Infierno

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Sebbastian: 

¡Al diablo el control! Me acerqué a ella con solo dos pasos y tomé sus labios. Tenía todo el día pensado el lo increíblemente sexy y tentadora que se veía y aunque quería tenerla entre mis brazos sabía que todo se daría a su tiempo y respetaba eso. 

Nunca la iba a forzar a nada. Aprendí a dejarla ser libre y no obligarla. Solo quería verla feliz, nada más eso... 

—Sebbas...

—Sí, lo sé... Lo siento, sé que quieres tiempo; debí respetar eso... 

—No, no es eso... Solo dame un día y quizá te tenga una respuesta — dijo ella mirando mis ojos. Sus manos estaban en mi cuello y jugaban con mi cabello. — Sé que te hice esperar... 

—¿En serio? Creo que vamos rápido... 

—Me gusta ir rápido y lo sabes...

—Hablo de que no te tomó mucho tiempo. Cuando me pediste un tiempo pensé que serían meses...

—Yo también creí que me tomaría meses... Sinceramente solo necesito un día. Creo que en ese lapso de tiempo podré darte la respuesta que me has pedido hace semanas... 

Sus ojos reflejaban calma y al mismo tiempo otro sentimiento que fui capaz de leer en segundos. Podía ver a través de ellos que ella comenzaba a sentir Amor. Me sentía completo, estaba seguro de que lo había logrado y ella estaría conmigo. 

Podía ver que cuando estábamos juntos ella rebosaba de felicidad y siempre mostraba su hermosa sonrisa; una sonrisa que daría todo en el mundo por verla por siempre junto a mí.

Ella fue al probador y volvió con su ropa normal, aunque no llevaba nada de brillos, se veía hermosa con ella puesta...

—Listo, vendré el lunes por los vestidos con mamá.

—¿Cuándo es el baile? 

—La semana después de ésta... Viernes de la otra.

—¿Tendré que esperar hasta ese viernes para volver a ver lo linda y hermosa que te ves con ese vestido?

—Sí y creo que te vas a aguantar hasta ese viernes. — dijo ella dándome un pequeño empujón en el pecho. 

—Ya quiero que llegue ese viernes. — dije tomando su mano. 

... 

Jassie: 

Sebbas me había acompañado a la última prueba de mis vestidos en Seatle. Había cumplido toda mi lista en cuestión de horas gracias a él... Sé que durante todo nuestro paseo lo había estado torturando, pero quería ver hasta donde podía llegar.

Su control no fue tan difícil de derribar, siendo sincera eso fue lo que me llevó a pensar en esa posibilidad —que yo sabía que él rogaba a todas nuestras deidades— de estar juntos. 

Lo evalué durante todo el sábado y pronto me di cuenta de que en silencio siempre amé a mi mejor amigo. 

Regresamos a casa entre juegos y risas, me sentía bien a su lado. Sin embargo durante todo el camino no pude dejar de preguntarme el por qué él me había elegido a mí. Sabía toda la historia de sus fracasos amorosos. 

Tenía conocimiento de que antes de mi nacimiento había salido con un chica igual a él, era una licántropo; su nombre era Silvana... Recuerdo que era bonita, de cabellos castaños y piel morena. Recuerdo todo eso de días posteriores a mi nacimiento; técnicamente desde que nací guardo cosas en mi memoria. 

En ese sentido era igual a mi mamá, con tan solo unas horas de nacida poseía una madurez e inteligencia superior a la de cualquier humano. 

La curiosidad me consumía por completo y solo a unos metros de casa me atreví a preguntar. 

Hielo/FuegoWhere stories live. Discover now