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Taehyung apretó la mano de Elena que tenía entrelazada con la suya. La chica le miró triste mientras se dirigían al ascensor del hospital para subir a la planta correspondiente a la habitación del pequeño Hyungsu. El peligris no había dado muchos detalles pero había un mal presagio. La chica de pelo rizado dejó un beso en la mano de su dulce novio que solo pudo esbozar una pequeña y triste sonrisa. A Elena le partía el corazón verle así, pero sabía lo preocupado que estaba por el pequeño y lo importante que era para él ese niño.

Las puertas se abrieron y no tuvieron que caminar mucho hasta encontrar a Yangmi dando un paseo nervioso por el pasillo en torno una puerta en concreto. La mujer tenía un aspecto desolador. Tenía el pelo enmarañado, el rostro pálido y los ojos hinchados de llorar, acompañados de unas ojeras horribles. Al ver a Taehyung, comenzó a llorar y se refugió en sus brazos. Elena, mientras tanto, asomó la cabeza por la habitación del chico para ver a un par de enfermeros y doctores alrededor de la camilla donde supuso que estaba el pequeño. Discutían en voz baja mientras le hacían una serie de pruebas. Finalmente, se acercó a abrazar también a Yangmi.

No hablaron mucho, simplemente se dedicaron a hacerle compañía a la mujer que lloraba sumida en sus pensamientos. No había noticias. Hyungsu se quedó inconsciente en mitad del desayuno y no reanimaba, así que no quedó más remedio que llevarlo al hospital. Al parecer alguno de sus órganos había comenzado a fallar y habían tenido que inducirle en un coma.

Los doctores terminaron de hacerle las pruebas y le permitieron volver a la habitación prometiéndoles regresar con los resultados y con noticias pronto.

La escena dentro de la habitación era dura. Yangmi ocupó rápidamente el sillón de al lado de su hijo, agarrando su mano con fuerza. Taehyung se situó al otro lado del pequeño y Elena se quedó a sus pies. Hyungsu estaba realmente pálido y delgado, parecía un pequeño ser etéreo, un pequeño fantasma. Taehyung comenzó a cantar una canción en susurros, quizás con la esperanza de que el pequeño pudiera escucharle y ganar fuerzas. El corazón de Elena se encogió un poco al ver el rostro de su novio a punto de llenarse de lágrimas y se apuró a abrazarle.

Pasaron un par de horas en las que la joven pareja consiguió que Yangmi saliera aunque fuera a comer algo a la cafetería y a tomar un poco el aire, pero volvió apenas había pasado un poco más de media hora. La noche se acercaba poco a poco pero nadie quería marcharse de allí, no hasta tener noticias, no hasta que confirmaran que Hyungsu estaba estable, que iba a despertar y que todo estaría bien.

Poco antes de que diera la hora de cenar llegó el doctor encagardo del pequeño con un joven enfermero y un informe. Yangmi se puso de pie inmediatamente e hizo una pequeña reverencia, siendo imitada por Taehyung y Elena posteriormente. Fue el peligris quien se animó a preguntar.

—¿Cómo está?

El médico soltó un pequeño suspiro, bajando la mirada al informe antes de levantarla de nuevo y observar con cuidado a la madre y al joven.

—Hyungsu no está respondiendo del todo bien al tratamiento que le estamos proporcionando. La enfermad se está agravando y algunos de sus órganos están comenzando a fallar. Su hígado es prácticamente inservible a estas alturas, lo ideal sería quizás un transplante, pero no estamos seguros de que su cuerpo pudiera aceptarlo en estas condiciones —el doctor tuvo que hacer una pausa cuando Yangmi se dejó caer en el sofá—. El problema principal está en su corazón. No sabemos que va a pasar ni como va a evolucionar o cuánto podrá aguantar. Las esperanzas de vida son bastante escasas.

Hyungsu se estaba muriendo.

Yangmi profirió un sollozo bastante gutural y Elena se apresuró a rodearla con sus brazos mientras Taehyung observaba con ojos llorosos al que consideraba su hermano pequeño.

—¿No hay... no hay ningún tratamiento? ¿Ninguna solución? —preguntó con la voz entrecortada.

—Conocemos una clínica de California especializada en este tipo de enfermedades, con tratamientos adecuados que quizás podrían ayudar a mejorar la situación del pequeño. Pero el tratamiento que ofrecen tiene un precio bastante elevado y ya de por sí, el viaje tampoco resultará económico.

—No nos importa el dinero —habló Taehyung seguro de sí mismo.

—Taehyung... —le llamó Yangmi, dispuesta a negarse a recibir un solo won del joven.

—Podríamos ponerles a su servicio un avión con servicio médico para el translado, pero tendríamos que discutir en primer lugar si podemos realizar el viaje con las condiciones de Hyungsu. Debo comentarlo con el resto del cuerpo médico.

—Hágalo, y si es posible, viajaremos con el pequeño.

Taehyung se mostraba firme con su decisión. No pensaba rendirse con Hyungsu porque él no lo había hecho nunca y sabía que no lo haría nunca porque amaba vivir. Así que Taehyung se prometió que haría cualquier cosa para que el pequeño pudiera vivir.

El médico asintió con la cabeza y anunció que llevaría a cabo una reunión con el resto del personal médico y les comunicaría una decisión en dos horas aproximadamente. Los tres le agradecieron y por fin se retiraron tanto el médico como el enfermero.

—Taehyung, no puedo permitirme ese viaje ni esa clínica. ¿Crees que no sé de su existencia? Llevo toda mi vida buscando soluciones a la enfermedad de mi pequeño —habló Yangmi—. Se está muriendo y créeme, no hay nadie a quién le duela más que a mí, pero no podemos hacer más... Él no querría que sufriéramos por él.

—No, Hyungsu no querría que nos rindiéramos con él porque él ama vivir. Él ama la vida, ama reír, jugar, vernos. Ama verte sonreír, Yangmi, ama abrazarte y te ama. No tienes ni idea de todas las veces que me ha dicho que odia escucharte llorar por él por las noches y que por eso bromea durante el día, para hacerte reír y verte sonreír —Taehyung hablaba con lágrimas en los ojos y haciendo llorar a la mujer—. ¿Recuedas el concurso al que me obligaste que me apuntara? ¿Recuerdas la promesa que hicimos si ganaba? Pues he ganado y voy a pagaros el viaje, la clínica, el tratamiento y todo lo que haga falta, Yangmi.

—Taehyung...

—No, nada de Taehyung. Estoy dispuesto a darte todos mis ahorros, todo lo que he conseguido tantos años trabajando para poder ver a Hyungsu sonreír de nuevo. Sabes que es como mi hermano pequeño, que es una parte de mi vida realmente importante y que daría todo por él. No voy a aceptar un no por respuesta, Yangmi.

—Yo... —habló Elena— también me gustaría ayudar en todo lo que fuese posible. Puedo contribuir económicamente.

Yangmi no podía dejar de llorar y agradecerles una y otra vez. Les abrazó realmente fuerte a ambos y lloraron los tres juntos.

Pasadas las dos horas, el médico regresó.

—Han dado el visto bueno al translado. Podría realizarse mañana mismo a la noche, si es que estáis realmente dispuestos a ello.

Taehyung observó a Yangmi y ella asintió con la cabeza.

—Lo haremos.

Tras comentar cómo sería el pago, el viaje, la estancia y el tratamiento, el médico se volvió a marchar y Yangmi abrazó nuevamente al peligris.

—¿Has oído, Hyungsu? ¡Vas a ir a Estados Unidos a ponerte bueno! Y cuando vuelvas, podremos volver a jugar juntos.

Elena observó enternecida como su novio hablaba con el pequeño mientras llenaba su rostro de pequeños besos.

Esa noche la pasaron en el hospital, haciendo compañía a madre e hijo, quienes tenían un futuro quizás algo incierto en un país extranjero.

Pero todo sea por el pequeño Hyungsu.

smile » taehyung ✔️Where stories live. Discover now