La casa.

24 - Actitud errónea

Nuestras miradas conectadas no duran tanto gracias a el carraspeo de una garganta. Harry suspira y se voltea  pero sin soltar mi cuerpo.

-Carla...¿Podemos vernos más tarde? Sabes donde.

Al escuchar sus palabras siento como los celos corren por todo mi sistema. ¿Acaso soy invisible o me han olvidado por completo?

-Deacuerdo.- la mujer contesta y luego la escucho retirarse.

Dejo escapar una gran bocanada de aire al escuchar la puerta principal abrir y cerrar.

Harry se voltea hacia mi nuevamente con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Disculpa todo eso.- besa mi mejilla y me suelta poco a poco. -Ted...-suspira y saca algo de sus bolsillos. Una pequeña caja rectangular.  Lo veo atenta y al ver que la abre quedo perpleja.  Era un hermoso collar y de este cuelga un diamante azul. Es precioso.  Desvío mi mirada a Harry  sorprendida y el sonríe amplio. -¿Te gusta?- se me acerca y se coloca a mis espaldas. En instantes siento el material contra mi cuello y el pequeño diamante colgando sobre el valle de mis senos. El color azul brillante de el diamante hacía un contraste impresionante con mi piel pálida.

-Si. - respondo ida y Harry vuelve a posicionarse delante de mi.

-Sabía que te gustaría. - besa mis labios y me siento en el paraíso. ¿Como es el capaz de causar todos estos sentimientos y emociones en mi? ¿Como puede hacerlo todo a la misma vez? -Mi doncella. - besa mi frente y una tonta sonrisa se dibuja en mis labios.

-Gracias. - camino hasta el baño y ahí cuando estoy delante de el espejo  vuelvo a sonreír.  Me veía tan diferente y el tenía que ver en todo esto.

-¿Quieres ir a dar un paseo?

Me volteo y ahí veo a ese hombre tan espectacular parado a un lado de la puerta observándome con los ojos brillosos. Sabía ya perfectamente a que se debía ese brillo. Lo mismo sucedió hace unas horas atrás antes de que me tomará en la ducha.

Mis mejillas arden ante el fogoso recuerdo. Harry es un hombre increíble.

-Quisiera ver una película. - juego con el collar entre mis dedos. -Por favor. - me le acerco y hago pucheros.

Harry ríe y me agarra en sus fuertes brazos.

-Haz eso otra vez. - se refiere a el puchero. Sonrío y nuevamente lo hago. -Odio las películas...- dice a la vez que vamos por el pasillo. Aún sigo en sus brazos como una bebé.  Mi estómago se vuelve un ocho al escucharlo. -Pero si es lo que quieres , vamos.- susurra a solo centímetros de mi rostro y sonríe.

Le devuelvo el gesto y me aferro a sus brazos. Este hombre es tan raro.

Llegamos a la sala y las preguntas atacan mi cabeza. Tengo que preguntarle o voy a estallar.   El se levanta para ir por un vaso de agua a la cocina pero lo detengo.

-¿Deseas algo?- me ve fijamente a los ojos y creo derretirme.

Respiro hondo y entrelazo nuestras manos. La mía era tan pequeña a lado de la suya.

-¿Porque odias las películas?- me armo de valor y pregunto.  

Su rostro se contrae y lo siento incómodo. En instantes me arrepiento por completo pero al verlo sonreír de lado  todo el arrepentimiento desaparece.

-Ted , es una larga historia. - acaricia mi cabello y desvía su mirada al suelo. -No creo que importe. - vuelve su mirada a mi y frunso el ceño.

Si importa. Todo lo que tenga que ver con el me importa.

Quedo atónita ante mi pensamiento.

-¿Tiene que ver con ella?- me estremezco yo misma por mis propias palabras. Se que algo tenía que ver con esa mujer.

Su semblante cambia por completo y me da un leve apretón de mano.

-Yo creo que ya esta bien. - suelta mi mano y se pone de pie.

Lo veo alejarse y un enojo descomunal me ataca. No me conozco. Nunca me había sentido así en mi vida. Enojo más celos. Estaba celosa de esa mujer  y ni siquiera la conozco.

No se como ni de donde sale esta fuerza de voluntad pero aparecen.

Me pongo de pie y opto por insistir. Llego a la cocina y ahí veo al hombre que quiero de espaldas.

¿Dije el hombre que quiero? Sacudo mi cabeza y suspiro.  Quizás lo comienzo a apreciar , Harry es un hombre especial y con nada más lo que a pasado hace unas horas atrás   a logrado enterrarse en mi piel.

-Su nombre es Carla ¿No? - insisto y doy un brinco en mi lugar al escuchar algo romperse.

Harry se voltea y veo en el suelo a su lado que a dejado caer un vaso. 

Me le acerco pero el se niega , me aleja mientras toma todos los vidrios y los arroja a la basura.

-Ted...no lo hagas ¿Deacuerdo?- habla a la vez que me da la espalda y lava sus manos.

Frunso el ceño y me le acerco. Si , soy una masoquista.  Le abrazo de espalda y lo siento tensarse debajo de mi toque.

¿Cual es su problema? Nada más eh mencionado a esa mujer y todo su aire de palabras bonita a desaparecido.

-No , quitate. - se deshace de mi agarre y toma distancia. -No ahora ¿Esta bien? Por favor. - suplica y se da media vuelta.

Va a salir. Me va a dejar y ahí estallo como una granada.

-¿¡Porque!? - grito y el se detiene. -¿¡Porque no me hablas!? ¿¡Por ella estás así!? ¡Déjame ayudarte! - una lágrima resbala por mi mejilla y yo misma me sorprendo. ¿Porque estoy llorando? ¿Estoy llorando por el?

-Estás tomando una actitud errónea. - habla con la boca apretada aún dándome la espalda.

Un escalofrío corre mi cuerpo y de la nada soy un mar de lágrimas. ¿Que demonios sucede conmigo? ¿Porque estupidez lloro?

Esto era el colmo. Salgo de ahí al verlo continuar su camino  , y al llegar a la sala lo veo recostado en el mueble. 

Pienso acercarme pero me detengo. Dios , soy tan molesta. Debo admitirlo.

Al verlo tan relajado , agarro su chaqueta y ya con mis sandalias puestas salgo de el apartamento.

Mi cabeza daba vueltas. No sabía que pensar. Estoy tan confundida que me hecho a llorar mientras abandono el hotel. Debo despejar la mente. Quizás Harry tiene razón. Estoy tomando una actitud errónea y no quiero molestarlo.