El infame emperador de la oscuridad persigue a su querido vampiro

Capítulo 3

Después de la partida de Han Qing Xue, Kang Tian volvió a su pequeña cabaña en medio del bosque. Estaba seguro de que después de que el mocoso se fuera, su vida volvería a ser tranquila como antes, pero de alguna manera ahora se sentía vacío. Nunca le molestó la soledad antes, es más, siempre pensó que le iría mejor estando solo y confiando en sus propias habilidades para sobrevivir, pero en este momento, por primera vez en su vida, se sintió terriblemente solo. La cabaña que antes era muy ruidosa debido a sus pequeñas discusiones, actualmente mantenía el silencio de un cementerio.

Fue aquí, cuando Kang Tian recordó que en los muros de su pequeña casa siempre resonaban frases como: 'buenos días esposa' '¡El desayuno está listo!' 'contemos las estrellas juntos' '¡Quiero bañarme contigo'

Fue gracias a ese ruidoso niño que su casa siempre callada y apagada, se volviera animada y colorida.

Pero después de pensarlo un poco más, Kang Tian se dió cuenta de algo que lo dejó horrorizado... ¿Él extrañaba a ese mocoso?

... Si, al parecer en verdad lo extrañaba.

"... Mier**..." Kang Tian se masajeó las sienes y maldijo en voz baja.

Bueno, ya no había nada que se pudiera hacer. Aunque el niño le dijo que volvería para casarse con él, Kang Tian no creía que una promesa como esa valiera algo de interés después de algunos años. Al fin y al cabo, Han Qing Xue aún era joven, con el tiempo se encontraría con una bella mujer, se casaría con ella y tendrían muchos hijos, algo que un vampiro como él, un hombre de pies a cabeza, no podía hacer. Además, Kang Tian estaba seguro de que no le gustaban los hombres, tal vez se había sentido feliz con el niño a su lado, pero no quería decir que lo amara, ahora solo debía dejar que las cosas siguieran su curso.

Fue así, como cierto vampiro volvió a su solitaria vida en las profundidades del bosque negro. Ya no tenía que ocuparse de guerreros molestos ni de ningún otro valiente que perturbara su paz, las cosas volvieron a como eran antes.

Bueno, sus días fueron tranquilos hasta el momento que...

'¡BANG!'

La boca de Kang Tian se contrajo notablemente al ver el montón de humo negro extendiéndose no muy lejos de él.

Su cabaña... había estallado.

Fue sólo entonces, cuando Kang Tian recordó que no había apagado la estufa de su casa antes de salir a buscar frutos secos en el bosque.

No quedaron ni siquiera las columnas, todo se había reducido a cenizas. En ese momento Kang Tian no sabía si reír o llorar, su casa, la cabaña que le había costado tanto esfuerzo construir, se había desplomado frente a sus ojos, todo por un estúpido error suyo.

Además... ¡¿Desde cuándo necesitaba él prender la estufa?! Para iniciar, era un vampiro, ¡no necesitaba comer, solo beber sangre! ¡Ah!

Al parecer, comenzó a comer después de que Han Qing Xue llegara su casa. Al principio, cuando se mudó al bosque, salía de vez en cuando a buscar algunas nueces para darse gustos. Nunca preparaba comida, solo se alimentaba de la sangre de ciertos animales que rondaban por ahí, es más, si no fuera por la llegada de Han Qing Xue nunca sabría ni como cocinar un plato de arroz.

Tal vez por la costumbre, de pronto decidió cocinar algo, pero al parecer esa decisión no fue la mas sabia.

... Claro que no fue sabia, le costó su casa.

Bueno, tampoco era como si tuviera algo realmente valioso en esa cabaña. Solo algunos muebles mal hechos que él mismo había fabricado y algunas telas que consiguió por ahí.

Ahh... al parecer tenía que mudarse.

Esta era la primera vez en más de 200 años que saldría del bosque. Al ser un vampiro, no necesitaba comer ni dormir para seguir vivo. Además, como pertenecía a los de pura sangre, el sol no tenía ningún efecto en él. Fuera de eso, al ser una figura poderosa, usaba una técnica para limpiarse a sí mismo, sin importar cuán sucio estuviera, siempre y cuando usara esa habilidad permanecería limpio e impecable. En resumen, podía vivir en cualquier lugar, a excepción de animales para alimentarse, no le faltaría nada.

Fue así como cierto vampiro se sacudió la túnica, dedicó un pequeño rezo para su difunta casa, antes de salir y comenzar su viaje a una nueva frontera.

Después de algunos meses, llegó a la laguna de un vasto valle, llamado el Pico de la doncella. Le gustó ese lugar por la gran extensión de plantas y animales, además, por alguna razón el lugar no tenía el más mínimo rastro de humanos. Aunque sentía que algo no estaba del todo bien, decidió pasar la noche y esperar a la mañana para construir su casa.

Pero fue entonces, cuando en medio de la madrugada, escuchó el suave canto de una mujer. Al principio sonaba como un susurro realmente lejano, pero después de un minuto, el canto fue tomando fuerza, se hacía cada vez más alto y era tan hermoso como el coro sagrado de los ángeles.

Lástima que al ser un vampiro, la hipnosis de una sirena no era nada para él.

Kang Tian se puso de pie, agitó la mano y un enorme relámpago aterrizó brutalmente justo en el centro cristalino del hermoso lago.

Al siguiente momento, los gritos desgarradores de decenas de mujeres resonaron en el silencioso valle.

El rostro de Kang Tian se oscureció antes de palidecer, se alejó a toda prisa y desapareció del lugar a la velocidad de un rayo.

Puede que una sirena no fuese nada para él, pero un ejército completo en verdad era un problema. Con razón los humanos no se acercaban aquí, al parecer tenía que encontrar otro lugar para vivir.

Dejando una horda de polvo en su camino, Kang Tian dejo el valle de la doncella, el cual se convirtió en un lugar al que nunca volvería.

Lamentablemente, el segundo lugar tampoco fue muy bueno. Las montañas de lava eran el nido de los dragones infernales, los cuales no tenía cara de ser buenas personas. Los bosques verdes eran propiedad de los elfos, aunque eran muy hermosos, tenían muy mala actitud hacia los forasteros. Finalmente fueron las cuevas de cristal, al principio Kang Tian se alegró de no encontrarse con nadie, pero después de ver al ejército de escarabajos come gente que venían tras él, no pudo evitar maldecir mientras huía.

¡¿Es que todos los lugares libres de humanos ya estaban ocupados?!