandalizada, cada vez que aquello sucedía, pero bastaba oír la risa de su amiga para saber lo mucho que le hacía gracia ver a un Hoseok de tres años tratando de escalar la cuna del pequeño Taehyung para robárselo.

—Deberías estar orgullosa de tu hijo—se burlaba la señora Kim—, tiene solo tres años y ya es muy perseverante.

—Los lobos me escuchen, espero que se le pase pronto la fijación que tiene con Taehyungie—rezongaba la mamá del pequeño alfa, de manera reprobadora.

Su amiga frunció el ceño, pero no tuvo corazón para decirle a la señora Jung que ella no creía que Hoseok fuera a querer alejarse de su hijo alguna vez. Porque Taehyung, a pesar de solo algunos meses de vida, se emocionaba cada vez que el pequeño alfa se le acercaba. Incluso, la señora Kim más de alguna vez tuvo que pedirle a su amiga que llevara a Hoseok a su casa para lograr calmar los llantos de Tae. Era un método infalible. Solo hacía falta que Hoseok se le acercara para que el bebé se calmara.

Aquello solo podía significar una cosa y la señora Kim lo sabía:

Los lobos de Jung Hoseok y Kim Taehyung estaban destinados.

WITHOUT YOU || Omegaverse || HopeVWhere stories live. Discover now