Capitulo 38

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—Hace diez años conocí a una mujer y me enamoré de ella. Joanna. Yo era joven y estúpido, y convencido de ser el dueño del mundo.

—Eso nos ha pasado a todos a esa edad —ella sonrió.

—Supongo que sí —él rió—. En cualquier caso, se quedó embarazada, y nos casamos de inmediato.

____(tn) soltó un respingo ante la semejanza, pero no dijo nada.

—Tuvo un hijo. Le llamamos Eric. Yo lo adoraba. Era el hombre más feliz del mundo. Tenía una hermosa mujer que parecía amarme. Tenía un hijo. ¿Qué más podía pedir?

____(tn) hizo un gesto de pesar. Se imaginaba lo que seguiría.

—De repente, un día llegué a casa y la encontré haciendo el equipaje. Eric tenía dos años. Recuerdo cómo lloraba mientras yo intentaba razonar con Joanna. No entendía porqué quería irse. No habíamos tenido ningún problema. Al menos ninguno que me pusiera sobre aviso. Cuando al fin le dije que se marchara, pero que de ninguna manera se llevaría a mi hijo, me contestó que el niño no era mío.

—¿Y la creíste? —____(tn) contuvo la respiración.

—No, no la creí —dijo él con sarcasmo—. Pero, resumiendo, su amante, con quien ya mantenía una relación cuando nos conocimos, había ideado el plan perfecto para extorsionarme. Varios meses, y una prueba de paternidad, después se demostró que Eric no era mío. Joanna se lo llevó, junto con una gran parte de mi dinero, y no he vuelto a saber nada de ninguno de los dos.

—¡Justin! —susurró ella—. Lo siento muchísimo. Qué horrible por su parte permitirte que te enamoraras de un niño que creías tuyo y luego arrancártelo con tanta crueldad. ¿Cómo pudo hacerlo?

—A veces sufro pesadillas —él le acarició el brazo desnudo—. Oigo a Eric que me llama y me pregunta por qué no lo ayudo, por qué lo abandoné. Lo único que recuerdo es el día que se marcharon, y cómo lloraba y chillaba Eric. Cómo alargaba sus bracitos en un intento de alcanzarme, mientras que lo único que yo podía hacer era verla marchar con mi hijo. Esa escena jamás se borrará de mi mente.

—Lo echas de menos.

—Durante dos años fue toda mi vida —dijo él—. Ahora me doy cuenta de que no amaba a Joanna. Estaba encaprichado de ella, pero a Eric sí lo amaba.

____(tn) se incorporó y le acarició la mejilla mientras se inclinaba para besarlo en la boca. Después deslizó una mano hasta la barriga en la que el bebé daba patadas entre ambos cuerpos.

—Ella es tuya, Justin. Tuya y mía.

—Lo sé, yineka mou. Lo sé.

Una Aventura ClandestinaWhere stories live. Discover now