3 -Styles

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Bien. Se supone que esta es mi casa ahora. ¿Como alguien puede vivir en un lugar como este?

Le doy una rápida inspección a mi "habitación" y suspiro. Esto en serio no podía estar pasando.

Tocan la puerta y seguido abren esta , y ahí se asoma Titania.

-¿Se puede?- dice y yo solo me encojo de hombros. Tenía mi cabeza tan llena de cosas y esto realmente me estaba torturando. -Ted , yo en serio lo siento. - susurra y toma asiento en los pies de mi cama.

Pongo los ojos en blanco y dejo de desempacar un momento.

-¿Lo sientes? ¿En que lugar se supone que vivo?- susurro con la boca apretada.

Lo menos que necesito es que nos escuche alguien.

-Mira se que es difícil. Debí hablarte sobre...

-¿Sobre que tu casa y tu trabajo es en una casa repleta de prostitutas? ¿Eso? - suspiro.-¿En que cabeza humana cabe esto? ¿En que demonios estabas pensando? - mi voz comienza a quebrarse.

Ella cambia la mirada y se pone de pie.

-Mira no te eh traído hasta acá para que vengas a juzgarme. Me eh esforzado mucho , tuve que hacer cosas para el señor Styles para que...

-No me interesa. Esto no es vida y ¿Sabes? No te preocupes porque pronto conseguiré algún trabajo para salir de este lugar.

Ella suspira y masajea su frente. Estaba perdiendo la paciencia pero eso no era problema mío.

-No puedes salir de aquí. Ya eh firmado unos papeles y...no puedes.

-¿Como que no? ¿Quien es ese hombre?

Tocan la puerta así provocando que de un pequeño brinco en mi lugar.

-Me voy. - anuncia Titania pero la ignoro completamente.

La puerta se abre y escucho como Titania comparte palabras con la persona que estaba tocando la puerta.

-Ted es tu nombre ¿No?

Me volteo para ver de quien se trata y pongo los ojos en blanco. Era ese tipo de traje negro.

-¿Que quiere?- voy al grano y lo escucho reír.

-Mas respeto señorita si va a trabajar para mi en mi casa. - lo escucho acercarse.

Está loco si eso es lo que piensa. No me importa la serie de compromisos en lo que se haya metido Titania.

-Yo no trabajaré aquí y mucho menos para usted. - suelto ahí sin más y el ríe nuevamente pero esta vez lo escucho a solo centímetros.

-Oh si , eso no va a ser posible. - me susurra al oído y quedo estática. -Comienza hoy...- lanza un conjunto negro de encaje a la cama y mis ojos se abren a todo tope. Pero ¿¡Que demonios no entiende este hombre!?

-¿Estás sordo? - tomo las bragas y el sostén. Me doy la vuelta y se las arrojo al rostro. -Dije que no voy a trabajar para ti. - le hago un ademán hacia la puerta y el levanta una ceja.

-¿En que momento le permití tutearme señorita? - dice y pongo los ojos en blanco.

Pero que hombre más patético.

-Mire señor como sea que...

-Styles. - dice y asiento con la cabeza.

-Styles , ¿Acaso no entiende? No soy esa clase de mujer que...

-No me importa. - se aleja y camina hacia la puerta. -Las puertas de la casa se abren en dos horas. Ni un minuto antes y ni un minuto después. La quiero puntual en mi despacho. -arregla con suma elegancia su chaqueta y abre la puerta. -A de no ser así , mis hombres vendrán por usted , no hay problema. - rie y un escalofrío corre mi cuerpo. -Póngase linda o creo que no es necesario. Buenas tardes. - sale y cierra suavemente la puerta a sus espaldas así dejándome atontada.

Que hombre mas...raro.

La casa. Where stories live. Discover now