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XXV

Para todos fue una sorpresa que Jimin se presentara como alfa.

Yoongi fue el primero en poner el grito en el cielo. ¿Cómo era posible que ese tartamudo desgarbado se presentara incluso antes que él? Su malhumor aumentó muchísimo desde ese día y solo Hoseok podía soportar la retahíla de insultos que soltaba cada vez que alguien mencionaba al rubio. Sin embargo, cada vez que Jimin estaba presente, Yoongi se quedaba en un silencio sepulcral. A todos les parecía curioso que aún así, no dejara de juntarse con ellos.

Tanto para Taehyung como para Jungkook la presentación de su amigo era una fuente inagotable de bromas y de golpecitos en la espalda diciéndole que ahora las y los omegas se le iban a acercar como abejas a la miel. Lo que, a pesar de los sonrojos de Jimin, era bastante cierto. Muchos y muchas omegas lo miraban ahora con curiosidad y algunos hasta susurraban entre amigos mientras le observaban y se sonrojaban cada vez que el rubio encontraba el valor para observarles. Lo cierto era que, apenas se hubo presentado, el cuerpo del rubio comenzó a cambiar y a tornarse mucho más masculino, alejándose de ese cuerpo desgarbado e infantil que solía tener.

La parte mala del asunto era que muchos de los demás alfas hacían muchos comentarios groseros sobre él, como alfa, perteneciendo al Club de Baile.

—Les da envidia que seas más talentoso que ellos—le dijo Taehyung un día en que estaban sentados en la heladería de siempre, devorando pastelitos de arroz.

—Yo no le veo nada de malo a bailar. Además, eso se considera sexy entre los omegas, ¿o no? —comentó Jungkook mirando a todos en la mesa.

Ninguno era omega en ese momento, así que simplemente se encogieron de hombros. 

—N-no-no lo sé-sé—respondió Jimin, con un tartamudeo más pronunciado de lo habitual, porque Yoongi también estaba en la mesa y le ponía nervioso que la conversación girara en torno a él.

Hoseok, por su parte, estaba sentado a un lado de Taehyung, guardando celosamente su puesto de alfa al lado del menor. No quería admitirlo, pero el que Jimin también se hubiera presentado como alfa hacía que su lobo se sintiera infinitamente nervioso. Obviamente tanto Jungkook como Jimin lo sabían porque, incluso aunque fueran amigos, sus lobos alfas tendían a querer marcar su posición como el más dominante de la mesa (o cualquier lugar). Además, Taehyung continuaba sin presentarse (al igual que Yoongi, que miraba por la ventana con molestia), por lo que sentía que era su deber como su hyung el cuidarle.

—Además, eres un excelente bailarín—le comentó Hoseok de todas formas, porque la incomodidad del rubio era bastante perceptible para todos en la mesa—. Todos en la escuela hablan sobre eso.

—Es cierto—agregó Taehyung con un pastelito de arroz a medio engullir en la mano—, he escuchado a varios de nuestros compañeros hablar sobre el excelente bailarín que eres. ¡Dicen que aportas muchísimo al club! Que esos alfas amigos de Hoseokie hyung piensen que está mal no significa nada. ¡Allá ellos!

Hoseok tomó su taza de té y bebió un largo sorbo, quemándose un buen tramo de lengua. Sentía que ese tipo de comentarios de Taehyung se los merecía. La mayoría de las veces eran comentarios sin segundas intenciones. El omega tenía una forma de decir las cosas demasiado honesta y no notaba incomodidad de los demás. Hoseok, de hecho, estaba acostumbrado a ello, pero había momentos como este en que no podía evitar sentirse culpable.

Y con razón.

Sin embargo, Tae, al percatarse de que Hoseok fue el único de la mesa (aparte de Yoongi) en no devolverle una sonrisa, deslizó su mano hasta encontrarse con la mano del mayor. Le regaló una hermosa media sonrisa y un apretón de manos, como diciéndole no te preocupes, todo está bien, hyung, pero Hoseok en ese momento ya sabía que aquello no era cierto y que jamás lo sería. Le gustaban sus amigos de la escuela, esos populares. Hablaban de deportes y de omegas y betas y, en general, eso le sentaba bien. Le gustaba ser parte de su grupo, porque se sentía bastante importante.

Pero también era consciente de lo mucho que lo alejaban del menor, que no era popular en la escuela y que, desde que había comenzado a participar del Club de "Amigos de los animales", no lo iba a ser jamás. A él no le molestaba aquel club. De hecho, le parecían fascinantes las cosas que Taehyung llegaba contando sobre los animales que había en las diferentes partes del mundo. Pero sus amigos de la escuela siempre hacían bromas pesadas sobre ese tipo de clubes y él, lamentablemente, siempre guardaba silencio que aquello sucedía. Era tan popular como ellos y, aunque no quisiera admitirlo, no quería ser un blanco de burlas diarias como lo era Jimin.

Y por ello, siempre se sentía culpable sin poder dejar de hacer lo que hacía.

No obstante, Hoseok aceptó la mano de Tae, gustoso de tener ese cariño honesto proveniente de su persona favorita en el mundo, porque cualquier cosa que viniera de Taehyung hacían que tanto él como su lobo se sintieran felices y tan a gusto. Tomó la mano del menor, acariciándola entre las suyas y solo eso bastó para que este último se acercara un poco más y apoyara su cabeza en el hombro de su hyung.

A nadie en la mesa le parecía extraño, porque Hoseok y Taehyung siempre estaban el uno sobre el otro cuando ninguno de sus otros amigos les estaban viendo.

Siguieron hablando un rato más del tema, incomodando infinitamente a Jimin. Hasta que el mayor de ellos en la mesa dejó caer el vaso de té helado con demasiada fuerza, haciendo que todos los demás dieran un saltito asustado.

Yoongi, en ese momento, observó a Jimin con una mueca de enojo.

—Realmente todo esto de dudar sobre si estar en el club de danza o no, me harta. —Le dijo a Jimin, mirándole directamente—. Has soportado una vida de gente burlándose por ese tartamudeo constante que tienes, entonces, ¿qué diferencia hay? Que seas un alfa al que le gusta bailar no puede ser peor que eso, ¿de acuerdo? No. Lo. Es. —puntualizó, mientras todos en la mesa le miraban en un silencio sepulcral debido al intenso tono grave que usaba Yoongi al hablar—. Así que si bailar te hace feliz, continúa haciéndolo y ya. Todos aquí ya sabemos lo bien que lo haces, así que deja de darle vueltas al tema de una maldita vez. —Y dicho eso, volvió a mirar por la ventana echando humo por las orejas.

Todos se miraron y se sonrieron cuando el pelinegro dejó de hablar, pero no hicieron ningún comentario. En cambio,  comenzaron a hablar de otros temas mucho más ligeros.

Jimin, por su parte, se sonrojó como siempre que Yoongi le dirigía la palabra, pero esta vez había una pequeña y suave sonrisita acompañando su expresión contrariada, que nadie comentó pero que tampoco pasaron por alto.

Y dos días después, Yoongi se presentó como omega.

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Mi perrita está enferma y no podré llevarla hasta mañana temprano al veterinario. Manden buenas vibras, por favor, porque estoy preocupada.
~Bird

WITHOUT YOU || Omegaverse || HopeVWhere stories live. Discover now