La casa.

31 - ¿Nunca dejarás La casa?

Mi pulso se acelera y mis ojos se cargan de lágrimas. Nunca alguien me había hablado de esa manera , jamás pensé valer tanto para alguien. Bueno , además de mis padres.

Sin importar lo enojada que este por que se a visto con esa mujer anoche , me lanzo sobre el y lo abrazo con todas mis  fuerzas.

-¿De verdad?- susurro contra su duro torso y el ríe bajito.

-Si.- me habla al oído y deja suaves caricias en mi espalda baja así provocándome escalofríos. -Dios...esto es vergonzoso. - agarra mi cabeza en sus manos y me hace verlo a los ojos.

-¿Que?- susurro y sonrío.

No había palabra que describiera lo que sentía en estos momentos. Me sentía en las nubes , en el paraíso.

-Tu...me haces decir esas cosas.- sonríe de lado y besa mi frente.

-¿Esas cosas?- levanto una ceja y el carcajea a la vez que me toma en sus brazos , y me da vueltas.

-Si...no soy un hombre cursi por si no te haz fijado. - me deja en el suelo y agarra con rudeza mi trasero. -¿Que te gustaría hacer hoy?- besa mis labios y se aleja.

Por un momento me siento sola aunque solo este unos pies lejos de mi. Me sentía vacía , amo estar en sus brazos , me hace sentir segura.

-¿Ted? ¿Sigues ahí?

Levanto el rostro y ahí lo veo con el ceño fruncido. Hace una mueca rara y no puedo evitar reír.

-Si , estoy aquí. - me le acerco y el retrocede. -¿Que? ¿Porque te alejas?- doy un paso y el da otro hacia atrás. -¡Harry!- lo veo fulminante y el ríe.

Esto no era gracioso. ¡Quiero abrazarlo!

-Me vuelves loco , Ted. - sonríe y creo derretirme.

-Y tu a mi. - juego con mis manos nerviosa. Harry era un hombre magnífico pero también misterioso , con unos toques de pasión.

-Yo...tenía algo pensado , no lo se. - susurra y levanto el rostro.

Nuestras miradas se conectan y la suya brilla como una luna llena.

-¿Que?- hablo aún desde mi posición. El sonríe de lado y se me acerca.

-Estaba pensando en...comprar otro lugar para cuando nazca el bebé. - su semblante cambia a serio.

¿Que estaba pasando? ¿Mudarse?

-¿Quieres mudarte? Pero Harry , aquí tienes todo.

Sonríe.

-Si pero no hay espacio y quiero que tenga su habitación desde que llegue , quiero que lo tenga todo al igual que tu , quiero que ambos estén cómodos y este no es un buen lugar. - arruga la nariz al finalizar y yo pongo los ojos en blanco.

Este lugar es perfecto. Ni siquiera tengo dos meses de embarazo y ya el piensa en esto.

-Harry , creo que te estás adelantando. Podemos esperar un poco , cuando el bebé tenga al menos tres meses o un poco más pues ahí podemos hacer lo que quieras.

Suspira y toma mi rostro en sus manos.

-Nos vamos a mudar. - besa mis labios y luego mi frente. -Ya esta decidido. - se aleja y se lanza a la cama.

Me volteo y lo veo fulminante. ¿Como que ya esta decidido? Tiene que estar de broma.

-¿Y porque me lo dices? - me cruzo de brazos y el cierra los ojos. ¿Me esta ignorando? -Bien , ¿Y a donde se supone es que nos vamos?  - lo veo molesta y sonríe.  No es gracioso ¿Cuando va a tomar estas conversaciones serias en serio?

-Lejos de aquí , muy lejos. - cruza sus brazos detrás de su nuca y lo veo nerviosa. ¿Lejos de aquí?

-¿Lejos?- susurro y me le acerco.

-Mjm. - abre sus ojos y extiende sus brazos.

Me doy por vencida. Gateo la cama hasta llegar a su lado y subirme sobre el. Ya estaba un poco mas relajada , no tanto ya con la noticia esta de que nos vamos.

-Bueno , pero...- muerdo mi labio fuerte. Una duda abarca con mi mente. -¿Y que pasará con La casa? - cuestiono curiosa y el frunse el ceño.

Lo sabía. Había planeado todo sin pensar en esto.

-Seguirá siendo mi casa.- dice y como si fuese un cubo de agua fría cae sobre mi la decepción.

Quizás por ahí en mi mente existió esa emoción que el saber que nos vamos a mudar  lejos  , el dejaría ese estúpido lugar pero desgraciadamente no es así.

-Oh.- sonrío falsamente y me acomodo en mi lado de la cama.

Suspiro al sentir como se me acerca. Deja suave besos en mi espalda y enreda sus fuertes brazos en mi pequeño cuerpo.

-¿Nunca dejarás La casa?

Besa mi mejilla y luego mi cuello.

-No.

Un nudo se forma en mi garganta ante su dolorosa respuesta y sonrío nostálgica. Bien. ¿Que más da?