Capitulo 21

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Capitulo semi hot,no me hago cargo de traumas lol

único que tenía que hacer era decir «no». Jamás la forzaría. ____(tn) bajó del coche, ayudada por Justin, que le tomó de la mano. El aire frío de la noche le provocó un escalofrío e, inconscientemente, se arrimó más a él buscando su calor.
La cuestión era si de verdad quería decirle que no. ¿De qué serviría, salvo para hacerle confiar aún menos en ella y sus motivos?
En cuanto la idea se materializó en su mente, apretó los dientes con rabia. Si el único motivo para acostarse con él era evitar que desconfiara de ella, necesitaba que le examinaran la cabeza.
«Admítelo. Lo deseas».
Eso era. El recuerdo de la única noche que habían compartido aún ardía en su mente. Estaba casada con él y deseaba que la amara.
Decidida a entregarse al matrimonio sin pasar por el martirio, apretó con más fuerzas la mano de Justin y corrió con él al interior de la casa.
—Hoy ha sido un día duro, yineka mou. Espero que no haya sido demasiado para ti y el bebé.
¿Había cambiado de idea? Daba la sensación de estarle ofreciendo una salida.
—Estoy perfectamente bien —aclaró ella con dulzura.
—¿En serio? —él apoyó suavemente las manos sobre los delicados brazos.
Ella lo miró a los ojos, plenamente consciente de qué le estaba preguntando en realidad. Después, asintió lentamente mientras la excitación aumentaba por momentos.
—Debes estar segura, ____(tn). Debes estar completamente segura.
Ella volvió a asentir y, antes de poder decir o hacer nada más, Justin la atrajo hacia sí y la besó en los labios con pasión.
Ella se quedó prácticamente sin aliento. ¿Cómo era posible que le hiciera sentir tal debilidad?
La lengua de Justin invadió su boca, deslizándose sensualmente, primero sobre los labios y luego en el interior, saboreándola y ofreciéndole su sabor.
—Qué dulce —murmuró—. Qué dulce. Te deseo, yineka mou. Dime que tú también me deseas. Déjame llevarte arriba. Quiero volver a hacerte el amor.
—Sí. Por favor, sí —al ser levantada en sus brazos, soltó una exclamación—. Justin, no. Peso demasiado.
—¿Acaso dudas de mi fuerza? —preguntó él en tono burlón mientras subía las escaleras.
—Estoy tremenda —insistió ella con exasperación.
—Estás preciosa.
Él la llevó en brazos hasta el dormitorio principal y la tumbó cuidadosamente sobre la cama. Con delicadeza, le deslizó los tirantes sobre los hombros y los dejó caer. Tiró un poco más hasta que el vestido cedió sobre los sensibles pechos.
Poco a poco fue bajando el vestido por el cuerpo de ____(tn). Tras deslizarlo por los tobillos lo dejó caer al suelo.
Una fuerte sensación de cosquilleo le recorrió las piernas a medida que él las acariciaba con las manos hasta las caderas. Deslizó los pulgares bajo las braguitas y se agachó para besar dulcemente la barriga antes de desnudarla por completo.
Las piernas de ella se abrieron en dulce anticipación mientras la boca de él bajaba más y más.
Justin deslizó las manos por debajo del cuerpo de ____(tn) y la obligó a abrirse un poco más mientras la lengua encontraba su punto más sensible. Ella arqueó la espalda salvajemente hacia atrás mientras el placer la consumía.
A ella le costaba respirar, le costaba pensar, le costaba hacer nada que no fuera sentir. Y justo cuando pensaba que ya no podría soportarlo más, él se retiró y ella gruñó a modo de protesta.
—Shhh —él le murmuró dulces palabras en griego mientras se acomodaba sobre ella.
¿Cómo se había desnudado sin que ella lo hubiera notado?
Piel contra piel. Suave. Reconfortante. Un bálsamo para sus enloquecidos sentidos. La masculina boca se cerró sobre uno de los erectos pezones, chupando y tironeando. Con una mano apoyada sobre la barriga, los dedos acariciaron posesivamente.
Era el primer movimiento de reconocimiento hacia la presencia del bebé.
—Separa las piernas para mí, yineka mou. Dame la bienvenida.
Ella apenas era capaz de responder. Temblaba violentamente mientras él se acomodaba entre sus muslos con el miembro viril empujando impacientemente.
De repente, con una suave embestida, estuvo dentro de ella.
Ella gritó y hundió las uñas en los hombros de Justin.
—Eso es. Sujétate a mí. Te tengo.
Sus labios se fundieron y sus lenguas se enredaron salvajemente mientras sus cuerpos se acercaban y separaban. La presión aumentó hasta que ella no fue capaz de soportarlo más. Su liberación explotó con la fuerza de un huracán.
Él la siguió, hundiéndose dentro de ella, una y otra vez hasta que su ronco gemido le llenó los oídos mientras se vertía en su interior.
____(tn) cerró los ojos y permitió que la dulce felicidad la inundara antes de volver a la realidad, a los fuertes brazos de Justin que la rodeaban y la sujetaban tumbada contra su costado.
En un gesto posesivo, él posó una mano sobre la espalda de ella, que se derritió contra él y suspiró de felicidad. Se sentía segura. Más que eso: se sentía amada.

Una Aventura ClandestinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora