Presas

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Sebbastian:

Brasil no era seguro, pero no podíamos volver a casa con la cola entre las patas. Decidimos quedarnos, Jake, los Cullen y yo no dejaríamos de protegerlas. Sinceramente aunque teníamos a dos de ésas chupasangres en cima, esto parecía más unas vacaciones que un plan para poner segura a Jass...

Ella poco a poco se fue acostumbrando al ambiente y a todo lo que traía consigo estar en un país tropical.

La mayoría del tiempo me la pasaba con ella ya sea en la playa o en las entradillas del bosque. Se negó desde un principio a cazar en estas zonas aunque su mamá en varias ocasiones le obligó ir con ella. 

Ahora ella parecía más animada a la hora de salir de cacería; siempre la acompañaba y le jugaba una que otra broma. Renesmee, se iba por presas más grandes mientras que nosotros íbamos por el otro camino. El camino de las carreras y retos sin parar.

Ella cazaba más que todo ciervos, pero en ocasiones se animaba a algo más; como antílopes, osos pequeños y ardillas. 

Me encantaba acompañarla, así fuera para interrumpirle la caza con algún juego o para simplemente verla y correr junto a ella. 

Esa mañana la vi levantarse algo tarde. Su mamá no pudo rechazar una invitación de Jake de pasarla todo el día juntos. Eso me dejó a cargo de ella durante las próximas horas. 

—¡Vaya dormilona! ¡Hasta que por fin despiertas!

—¿Qué haces despierto tan temprano?

—Creo que aún no has visto el reloj enana...

—¿Entonces qué hora es? — dijo ella estirándose.

—Ah, casi las 10 de la mañana.

—¡Qué! ¿Por qué no me despertástes? ¿Por qué mamá ni papá lo hicieron?

—Querían dejarte descansar, lo más que quisieras. Ellos salieron y no volverán hasta la tarde noche.

—Entonces ¿Voy a estar contigo todo el día?

—Si, a menos que prefieras otra cosa...

—¡No! Quiero estar contigo. Mis tíos pequeños solo van a querer jugar con juguetes... No quiero eso.

—Hecho, entonces... Tu decides, cazar, ir a la playa, que nos quedemos aquí, excursión...

—¿Qué tal si decido que quiero pasar todo el día como tu lo haces? — al principio no entendí a lo que se refería, pero luego se me vino algo a la mente.

—Jass ¿No estarás pensando en entrar en fase?

—Si, es justo lo que pienso.

—No creo que sea conveniente. Sabes muy bien lo que pensamos de que te transformes...

—Lo sé, pero quiero vivir esa experiencia. No puedo ocultar mi lado lobuno para siempre... Por favor, mamá y papá no tienen por qué enterarse... ¡Por favor!

La verdad no sabía si decirle que no o decirle que si, por un lado quería que ella viera el mundo como yo lo veía. Por otro lado me asustaba un poco lo que podía pasar...

Ella me miraba con unos ojos que al parecer me hacían quererle decir que sí. No pude evitarlo y acepté.

—Está bien. — ella sólo me sonrió y luego fue hasta la entrada del jardín. — ¡Espera! Creo que es mejor que vayas detrás de ése árbol y te quites alguna de tus prendas. Terminaran hechas girones si te transformas así.

—No por qué seas experto como papá te haré caso en todo — dijo ella yéndose al lugar que le indiqué.

Segundos después hice lo mismo y me las amarré en el tobillo y me transformé. Ella me esperaba en su forma de loba blanca como la nieve.

Hielo/FuegoWhere stories live. Discover now