Hielo/Fuego

Juntos

ATENCIÓN:
CAPÍTULO CON CONTENIDO +18.
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Silvana:

Perder a un ser querido es lo peor que puede pasarte y más si vienes de una descendencia licántropica, como yo.

Sabía que algún día me tendría que despedir de mi papá, pero nunca pensé que fuera tan pronto.

Recuerdo estar paseando por el bosque como una loba cuando todo sucedió. Tres de mi manada acudieron para decirme que mi papá estaba mal y eso hizo que volviera de pronto.

En cuanto mi papá dejó de respirar el mundo se fue a mis pies.

...

Jassie:

La mayoría de la manada estaba afectada por la noticia de la muerte de uno de los jefes de la manada de Alaska. Mis padres no se dejaban ver mucho, sabía que ésta situación era difícil para mi papá y por ello en algunas cosas tomaba la batuta. 

Debíamos viajar hacia allá en dos días. Iríamos en tren y eso me daba esperanza de que por fin cada uno saciara sus ganas por el otro. No me emocionaba mucho ir a Alaska, me hacían sentir muy insegura tener que encontrarme con la ex de mi novio. 

Siempre había oído que era una chica hermosa y sobretodo venía de un linaje de licántropos Alfas. En ocasiones me preguntaba ¿Por qué Sebbas me escogió a mí y no se quedó con ella?

Estaba en mi cuarto cerrando las maletas. Cuando Sebbas entró y me abrazó por la cintura. 

—¿En qué piensas nena? 

—Nada... — le mentí. En menos de dos segundos me hizo girar para quedar frente a él

—Mientes. — dijo él. Sus ojos estaban centrados en los míos, mientras que sus manos estaban acariciando mi espalda. — se que constantemente te preguntas ¿Por qué te elegí a  ti y no a Silvana?

—¿Por qué nunca te puedo mentir? — dije separándome de él.

—Nena, Jass, no tienes porqué atormentarte con ello. Sabes que siempre serás tú. Nunca habrá nadie más y Silvana es mi ex-novia y lo seguirá siendo hasta el final de los tiempos. — dijo tomando mi cara entre sus manos y besando mi frente.

—Te adoro... — dije ya más tranquila que de costumbre. Sin pensarlo dos veces me abrazó mientras con suavidad me besaba los labios. Me solté de su agarre un momento y fui a cerrar la puerta.

Podía ver qué en sus ojos se reflejaba el deseo de tocar mi cuerpo y sentía que yo no me quedaba atrás. Utilicé mis dones de vampiresa para llegar a él y tumbarlo sobre la cama.

Él tenía una sonrisa traviesa en su rostro, mientras que sus ojos estaban fijos de los míos y bajaban lentamente a mis labios...  

Le ayudé a sacarse la camisa, mientras aún estaba sobre él, podía sentir su miembro duro contra mi sexo, sólo esperando para estar dentro de él. Se incorporó y fue a parar a mis pechos.

Los besaba y los lamía por encima del sujetador que llevaba puesto. Pronto le arranqué la camisa y pasé mis manos por su torso, gimiendo por sus caricias. 

Quería hacerlo allí mismo. Lo deseaba demasiado...

Pero justo entonces mi tía menor tenía que interrumpir. Desde afuera de mi cuarto.

—¡Jass! ¡Mi hermana dice que le digas si Sebbas y tu va a querer vagones separados!

Me detuve y le dediqué una sonrisa a mi novio. Respiré hondo antes de responderle a mi pequeña tía.