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A mitad de la noche Yoongi se levantó de la cama dejando solo a Seokjin no había podido conciliar el sueño en toda la noche. Las cosas estaban claras, debía salir de ese lugar lo antes posible fue así como se dirigió a la habitación que compartía con Kenta y empacó sus pertenencias lo más rápido que pudo, no quería estar ahí cuando Kenta regresara y le pidiera explicaciones sobre sus acciones. 

Llamó un taxi para que pasara por él y lo llevara al aeropuerto luego de esto tomó un papel y escribió una carta de despedida para Seokjin, necesitaba dedicarle algunas palabras intentando explicar su cobarde actuar. Las lágrimas corrían por su rostro al escribir cada palabra en aquel papel, se sentía miserable dejar al rubio de esa forma tan repentina pero el temor fue más grande y prefirió arrancar antes de que sus sentimientos se hicieran más intensos, no quería dañar más a Seokjin, él no lo merecía.

Con cuidado ingresó nuevamente a la habitación del rubio y dejó la carta en la mesita de noche, observó unos cuantos minutos el rostro de Seokjin que descansaba sin saber lo que sucedía, acarició su cabello con delicadeza y besó sus labios con cuidado. Cuando se dirigía a la puerta divisó en el piso una camiseta de Seokjin que no dudó en robar para llevarse al menos una parte de aquel chico que había robado su corazón en tan poco tiempo, sabía que aquella prenda aumentaría su sufrimiento pero quería recordar el aroma que poseía el rubio. Lo miró por última vez y salió del lugar sin mirar hacia atrás. Su corazón dolía como nunca antes, las lágrimas acompañaban sus pasos dejando una triste huella en el camino, subió al taxi que lo esperaba y emprendió el viaje de regreso a la realidad que tanto detestaba.

 
Seokjin fue despertado por un alterado Kenta que lo movía para lograr despertarlo, el rubio aún somnoliento se sentó en la cama.

— ¿Por qué interrumpes mi sueño de esa manera? Necesito dormir unos cuantos minutos.

— Yoongi se ha ido.

Esas palabras terminaron por despertar al rubio de forma brusca, no podía creer que las palabras de Kenta fueran ciertas. Su corazón comenzó a agitarse cada vez a punto de provocar una crisis de pánico.

— He llegado esta mañana y me he encontrado con esto en mi habitación — Kenta le mostró una breve carta escrita por Yoongi — No me da mayores detalles, sólo me pide que cuide bien de ti. No entiendo nada Jinnie ¿Pasó algo anoche que lo haya motivado a escapar de esta forma?

Seokjin estaba estático sin saber cómo reaccionar ante los hechos que se presentaban aquella mañana. Trataba de encontrar los posibles motivos de la huida de Yoongi entre sus recuerdos de la noche anterior pero no encontraba nada malo. Todo lo sucedido había sido pedido por Yoongi, fue él el que tomó la iniciativa por lo cual era extraño que quisiera desaparecer sin aviso.

— Quizá deberías leer tu carta a lo mejor ahí encontramos más detalles — Kenta apuntó hacia la mesita de noche, Seokjin tomó la carta con sus manos temblorosas — Lo he intentado contactar por mensajes pero no responde.

Seokjin con temor abrió la extensa carta en la se evidenciaban los claros rastros de lágrimas sobre la tinta.

— Me puedes dejar solo un momento, necesito leer esto en privado — Le pidió a Kenta a lo cual el chico asintió y se retiró del lugar dejándolo completamente solo.

Bonito Seokjin

Sé que en este instante muchas dudas invaden tu cabeza y lamento no poder aclararlas por medio de esta carta. Estás en todo tu derecho de maldecir mi nombre mil veces por ser un maldito cobarde que decidió huir con tal de no reconocer que me atraes más de lo que es debido. Sé que me arrepentiré el resto de mi vida por haberme negado la oportunidad de crear algo maravilloso juntos pero lamentablemente llegaste tarde a mi vida. Quizás te parezca raro que diga que llegaste tarde pero si tan sólo hubieras ido a aquella cita organizada por tu amiga las cosas hoy en día serían muy distintas, nadie hubiera lastimado tú corazón y yo no hubiera tomado decisiones que cambian mi futuro de por vida. Para mí también fue extraño descubrir que estuvimos tan cerca de conocernos, cuando lo descubrí quise volver al pasado para insistir en tener una cita contigo hasta que te dignaras a aparecer. Quizás me hubiera costado conquistarte pero créeme que por ti hubiera intentado una y otra vez con tal de ganar tu corazón. Este tiempo junto a ti fue lo mejor que le ha pasado a mi vida desde hace mucho tiempo, nunca pensé que caería tan pronto por ti, eres todo un conquistador que con una simple sonrisa me tenías babeando por ti. Muchas de mis bromas por no decir todas si eran reales, sólo intentaba disfrazar lo que realmente moría por decirte. Espero que me perdones por ser un maldito cobarde, me gustaría que el destino te dé la oportunidad de conocer a un hombre que de verdad te merezca y que valore la oportunidad de estar contigo. Te deseo lo mejor y gracias por aquellos besos que me regalaste, nunca los olvidaré.

Destinados - SujinWhere stories live. Discover now