Capítulo 12: Sueños bajo la luz de la luna

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El portal se cerró en un abrir y cerrar de ojos. Las luces parpadearon y el pisó tembló por apenas unos segundos. Nada parecía ser diferente a como lo recordaban. Su misión había tenido éxito.

El grupo de amigas partió rumbo a la habitación del equipo azul. Aún quedaban por resolver unos cuantos asuntos antes de poder retomar sus vidas en la academia. A pesar de todo, ninguna protestó. Las experiencias obtenidas durante su viaje al pasado habían sido más que satisfactorias.

El resto de sus amigas comenzó a hacerles preguntas con respecto a su viaje. Querían saber todo lo que había pasado. Alessa suspiró. Caroline y Lucy la animaron a relatar lo acontecido hace unos días.

Alessa: -Sonriendo- De acuerdo -Respondió- Pero primero siéntanse cómodas. Ya vuelvo.

Se levantó de su asiento y caminó hasta un rincón de su habitación, en donde preparó un poco de té y galletas para sus amigas, quienes aguardaban sentadas en la sala de estar, platicando y riendo sobre sus experiencias en la academia.

Alessa: -Pensando- Mamá tenía razón -Se dijo con una ligera sonrisa- Siendo yo misma es que he podido hacer amigas tan buenas como ellas.

Lucy: ¡Alessa, date prisa! ¡Tengo hambre! -Exclamó burlona. Sus amigas empezaron a reír-

Alessa: ¡Ya voy! -Contestó-

La joven bruja dejó la bandeja llena de bocadillos sobre la mesa. Sus amigas empezaron a disfrutar de la tarde entre risas y juegos. El ambiente era bastante relajado, pero divertido.

Horas después.

El atardecer había llegado a su fin. Alessa invitó a sus amigas a pasar la noche en su habitación. Todas aceptaron gustosas. Tras unos minutos, el piso de la habitación estaba lleno de mantas y sábanas.

Alessa: Buenas noches -Dijo antes de apagar las luces de la habitación-

Todas: ¡Buenas noches! -Exclamaron al unísono antes de acostarse-

Horas más tarde.

La luz de la luna se filtraba a través de las ventanas de la habitación. El ulular de algunas lechuzas, así como el canto de algunas otras aves nocturnas, se podían escuchar en las cercanías. Pequeñas ráfagas de viento mecían suavemente las copas de los árboles.

En medio de esa creciente calma, observando el oscuro paisaje a través de la ventana, al mismo tiempo que escribía en un pequeño diario, Alessa se mantenía en vela. Los recuerdos vividos hace poco menos de un día le impedían conciliar el sueño.

Alessa: -Bostezando- ¡Vaya, que tarde es! -Se dijo sorprendida al ver la hora en el reloj colgado en la pared-

Dejó de escribir en el cuaderno que reposaba sobre su escritorio, esto con la intención de ir a acostarse en su cama, Sin embargo, al girar la mirada, sus ojos se encontraron con una vieja fotografía suya. Al verla, sonrió ligeramente.

La imagen la retrataba a ella y a sus tres mejores amigas. Estaban sentadas en la rama de un viejo roble a una altura considerable. Todas lucían muy animadas, a excepción de Eliza, quien parecía estar asustada, pues había una ardilla recostada sobre sus piernas. Detrás de ellas, justo en el fondo, había una laguna enorme con muchos árboles a su alrededor. Alessa recordó ese día con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Habían ido de campamento cuando tenían tan sólo ocho años. Era verano, por tanto, hacía mucho calor ese día. Habían ido a nadar desde muy temprano. Fue bastante divertido, ya que Lucy había llevado consigo un par de pistolas de agua, la cual una fue precisamente para Alessa. Sus objetivos, Caroline y Eliza, quienes intentaron huir de sus amigas.

Little Witch Academia: Una Nueva Generación de Aventuras.Where stories live. Discover now