Viva y a la vez Muerta

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Jassie: 

Muchos no sabrán lo que se siente tener todos tus sentidos alertas y no poder mover ni uno de tus músculos, no poder levantarse y decir que todo está bien, que no deben de preocuparse por nada por que todo esto no más que un sueño, un mal sueño.

Mis sentidos estaban activos, al menos una parte de ellos. Mi audición era más aguda durante ese momento; podía escuchar todo cuando pasaba en la casa e incluso más lejos de allí. Mi límite era la reservación de papá y de Sebbas.

Mi olfato estaba activo y alerta a cualquier olor extraño que se me acercara, tenía el mismo límite de mi otro sentido despierto. Sentía mi boca completamente reseca y mis ansias de beber un poco de sangre crecían con cada media respiración que tomaba. Mis ojos... Podía sentir como se quemaban y el color ámbar al que ya estaba casi que acostumbrada desaparecía y se convertía en el café que había heredado de mi padre.

Quería moverme pero mi cuerpo aún no me dejaba hacerlo, mi cerebro mandaba distintas señales para estar siempre alerta, pero sin ningún movimiento en concreto.  

Estaba viva, pero sin señales de nada muchos podían asumir que estaba muerta. 

Mientras me encontraba en ese estado escuché millones de cosas, entre ellas una me llamó la atención y era algo que mi mejor amigo había dicho. Sus palabras exactas fueron que muy pronto descubriría el ¿Por qué? de muchas cosas y entre ellas ¿Por qué se sentía vacío sin mi junto a él?

No lo sabía, pero quería que me diera la respuesta. Él era completamente diferente a mis demás familiares y lo agradecía muchísimo. Era mi confidente de todo; podía contar con él así estuviera mega ocupado.

Cada vez que estaba cerca de él un calor y una sensación de seguridad me inundaban por completo. Yo no quería que él se fuera nunca de mi lado...

Mi mamá la había pasado mal desde mi accidente, lo sabía... Podía escuchar las miles de discusiones que ocurrían entre ella y mi papá. Todo era por una sola causa.

Mi mamá era semi-vampira, semi- humana. No podía pasar lo mismo que un vampiro completo sin alimentarse, sin saciar su sed de sangre. A cada minuto le escuchaba decir que no se iría por si despertaba, pero después de dos días llenos de peleas con mi papá accedió a ir de caza con él...

Podía sentir a mi abuelo al revisar mi progreso de curación a cada tantas horas. Sabía que muchos de mi familia estaban sufriendo y quería que pararan de hacerlo al verme de pie junto a la puerta de la biblioteca.

...

Ya estaba resignada a quedarme unos días así cuando por fin mi cuerpo estaba respondiendo. Lo hacía de una manera muy rápida y controlada; aunque mi cerebro sabía que me estaba muriendo por no poder morder un cuello de algún animal para extraer mi alimento.

Sabía que él estaba aquí, junto a mi. Sabía que mi mamá estaba afuera con mi papá y mis demás familiares esperando pacientemente mi regreso junto a ellos.

Mi mano fue la primera en moverse, luego mis párpados comenzaron a abrirse y pude observar todo lo que me rodeaba de nuevo. Podía ver los conocidos libros de mi abuelo en el estante más grande y algunos de mi abuela junto con los de mis demás familiares.

Giré mi cabeza hacia donde sentí un roce.

—¿Jass? — preguntó esperanzado... No quería abrir la boca por que si no me iba a abalanzar sobre él e iba a querer morderle el cuello. — Por favor... Necesito que digas algo, por favor; si estás despierta dime algo...

No quería que siguiera hablando; tenía la voz quebrada y estaba a punto de llorar. La sed era casi incontrolable con él estando tan cerca; justo a mi lado... Sabía que los demás podían escuchar el latir de mi corazón y mis agitados pulmones. 

Tampoco quería arriesgarme a dañarlo, eran tantas las ganas que tenía de beber su sangre como las ganas que me impulsaban a no acercarme y provocar algo que ni yo misma me lo perdonaría después. 

Mi mamá vino luego. Me dio un abrazo y me besó la frente.

—¿Estás bien? — preguntó ella. Su tono era de preocupación... Asentí para que tanto como ella y como Sebbas vieran que estaba bien; aunque en realidad no lo estaba al cien por cien.

Mi papá entró en la habitación y allí fue casi imposible resistirse. Podía escuchar como latía su corazón debajo de la camisa que traía. No solo podía sentir el de él, también podía sentir el de Sebbas y en un pequeño porcentaje el de mi mamá. Cada vez más sentía la habitación más pequeña y le indiqué a  todos que quería ver a los demás. 

Cuando salí noté que antes no me había percatado de que en la casa había dos pequeños humanos. Allí ya me fue imposible controlarme por completo y no pude más... 

Sebbastian:

Cuando la vi mover sus dedos una gota de esperanza me recorrió el cuero entero. Quería que ella me mirara a los ojos y me abrazara. Quería que me dijera que todo estaba bien; quería escucharlo de sus labios. Pero ella no dijo nada, solo se dedicó a hacer señas y a asentir...

Al principio no sabía por qué no quería decir ni una palabra, pero luego lo supe... Ella solo se abalanzó sobre su pequeño tío de siete años. 

—¡Jass no! — consiguió gritar su madre para intentar reprenderla; pero Jass ya no escuchaba. Renesmee me había contado que algo parecido le ocurrió a ella y que fue Jake quien la sacó de ese estado. 

—¡Jassie no quieres hacer esto! — le grité y ella volteó a verme. Sus demás familiares aprovecharon para llevarse a el pequeño Daniel que no entendía nada de lo que sucedía — ¡No quieres lastimar a nadie! ¡Te conozco y se como te sentirás luego!

—¡No me conoces en lo absoluto! ¿Acaso sabes lo que es estar viva, tener tus sentidos alertas y no poder mover ni un solo músculo? ¡No lo sabes! ¡No sabes lo que es tener tanta sed que quiera matarte! ¡No lo sabes! — rompió ella en gritos y en lágrimas.

—Tienes razón, no lo sé... Pero lo que si sé es que si haces eso te consumirás y no dejarás que nada que no sea la culpa te llene el alma.

—¡Solo sácame de aquí! ¡Solo sáquenme de aquí! — gritaba y lloraba al mismo tiempo. La llevamos a cazar y allí pudo desahogarse como se lo tenía merecido. Se convirtió en la hermosa loba blanca que me volvía loco y tan pronto encontró una presa aulló para avisar que ya iba a cambiar de forma y poder calmar sus ansias de sangre...

Cuando estuvo mucho mejor volvimos a la casa y allí ella dijo cada una de las cosas que le habían pasado por la cabeza mientras estaba en ese estado. Ahora que ella estaba junto a mí, me sentía completo. 

Alec: 

Volví a Volterra luego de destrozarle el cráneo a la pequeña loba blanca. Me sentía bien... O eso creía, haberla matado hizo que el odio que sentía por ella antes, por su familia y por todos los que estuvieran alrededor de ella se intensificara y al mismo tiempo disminuyera un poco. 

Era una alivio que ya no tuviera que preocuparme por ella, estaba muerta y quizá ya nunca volvería a saber de su familia. Era adorable la forma en la que todo se me hizo fácil.

...

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Hola chicos, disculpen la demora. Ayer tuve muchas cosas que hacer y no pude subir el capítulo que les tenía preparado.

Espero que les guste. Quiero anunciar que más o menos en la tercera semana de abril y la primera de mayo estaré publicando otra obra.

Besos
😘😘😘😘
Atte.
Su escritora

Hielo/FuegoWhere stories live. Discover now