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Seokjin con algo de nerviosismo entró a la casa, respiró hondo y fue hasta la habitación de los niños para asegurarse que aún dormían tal como lo había indicado Rosé antes de marcharse. Para su suerte los niños aún seguían profundamente dormidos cada uno en su cama. Desde el umbral de la puerta los observó con pesar a causa de la complicada situación que vivirían esos pequeños cuando su padre deba pagar por sus errores. Cerró la puerta con cuidado y se dirigió hasta la cocina para preparar el desayuno para cuando los niños se despertaran.

Aprovechó sus dotes culinarios y preparó los panqueques que tanto le gustaban a Yoongi por lo infirió que quizás también le gusten a sus sobrinos. Mientras buscaba algunos de los ingredientes no pudo evitar ver las fotografías adheridas en el refrigerador, en ellas se podían ver a Rosé y Hoseok en compañía de ambos niños. Cualquier persona que no supiera lo sucedido pensaría que aquella familia era la familia perfecta pero el engaño otra vez había hecho de las suyas. A su mente vino directamente la traición por parte de Jungkook y lo mucho que sufrió al sentirse poco para él, sin dudad Rosé necesitaría mucho de su apoyo en todo este proceso.

Luego de disipar aquellos recuerdos del pasado se puso manos a la obra para lograr su cometido, cuidar de la mejor manera posible a aquellos niños que indirectamente también eran sus sobrinos. Estaba concentrado en la preparación cuando pequeños pasos se escucharon en la sala por lo que rápidamente fue hasta ahí para encontrarse con ambos niños aun con sus ojos adormilados los cuales buscaban sin parar a su madre.

— Hola Soobinnie y Yeonjunnie — Saludó regalandoles la sonrisa más encantadora la cual provocó una sonrisa de vuelta por parte del pequeño Soobin mientras Yeonjun lo observaba con curiosidad — Hoy estarán a mi cuidado mientras su madre y su tío Yoongi se encargan de algunas cosas — Los niños lo miraron confundidos lo cual asustó a Seokjin — Hice algunas cosas dulces y ricas para que comamos — Parece que la palabra dulce fue la palabra mágica porque ambos niños se abalanzaron sobre su cuerpo para abrazarlo y regalarle algunas sonrisas.

— Mamá nos prohíbe comer cosas dulces — Dijo Yeonjun

— Entonces esto será nuestro secreto.

— Eres genial tío Jin, este será nuestro secreto ¿cierto Soobinnie? — El más tímido asintió y sonrió con ternura — Prometemos no contarle a mamá.

Un gran alivio fue lo que sintió el rubio al haber superado aquella gran prueba de ganarse a los niños evitando que lloraran por la ausencia de su madre. Los tres disfrutaron de un cálido desayuno que estuvo amenizado por las historias de monstruos y dragones que contaba Yeonjun, historias que el pequeño Soobin prefería no escuchar por lo que no dudó en tapar sus oídos y pedir refugio en los brazos protectores de Seokjin.

Luego de comer fueron hasta la sala de juegos que estaba repleta de juguetes y una pantalla para ver dibujos animados, el rubio ya había perdido la cuenta de cuantos episodios de Miraculous había visto. Los niños parecían absortos en los dibujos animados por lo que no se dieron cuenta cuando el timbre de la casa comenzó a sonar reiteradas veces.

— Niños voy y vuelvo debo ir a abrir la puerta. Al parecer su madre olvidó llevar las llaves.

Grande fue su sorpresa cuando abrió la puerta y se encontró con el pequeños Agust abandonado en su coche frente a la puerta principal de la casa. Seokjin lo tomó en sus brazos no entendiendo del todo porque se encontraba el bebé en ese lugar. Miró hacia todos lados por si había alguien cerca que fuera responsable del abandono del pequeño pero no había nadie a su alrededor.

— ¿Por qué llegó el bebé? — Preguntó Soobin — ¿Tío Yoon lo trajo para que comiera cosas dulces también?

— Lindo Soobinnie primero vamos a la habitación y te cuento todo ¿Bueno?

Seokjin guardó el pequeño coche al interior de la casa y le ofreció su mano a Soobin para llevarlo hasta la sala de juegos mientras en su otro brazo cargaba al pequeño Agust.

— El bebé vino a jugar con nosotros y a comer cosas dulces, también debemos guardar el secreto para que tío Yoon no sepa que comió dulces — Yeonjun asintió con entusiasmo y se acercó para ver al bebé que cargaba en sus brazos el rubio.

Seokjin desconocía el motivo por el que el pequeño había aparecido como por arte de magia en la casa de Rosé. La información que manejaba era que el bebé estaba en casa de sus abuelos maternos por lo cual era algo extraño que ellos no hayan estado ahí para entregarlo. Apenas el bebé se quedó dormido fue a dejarlo en la habitación de los niños mientras estos seguían viendo televisión.

Sacó su teléfono de su bolsillo para llamar al pálido con tal de informarle lo sucedido con el pequeño Agust, sabía que era un momento complicado para el pálido pero no lo podía dejar ajeno a lo sucedido.

— Hola Jin — Respondió Rosé Yoongi no puede responder en este momento ya que va conduciendo ¿Pasó algo con los niños?

— No al contrario ellos se han portado más que bien, son unos niños realmente encantadores. Llamaba por otro asunto pero si ya vienen en camino creo que es mejor hablarlo cuando ya estén en casa. Nos vemos en un rato Rosé.

Bastaron tan sólo veinte minutos para que Rosé y Yoongi llegaran, Seokjin los esperaba sentado en el sofá con evidente preocupación. Yoongi al ver la expresión del rubio rápidamente sospechó que algo no marchaba bien.

— Suéltalo Jinnie — Dijo acercándose al rubio — Te conozco y sé que hay algo que no anda del todo bien. Dilo ya nada puede ser peor el día de hoy.

— No sé como explicarles esto porque ni yo entiendo como pasó esto pero hace unos minutos atrás sonó el timbre, yo pensé que eran ustedes que habían olvidado las llaves pero al abrir me encontré al pequeño Agust abandonado al interior de su coche. No sé como llegó pero obviamente alguien debió traerlo ya que no llegaría solo hasta acá ¿Los padres de Jennie no estaban a su cuidado?

La rabia parecía salir por cada poro de Yoongi, miró a Rosé que tenía una expresión consternada por la noticia tan descabellada pero cierta.

— Esa gente no tiene escrúpulos, ahora entiendo porque Jennie les tenía tal miedo como para querer ocultar su embarazo. Cómo puede existir gente tan mala y tener la audacia para abandonar a un bebé.

— Ellos no querrán hacerse cargo de él — Intervino Rosé — Ni siquiera esperaron la prueba de adn y vinieron a dejarlo hasta mi casa, sé que el pequeño no tiene la culpa pero creo que no seré capaz de cuidar al hijo de mi marido con su amante. No quiero ser egoísta pero no puedo ... simplemente no puedo.

Dicho esto Rosé con lágrimas en sus ojos se retiró de la sala para ir directo a su habitación. Yoongi y Seokjin se miraban entre sí sorprendidos por la situación la cual entendían perfectamente. Estaban totalmente conscientes que para Rosé no estaba siendo fácil lidiar con lo de su marido como para sumarle lo ocurrido con el bebé que surgió de aquella relación extramarital.

— Creo que debo tomar una decisión — Mencionó el pálido con evidente preocupación. Seokjin entendió perfectamente a que se refería por lo que no dudó en brindarle un pequeño beso para luego abrazarlo y susurrarle al oído que todo estaría bien.

 Seokjin entendió perfectamente a que se refería por lo que no dudó en brindarle un pequeño beso para luego abrazarlo y susurrarle al oído que todo estaría bien

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Holaaa!!! Perdón por la ausencia 😔 pero al fin he decidido editar este capítulo y cambiar los últimos detalles. Sólo queda un capítulo y un epílogo para darle fin a esta historia. Espero les guste !!! 💗

Destinados - SujinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora