Juego

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Alec: 

Me había reencontrado con mi hermana en la frontera de México. Viajaba con 4 nuevos neófitos...

—¿Y los tuyos?

—Creo que por mi lado ya ganamos muchos...

—¿Eso qué significa?

—Que tenemos una aliada muy poderosa mi querida hermana...

—¿Quién es? — me preguntó ella entornando los ojos.

—La conocerás muy pronto hermanita... Pero lo que sí te puedo asegurar es que Ellos ni se imaginan lo que va a pasar. — fui a abrazar a mi pequeña hermana para luego irnos a casa.

De verdad no se lo van a creer.

...

Sebbastian:

—¡Hasta aquí llegaste enana! — le grité a mi hermosa, pero juguetona prometida... Ella estaba corriendo por el bosque riendo y tirando bolas de fuego cada vez que me veía. 

Antes de ello estábamos en mi cabaña y le dije que por más que la amara siempre le iba a recordar que yo era más rápido que ella; a lo que obviamente respondió con pequeñas bolas de fuego que me lanzaba. 

Usaba su don para controlar el fuego y el viento a su antojo. Haciendo imposible que la localizara, pero como ya yo me sabía todos sus trucos y tenía uno bajo la manga. Fui detrás de un árbol y me transformé, podía escuchar su corazón latiendo y eso me bastó para lanzarme sobre ella. Comencé a lamerla sin parar

—¡Basta! ¡Sebbas! — decía entre risas... — ¡Ok... Ok... Aprendí la lección! — paré de lamerla y me concentré en darle unos cuantos empujones... — Sí, ya sé que tenemos que decirle a mi familia que nos comprometimos. 

Ambos habíamos guardado el secreto durante unos días... No queríamos que todo se fuera a poner patas arriba por el anuncio. Sabíamos que las tías de ella se volverían locas... No nos darían tiempo ni para nosotros, pero una boda no se planeaba sola. 

Unos segundo después volví a mi forma humana... La miré a los ojos unos dos segundos y luego le dije. 

—Creo que si planeamos decirles hoy nos merecemos disfrutar de algunos de nuestros juegos, antes de que todo se ponga de locos. — ella me miró coqueta. Podía distinguir el deseo en sus ojos...

—Nunca lo hemos hecho así... — me dijo ella. 

—Quiero jugar contigo nena... Pero esta vez quiero que sea completamente diferente. — dije mientras la ayudaba a levantarse y atacaba sus labios. 

Ella enrolló sus piernas en mis caderas y si no fuera por la tela de su short y bragas ya me la hubiese follado. Subí mi mirada a los ojos de mi chica y noté que de un momento a otro su mirada cambió; mostrando una expresión de terror y miedo. 

—¡Cuidado! — me gritó ella, empujándome para protegerme de uno de los neófitos que se abalanzaba hacia nosotros.

Volteé a ver el caos y fue más que suficiente para que mi instinto se despertara y me transformara  para ir a proteger a mi chica. Me coloqué  delante de ella y les mostré a esos malditos que nada les temía con mis dientes. 

 —¿¡No tuvieron suficiente tiempo allá en Alaska!? — nos gritó una voz conocida. 

Miré a Jass y ella me miró a los ojos para decirme que se transformaría para pedir refuerzos... En menos de dos segundos salió como la loba que me volvía loco y aulló para llamar al resto de la manada... 

En ello, dos de los neófitos se dieron cuenta e iban a ir por ella, pero los intercepté antes de que pudieran llegar a ella... Pero no eran solo dos... Había uno más y la maldita líder... Jass pudo dar aviso y en seguida fue a ayudarme... 

Hielo/FuegoWhere stories live. Discover now