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A pesar de que ya habían pasado un par de semanas desde que Yoongi y Andrea se habían marchado, su ausencia se notaba demasiado

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A pesar de que ya habían pasado un par de semanas desde que Yoongi y Andrea se habían marchado, su ausencia se notaba demasiado. Elena ahora se encargaba del trabajo de su amiga, por lo que no podía pasar tanto tiempo con Taehyung a menos que este se pasase por la librería que era exactamente lo que solía hacer. Tenía una gran popularidad con los niños pequeños que entraban acompañados de sus madres para comprar algunos libros y aunque ni el peligris ni la joven entendieran tanto de literatura como Andrea, se las arreglaban como podían para aconsejar lo mejor posible. Namjoon era de gran ayuda para esa labor.

Elena se había mudado prácticamente a casa de Taehyung pues pasaba más tiempo allí que en la suya propia, además, así podía visitar más a menudo a Hyungsu y no deprimirse tanto por la ausencia de su mejor amiga, aunque realmente la echaba de menos. Hablaban casi todos los días a pesar de la diferencia horaria y de que la menor estaba estudiando encarecidamente para poder entrar en la carrera. Al parecer a Yoongi le iba bien como profesor de coreano y ambos eran felices.

A Jimin también le estaba yendo genial con su papel de bailarín principal en la agencia y Hoseok estaba dedicándose a dar clases de baile a chicos y chicas que estaban empezando en el mundillo. El restaurante de Jin estaba comenzando a ganar fama por los deliciosos platos que cocinaba y por la hermosa apariencia del cocinero y Namjoon estaba comenzando a mejorar su inglés con vistas a dedicarse a algo relacionado con las relaciones internacionales o los viajes. Jungkook era el que estaba más desaparecido últimamente. Seguía trabajando como fotógrafo pero ya apenas salía con el resto del grupo y todo apuntaba a que quizás estuviese saliendo con alguien. Andrea ya lo había dejado intuir alguna vez, normalmente de broma, pero quizás hubiera algo de verdad en sus palabras.

Y Taehyung...

—¡Han llegado las instrucciones para la fase final del concurso! —exclamó el peligris leyendo rápidamente la pantalla de su móvil.

Elena levantó la mirada del desayuno y sonrió al ver a su novio tan emocionado. El chico caminaba de un lado a otro, leyendo con detenimiento el correo electrónico que le acababa de llegar bajo la atenta mirada de la joven.

Natural, espontáneo, bello y libre. En esta última fase se valorará la originalidad del fotógrafo y su capacidad para crear y jugar con los colores y el ambiente de la manera que crea más conveniente. Está prohibida la edición de las fotografías. Debe adjuntarse a la respuesta de este mensaje las diez fotografías y los datos del fotógrafo. Fecha límite: 25 de agosto. ¡Buena suerte! —Taehyung apartó el móvil confudido—. ¡Pero eso es dentro de cinco días!

La chica rió al ver al joven estresándose y se levantó para meter sus platos del desayuno en el lavavajillas. Luego se acercó a él y le abrazó por detrás mientras el peligris desayunaba sin dejar de leer el mensaje. Elena besó su cabeza con dulzura.

—Tengo que irme ya, TaeTae —dijo sin dejar de acariciar su pelo.

—Tengo que hacer un par de cosas y luego me paso, ¿si?

Elena asintió con la cabeza y dejó un pequeño beso en los labios del chico.

—Sabes a fresa —se rió.

—¿Ah sí? ¿Te gusta?

Taehyung cogió a Elena por la cintura y la sentó sobre su regazo para seguir besándole. No podía estar más feliz por tenerla a su lado. Se había pasado mucho tiempo sintiéndose solo, a pesar de tener a sus mejores amigos, ver a Andrea y a Yoongi juntos le hacía añorar lo que era estar enamorado y tener una bonita relación, aunque la última no terminase del todo bien.

—Te amo, te amo, te amo —susurró una y otra vez en los labios de la chica, haciéndola reír.

—Taehyung... tengo que irme —se rió ella, siguiéndole todos los besos.

—Mmm... un ratito más. Nadie te puede regañar, la jefa está en otro país, seguramente durmiendo a estas horas.

Elena no pudo hacer más que reírse. Tenía razón, no iba a pasar nada si tardaba un poco en abrir la librería, ¿no? Volvió a besar los labios de su novio con dulzura, apretando las mejillas del chico, haciéndole reír.

Poco a poco la cosa fue volviéndose más apasionada y los dos comenzaron a querer más. Quizás si no abría la librería por un día no pasaría nada, ¿no? Elena se separó un segundo de Taehyung y le miró a los ojos. El chico tenía las pupilas dilatadas y sonreía feliz.

—Taehyung quiero... hacerlo.

Las mejillas de la chica se tornaron rosas de repente y el peligris enternecido las besó con dulzura.

—¿Estás segura, cielo? —Elena asintió efusivamente con la cabeza y el chico se levantó, cogiéndola en brazos.

Fueron así hasta la habitación y Taehyung la dejó con cuidado en la cama. Se fue tumbando lentamente sobre ella, besándole dulcemente y dejando un pequeño hilo de besos hacia su cuello mientras la chica introducía las manos por debajo de la camiseta de él, acariciando la piel de su cintura.

—¿Estás completamente segura?

—Sí, Tae, pero... —la chica apartó la mirada un segundo— no lo he hecho nunca antes.

—No te preocupes, lo haré con cuidado y en el momento en que te duela o estés incómoda me lo dices y paro.

Taehyung besó la cabeza de la chica y dejó que le quitara la camiseta. Elena se quedó mirando a su novio admirada, era perfecto, en todos los sentidos y todavía había momentos en los que le costaba asimilar que realmente era su novio. El peligris mordió suavemente la piel del cuello de la chica, pillándole desprevenida y haciéndole soltar un pequeño jadeo.

Poco a poco se fueron desnudando el uno al otro, entre besos y caricias. Era la primera vez que Elena se desnudaba delante de un chico y sin embargo, todas las inseguridades que pensaba que iban a aflorarle, no lo hicieron. Los ojos de Taehyung brillaban mientras miraba el precioso cuerpo de la chica que tenía junto a él y lo recorrió con besos dulces, haciendo que la piel de Elena se erizase y que mil sensaciones nunca antes descubiertas por ella aflorasen.

—Eres preciosa —susurró con una amplia sonrisa mientras dejaba un beso bajo su pecho.

Elena apenas podía hablar, simplemente disfrutaba de los besos del peligris y se dedicaba a dejar otros tanto en la piel del chico. Notó como la mano de Taehyung se acercaba a su zona íntima y antes de hacer nada, el chico volvió a preguntarle con la mirada. Ella asintió y enseguida notó los dedos del peligris acariciar la zona de su vagina. Elena cerró los ojos y se dejó llevar por el placer.

Su respiración comenzaba ya a accelerarse demasiado junto a los latidos de su corazón y simplemente vio como Taehyung se estiraba para sacar del cajón de la mesita de noche un preservativo. Observó como se lo ponía cuidadosamente de no romperlo y volvía a tumbarse sobre ella. Sus ojos coincidieron, ambos suplicando más con tan solo la mirada mientras que sus respiraciones agitabas daban muestra de la excitación que sentían. Taehyung sonrió y dio un toquecito en la nariz de su novia, haciéndola reír.

—Te amo —susurró la chica con una sonrisa.

—Te amo, Elena.

Y poco a poco, Taehyung fue introduciendo su pene dentro de ella, sin apartar la mirada de la de ella, concentrado en no hacerle daño y en parar si ella se lo pidiese. Elena gimió levemente de dolor, mientras sus dedos se aferraban a la piel de la espalda del chico, pero en ningún momento pidió parar. Besó a su novio y poco a poco, con delicadeza, el chico fue moviéndose y el dolor fue desapareciendo, dejando sitio al placer.

Entre besos, caricias y te amos, hicieron el amor dulcemente y ninguno podía estar más feliz y más enamorado del otro que en ese momento.

Definitivamente, iba a ser complicado levantarse para ir a trabajar después de aquello.

Perdón por tardar tanto en actualizar, ayy. Love youu  <3

smile » taehyung ✔️Where stories live. Discover now