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El día amaneció envuelto en una atmósfera algo extraña

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El día amaneció envuelto en una atmósfera algo extraña. A pesar de ser final de verano, el cielo estaba completamente nublado y un fuerte viento llenaba las calles de Seúl. No hacía frío, pero resultaba realmente incómodo pasear por las calles. Sin embargo, en casa de Taehyung, todo era de color rosa. El viento solo suponía la banda sonora de los dulces besos que el chico compartía con Elena en la cama, ambos totalmente ajenos a lo que estaba sucediendo en el mundo exterior.

Era diez de septiembre y el verano estaba anunciando poco a poco su fin, dispuesto a cederle paso al otoño. Era sábado, pero la librería tenía que abrir y Taehyung tenía que acompañar a Jimin a ir de compras, así que ambos estaban apurando sus últimos minutos juntos del día, porque realmente no se verían hasta la noche.

—Cariño, es hora de levantarse ya... —susurro Elena en los labios de su novio, quien negó con la cabeza haciéndole reír—. Tengo que abrir y Jimin debe estar volviéndose loco porque vas tarde.

—No voy tarde... Hemos quedado en una hora —repuso él dejando besos por todo el rostro de la chica.

—Sabes que para él ya vas tarde.

El peligris suspiró y besó los labios de Elena para callarla. Inmediatamente después, se levantó de la cama y cogió su ropa interior del suelo, donde había acabado la noche anterior. Recogió su ropa también y la guardó antes de ir a la cocina a preparar un pequeño desayuno para ambos. La chica aprovechó para darse una ducha rápida y arreglarse antes de ir a la cocina a terminar de ayudarle. Desayunaron juntos entre charlas y risas, mientras que el teléfono de la joven sonaba en la habitación sin que nadie le hiciera caso.

Eran las ocho y media de la mañana cuando Elena abandonó la casa y se dirigió a la librería para abrir. Los clientes habituales no tardaron en llegar y un poco más tarde, llegó Namjoon para visitarle y ayudarle un poco.

🌸🌸🌸

—Joon —llamó Elena al joven desde la puerta—. Vamos a comer algo anda.

El pelimorado salió de su escondite entre las estanterías y asintió. Namjoon y ella se habían vuelto realmente cercanos desde que Andrea se fue. La joven sentía que su mejor amiga y aquel chico se parecían demasiado y por eso no tardó mucho en conectar con él. Sin embargo, también le hacía añorar a la menor mucho más. Era la hora de comer ya en Corea, pero en España debía de estar la noche bien entrada ya. Sin embargo, decidió dejarle un pequeño mensaje a su amiga.

Elena
Estoy segura de que leerás esto por la mañana, pero te echo mucho de menos, pequeña 💜

—¿Te apetece si vamos al sitio de siempre? —preguntó Namjoon con una sonrisa, rodeando los hombros de su amiga.

—Claaaaaro, sabes que adoro ese lugar.

Ambos rieron encaminándose allí. La chica respondió un par de mensajes de Tae enseñandole la ropa que se había comprado. Realmente era precioso y cualquier cosa que se pusiera le quedaba bien.

—Oye, enamorada —le llamó Namjoon riendo mientras comía el pollo que se había pedido—. ¿Te has enterado de lo de Jungkook? El niño por fin ha crecido.

—¿Cómo? —rió ella—. No sé nada.

—Espera un minuto.

El pelimorado sacó su teléfono y tras teclear un par de veces, le mostró la pantalla. Jungkook había subido un par de fotos nuevas a instagram, pero esta vez no salía solo, sino que estaba acompañado de una chica. En la primera foto salían simplemente abrazados, pero en la segunda estaban dándose un casto beso. Elena no pudo evitar sonreír ampliamente. Desde que Yoongi y Andrea se fueron, Jungkook no había pasado mucho tiempo con el resto, pero todos sabían que se encontraba especialmente feliz, y ahora el motivo había salido a la luz. El joven tenía novia. La chica era realmente bajita y muy guapa y hacían una pareja preciosa. Ambos se veían realmente felices.

—Se llama Yuna —explicó Namjoon—. Al parecer llevan casi un mes juntos, pero querían esperar un poco para contárnoslo. Vamos a quedar todos mañana, vendrás, ¿no?

—¡Por supuesto! —exclamó feliz ella— ¡Estoy deseando conocerla!

Andrea
¿Puedo llamarte?

Elena frunció el ceño al ver el mensaje de su amiga. De repente se había comenzado a preocupar. Debían de ser alrededor de las cinco de la mañana en España, sin embargo, su mejor amiga estaba despierta y enviándole aquel extraño mensaje. No respondió, simplemente se disculpó un momento con Namjoon y salió del restaurante para llamarla.

La espera se le hizo eterna, los beeps que anunciaban que la llamada estaba teniendo lugar no cesaban de sonar y Andrea no respondía al teléfono. Cuando estuvo a punto de colgar, alcanzó a oir la agitada respiración de su amiga.

—Andrea, ¿qué pasa? ¿Está todo bien?

Elena se mordió el interior de la mejilla al escuchar la respiración de su amiga. Parecía estar llorando pues era realmente agitada, al borde de la hiperventilación. Algo no estaba yendo bien.

—N-No. Todo es-está mal.

La mayor comenzó entonces a preocuparse en serio. Su móvil comenzó a vibrar al mismo tiempo que hablaba con su mejor amiga y lo separó momentáneamente de su oreja solo para ver que Yoongi también le estaba llamando.

—Andrea. Yoongi también me está llamando. Deben ser las cinco de la mañana allí. ¿Qué narices está pasando?

—¿Dónde estás? ¿Con quién?

—Estoy en el restaurante cercano a la librería con Namjoon, Andrea pero qué...

—Vale.

Y colgó.

Elena se quedó mirando el móvil confusa. Intentó volver a llamar, pero la chica no contestó. Llamó a Yoongi pero el teléfono estaba desconectado.

Suspiró. No entendía absolutamente nada. Hasta que Namjoon salió del restaurante realmente apresurado. En sus ojos se notaba una preocupación prácticamente tan grande como la de la chica.

—Tenemos que irnos, ven.

Namjoon cogió a Elena del brazo y prácticamente la arrastró hasta el coche en el que el chico había ido. La chica tenía ganas de llorar de la confusión y de la impotencia. No entendía absolutamente nada y por su cabeza solo pasaban las peores ideas. El chico llevó a Elena hasta la casa que ella compartía con su mejor amiga, pero no pudo entrar en la calle porque esta era peatonal así que obligó a la chica a marcharse a casa.

Elena quería gritar. Temblaba de los nervios. Namjoon le había dicho que Taehyung estaba en casa esperándola, que no se preocupara y que él tenía que ir a otro lado. Apenas pudo sacar las llaves del apartamento e introducirla en la cerradura. Podía escuchar la voz de Taehyung desde la puerta, se le notaba cansado y preocupado, así que la chica se apuró en llegar al salón. Y de repente comprendió todo.

—No.

No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Se acercó rápidamente a la chica que estaba sentada en el sofá, que lloraba y que apenas podía vocalizar el nombre de la mayor entre las lágrimas. Elena se arrodilló a su lado y la abrazó.

—Mi niña... —susurró la chica abrazando a su mejor amiga— No debería estar aquí, ¿qué ha pasado?

Andrea trató de respirar bien. Estar entre los brazos de Elena le hacía sentir definitivamente mucho mejor, pero aún le dolía el corazón.

—Es Yoongi. Se ha vuelto loco.

smile » taehyung ✔️Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang