Little Witch Academia: Una Nueva Generación de Aventuras.

Capítulo 13: Eres mi todo

Una semana después.

Un nuevo día había comenzado en la academia. Estudiantes y maestras, así como algunas criaturas mágicas, se preparaban para sus labores diarias. La mañana no era muy diferente a la de otras veces, salvo que, en esta ocasión, un gran número de profesoras no parecían estar muy animadas, o por lo menos así lo percibieron varias de sus alumnas.

Maestra Akemy: Buenos días, estudiantes -Saludó cortésmente- Hoy repasaremos Magia de Protección, así que abran sus libros desde la página 100 hasta la 127 -Mencionó para disgusto de algunas de sus alumnas-

Marceline: Maestra -Dijo levantándose de su asiento- Es desde la página 105, no desde la 104.

Maestra Akemy: -Revisando su libro- ¡Oh, es cierto! -Respondió un tanto avergonzada-

Eliza no era ajena a esta situación. Sabía perfectamente que algo no estaba bien. La actitud de sus maestras era demasiado sospechosa como para ser omitida. Sin embargo, lo que más le preocupaba, aunque no quisiera admitirlo, era no haber visto a Alessa en todo ese tiempo.

Eliza: -Pensando- ¿"Por qué Alessa no habrá asistido a clases"? -Se preguntó curiosa- "Ella nunca fue así"

Perdida en lo más profundo de su mente, Eliza divagaba. Estaba completamente fuera de este mundo. Su mirada perdida en el infinito, así como su fría actitud, hicieron que la chica a su lado se preocupase.

Nicoleta: Eliza... ¡Eliza...! -Decía mientras intentaba hacer reaccionar a su amiga- ¿Estás bien? -Preguntó al verla tan distraída-

Eliza: ¡Ah, l- lo siento! -Respondió al momento de despejar su mente- Es solo que...

Nicoleta: -Sonriendo- ¡Lo sé! Las clases son aburridas, ¿verdad?

Eliza: ¿Las clases? ¡Ah, sí...! Es eso... -Respondió. Suspiró y después giró la mirada-

Una vez más, Eliza se sumergió entre sus pensamientos. Añoraba la época en que todo parecía ser más fácil. Vivir sin complicaciones ni enredos amorosos. Dentro, muy dentro de ella, la viva imagen de Alessa sonriendo era un martirio para ella. Aunque no quisiera admitirlo, su corazón aún seguía latiendo por ella. Poco importaban sus esfuerzos por olvidarla, pues sus recuerdos volvían con aún más fuerza.

La extrañaba en el sentido más puro y literal de la palabra. Añoraba sus sonrisas, lágrimas y risas. Sus labios y la manera en que la miraba cada vez que estaban juntas. Extrañaba aquellos momentos en que jugaban y reían juntas. Las veces que daban paseos bajo la lluvia y las ocasiones en que dormían juntas en casa de ésta última.

Eliza realmente la amaba, pero le dolía recordar que había besado a alguien más. Y aunque no era su culpa, odiaba que Alessa hubiese cambiado con ella.

Eliza: Alessa... -Susurró-

Una tímida sonrisa se dibujó en su rostro. Nicoleta se percató de ello, más sabía perfectamente que aquella reacción no se debía a ella. Conocía la razón detrás de aquel gesto, era la chica que tantos problemas le había causado. La odiaba a pesar de no conocerla.

A pesar de estar saliendo juntas, Nicoleta sabía que Eliza en verdad no la amaba, y que si había aceptado estar con ella era debido a las dudas que asaltaban la razón detrás de sus sentimientos.

Tomó tímidamente la mano de Eliza y le sonrió.

Nicoleta: ¿Eres feliz conmigo... Eliza? -Se preguntó mientras la miraba fijamente a los ojos-