Double-Sided Coin - TheCookieMomma

Capítulo 16.- Sorprendentemente Maduro

Esa tarde fue más difícil de lo que había sido la mañana, principalmente porque él mismo estaba preocupado por cómo explicarle a Ron, y cuáles serían sus respuestas. Se puso tan mal que Severus tuvo un Segundo Año en llanto, y Harry tuvo que detenerse, tener una conversación tranquila con él, y recomponerse antes de que pudiera volver a trabajar con los Hufflepuffs frente a él.

Finalmente, sin embargo, el día terminó, y Harry estaba empacando, tomando su parte de los ensayos—Lo siento, Mike. Ha sido un día difícil—Suspiró, pasándose las manos por el pelo, la acción se sentía mucho más normal que cuando despertó.

—Entiendo, Harry. Solo ten cuidado, por favor. El trabajo que estás haciendo no está exento de peligros—Mike le dio una alegre sonrisa.

—Sí, podrías decir eso—Harry rodó los ojos—Está bien, me voy a cenar. Que tengas una buena noche—Resopló suavemente y se dirigió a la puerta, el ocioso movimiento de mano de Mike fue su único reconocimiento.

Suspiró mientras se sentaba en la mesa de Gryffindor—Estaré tan contento cuando salga esto y pueda ir a sentarme... —Dirigió una mirada avergonzada hacia Hermione—Estoy cansado de luchar contra eso. Y ni siquiera ha sido realmente tan largo. ¿Ya sabes? Y cuanto más... —frunció los labios, con expresión tensa—Sabes a lo que me refiero—.

—Bueno, te entiendo, pero desde el punto de vista de la experiencia todavía no he llegado—Los comentarios de Hermione se entrelazaron con un sutil toque de humor y sarcasmo—Pero mirándote, sí, puedo ver lo que estás diciendo—Ella cortó sus palabras cuando Ron se sentó—Hola, Ron—Levantó el plato de rodajas de jamón y se lo entregó—Aquí tienes—.

—Aahhhh. Gracias, Mione—Comenzó a comer, y las cosas parecían normales por unos momentos. Harry disfrutó la sensación.

Sin embargo, antes de que realmente pudiera disfrutarlo mucho, todo había terminado.

—¿La Sala, entonces? —La cara de Ron era una imagen de preocupación.

—La Sala—Harry asintió, poniéndose de pie. Levantó la vista hacia la Mesa principal, mirando a los maestros por un momento, los ojos no se quedaban demasiado tiempo en ninguno de ellos en particular. "Quiero/deseo poder mirar su cara/tu/mía/nuestra por largos períodos de tiempo".

La respuesta fue una sonrisa mental, y un pensamiento tranquilo. "Nosotros/Yo/Tú tienes tu/mi/nuestra vida para mirar profundamente a los ojos del otro/nuestros ojos".

Harry asintió una vez y se giró hacia Ron con una sonrisa serena en su rostro—¿Te importa si Hermione viene, o prefieres que esto sea solo de hombre a hombre? Ella um... —Harry se mordió el labio—Le dije antes porque necesitaba su ayuda con algunas cosas... —.

—Está bien para ti compañero. Tal vez sería inteligente tenerla a ella. Ella puede mantenerme en línea mejor que nadie—Él sonrió.

—Vamos, entonces, Mione. Trae tus libros. Con suerte, te sentarás y leerás... —Pero sabía que eso no era muy probable.

Salieron del Gran Comedor, y Harry se preguntó si sería la última comida que comería con Ron Weasley como amigo.

"No albergues esos pensamientos". El consejo vino de tan cerca que Harry pensó que era su propia conversación. Sin embargo, transmitía un profundo sonido que Harry siempre asociaba con su marido. "Es un desafío, pero estás preparado. Entra con la intención de seguir siendo amigos. Si no ocurre, no es por falta de prueba de tu parte. Ahora vete, y déjame volver a mi conversación". Un poco más profundamente, atrapó, dando a Harry Potter una charla de ánimo. "Mi viejo yo giraría su varita hacia adentro". Hubo un giro mental y la voz retrocedió. Para cuando Harry consideró todas las cosas que Severus había dicho, estaban parados frente a la pared en blanco.