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Siempre han dicho que el amor no es algo fácil. Es un sentimiento que involucra comprensión, entrega y cariño mutuo entre dos personas. Seokjin creía tener todo eso y más con su novio Jungkook pero al parecer era sólo una fantasía idealista del amor que él mismo había creado en su mente.

Su relación había comenzado hace dos años atrás cuando Jungkook llegó a la librería en la cual Seokjin trabajaba. El chico más joven se mostró coqueto de forma inmediata, cosa que llamó la atención del rubio que con una personalidad más introvertida se vio atraído por la desbordante personalidad de Jungkook.

Dicen que los polos opuestos se atraen y eso fue lo que sucedió entre ellos, la química entre ambos fue avanzando más y más cada vez que Jungkook visitaba la librería con la excusa de buscar un nuevo libro para agregar a su biblioteca.

Seokjin sospechaba de aquella excusa ya que el pelinegro siempre tomaba cualquier libro que estuviera cerca sin leer la descripción para ver de qué trataba. Aquello lo hacía sentir algo importante, por fin tenía a alguien que al parecer estaba interesado en él.

Las visitas de Jungkook cada vez fueron más constantes y se sumaron salidas después de que Seokjin terminara su jornada laboral. En unas de esas salidas vino el primer beso y semanas después decidieron formalizar su relación.

Las cosas iban demasiado rápido para Seokjin pero no quiso poner freno a lo veloz que avanzaba su relación por miedo a alejar a Jungkook.

Cuando su mejor amigo Ken se enteró de su incipiente relación con Jungkook le ofreció todo su apoyo pero dejó en claro que no era un buen predictor que comenzará una relación tan rápido y con alguien menor que el. Seokjin no tomó en cuenta las palabras de su amigo y argumentó que su novio era muy maduro para su edad lo cual lo hacía muy distinto a los chicos de su edad que se la pasan de fiesta, alcoholizados y dispuestos a ligar cada vez que se presente la oportunidad.

El rubio nunca imaginó que se arrepentiría de no creer en las palabras de su mejor amigo y que todo lo que defendió de Jungkook ahora era una realidad de la cual no podía escapar.

Todo sucedió cuando una fría tarde de invierno Jungkook lo citó en un café cercano a la librería, Seokjin se mostró sorprendido ante la repentina invitación del pelinegro ya que supuestamente habían acordado de verse al día siguiente.

Llegó al lugar donde lo esperaba Jungkook sentado en la mesa más apartada del lugar, tenía un semblante serio y pensativo, algo raro en el pelinegro que siempre le sonreía cada vez que sus miradas se encontraban. Aquel día aquella mirada brillante llena de emociones estaba ausente.

— Jinnie estás aquí. Tenemos que hablar.

Esas eran las palabras a las cuales Seokjin siempre temió ya que la frase sólo indicaba que algo no andaba bien y mucho más cuando la frase era acompañada con una expresión fría tal cual como se reflejaba en el rostro de su novio.

—Adelante habla, creo que sé hacia donde va esto. Prometo estar preparado.

—Escuchar eso es un alivio ya que llevó semanas intentando hablar esto y no he podido por miedo a dañar tus sentimientos. Quiero decir que no eres tu soy yo ...

—Basta Jungkook por favor ve al grano y no ocupes palabras clichés para terminar con esto. Sé claro y conciso, para qué alargar algo que ya dejaste claro en la primera frase.

Destinados - SujinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora