Epílogo

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Cuatro años más tarde

El clima era frío. El invierno se había asentado a la perfección en Seúl, pero a pesar de eso, un ambiente realmente cálido reinaba en aquella casa. Todos los preparativos estaban listos y todos estaban tremendamente nerviosos. El pequeño perrito recorría la casa de un lado para otro, siguiendo a los humanos que no paraban de montar un tremendo escándalo. El animalillo no podía comprender todo lo que estaba pasando y lo que se avecinaba. Por fin había llegado el día.

Mientras tanto, Elena se mordía las uñas nerviosa sentada en un sofá mientras que uno de sus mejores amigos le hacía compañía. Ya casi era la hora.

—Si nos dirigimos hacia allí ya, ¿estarás más tranquila? —preguntó Jimin con una pequeña sonrisa, acariciando con dulzura la mano de su mejor amiga, impidiéndole de ese modo que continuara mordiendo sus uñas. La chica asintió con la cabeza efusivamente pero sabía que era mentira, no iba a poder calmarse hasta que lo tuviera frente a ella y pudiera abrazarle de nuevo.

Suspiró mientras se ponía de pie y esbozó una pequeña sonrisa a todos los presentes en la sala.

—Volveremos enseguida con él —pronunció con la voz temblorosa. Estaba emocionada.

Los dos chicos se marcharon de la casa y cogieron el coche del joven para llegar antes a la estación de autobuses a la que debería llegar su amigo.

Taehyung llevaba dos años en el servicio militar y por fin era el día de su regreso. Todos le echaban de menos, por supuesto, pero en especial Elena. Había tantas cosas que necesitaba contarle, que necesitaba compartir con él y tantas buenas noticias que darle... realmente iba a ser tremendamente maravilloso volver a verle. Ansiaba con toda su alma abrazarlo, estar rodeada por sus brazos y pegada a su pecho, escuchando el latido del corazón del joven y sintiéndose en casa y totalmente cómoda. Echaba de menos sus besos y que le cantara antes de dormir, que le mostrara los nuevos proyectos que realizaba para la compañía fotográfica y que riera emocionado por todo lo que estaba pasando. Extrañaba verlo jugar con Yeontan y hablar por teléfono con Hyungsu, elaborando miles y miles de planes para su reencuentro. Sin embargo, ya habían pasado dos años desde que no había podido disfrutar de eso.

Durante los dos años que habían pasado separados, habían podido hablar por teléfono casi diariamente, pero aun así era realmente duro tener que pasar las noches sola, abrazando de vez en cuando a Yeontan cuando este se dejaba. Era duro despertarse y no ver la preciosa sonrisa cuadrada de su novio o no poder compartir los planes del día por la mañana durante el desayuno. Era doloroso ver a Jungkook y Yuna felices juntos, o a Yoongi y Andrea quienes ya habían regresado unos meses atrás tras el graduado de la chica, aunque lo más seguro es que volvieran a España pronto. A pesar de que todo estaba yendo perfectamente en su vida, tanto profesionalmente como emocionalmente, era realmente duro estar alejada del que consideraba el amor de su vida.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de que habían llegado ya a la estación y que Jimin se encontraba ya aparcando calmadamente. Fue entonces cuando los nervios empezaron a atacar a la joven.

—Jimin, Jimin, ¿y si se ha olvidado de mí? ¿Y si ya no me quiere?

—Elena, pero si habéis estado hablando mucho, no sé como lo hacía para poder utilizar tanto el teléfono pero desde luego a nosotros no nos llamaba tanto —rió el chico—. Estoy seguro de que te sigue amando con todo su corazón de la misma forma en que solía hacerlo.

smile » taehyung ✔️Where stories live. Discover now