Little Witch Academia: Una Nueva Generación de Aventuras.

Capítulo 14: Nostalgia

Esa misma noche.

Ya era casi medianoche cuando una silueta femenina hizo acto de presencia en los imponentes jardines exteriores de la academia. Estaba sola. Su largo cabello castaño se mecía suavemente de un lado a otro, siempre a la par de sus movimientos.

Tomó asiento en una vieja banca de madera y exhaló. Contempló, con algunas lágrimas en sus ojos, la luna en su fase menguante. A su mente vinieron los recuerdos de un pasado ya distante, y del que ahora mismo no quisiera recordar.

...

- ¡Eliza, Eliza! -gritaba una joven Alessa, quien estaba parada sobre la rama de un viejo árbol- ¡Mira! -exclamó exaltada al mismo tiempo que señalaba el cielo.

La antes mencionada giró la mirada al lugar en donde su mejor amiga señalaba tan insistentemente. Su sorpresa no fue poca al presenciar tan maravilloso espectáculo visual frente a ella.

- ¡Es... hermoso! -susurró bastante emocionada.

- ¿Verdad que sí? -recalcó la niñita rubia, quien tomó la mano de su mejor amiga y la ayudó a subir al mismo árbol en donde se encontraba.

El lo más alto del cielo, brillando como si no hubiera un mañana, la luna y las estrellas iluminaban la oscura noche en la que se encontraban. Ambas jovencitas se miraron entre si con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Alessa colocó su cabeza sobre el hombro de su amiga y bostezó.

- Te quiero, Eliza -dijo Alessa entre sueños- Sí no fueras mi mejor amiga, seguro serías mi esposa...

Alessa se dejó caer sobre el rezago de su amiga y se quedó profundamente dormida, ya que habían estado jugando durante toda la tarde. Eliza, lejos de sentir vergüenza e incomodidad por aquella posición tan comprometedora, se limitó a acariciar el largo cabello rubio de su amiga y a mirar el oscuro cielo plagado de brillantes estrellas. La inocencia de Alessa, así como su dulce manera de ser, siempre le alegraba el día, sin importa qué.

...

Eliza sintió como una lágrima se deslizaba suavemente sobre su mejilla. Recordar aquella época la afectó más de lo que creyó en un principio.

- Alessa... -dijo en voz baja.

El crujir de una rama justo a sus espaldas la regresó a la realidad. Se incorporó rápidamente, ya que pensó que podría tratarse de una de sus profesoras, quien seguramente la castigaría por estar fuera de su habitación después del toque de queda.

Sin embargo, grande fue su sorpresa al percatarse de una presencia completamente distinta a quien creía.

- ¿A- Angela...?

...

Un mes después.

- Vamos chicas. Alguna de ustedes tiene que responder correctamente por lo menos una vez -decía la maestra Amélie con un tono de preocupación- Veamos... Marylin Spatten.

- ¡Sí! -respondió la mencionada al momento de levantarse de su asiento.

- ¿Cuál es el significado de "Quaaltagh"?

- Q- Quaal... ¿qué?

- ¡Ah...! -suspiró la maestra peli-negra- Toma asiento, Marylin. Tienes cero.

- Esta bien -dijo la joven estudiante sumamente disgustada con su calificación.

Mientras las clases continuaban, dos grandes amigas conversaban entre sí en voz baja, ya que de otra forma serían castigadas por estar hablando durante clases y no prestar atención a estas últimas.