Lazos Rotos ◑Joerick◐

◐Cuatro

-¡¿A donde ibas?!- casi suena enojado.

-I-iba a-a buscarte.

-Estas temblando- lo sujeta fuertemente de un brazo y lo jala tras él devuelta a su casa.

-¿Adonde ibas?- vuelve a preguntar cuando están adentro de la vivienda.

-A buscarte, mi amor, ya te lo dije.

-¿Tienes que ser tan idiota para salir en tu estado?

-E-es que... e-es que yo...

-¡¿O quieres que te encuentre tu maldito Alfa?!

Erick lo mira muy sorprendido. -¿Como sabes que tú no eres mi Alfa?

Johan se queda mudo, sin saber que decir, la jodió.

-Dijiste que sentiste una conexión hacia mi en cuanto me viste, por eso me salvaste. Estabas casi seguro que yo era tu Omega. ¡Dijiste que teníamos un lazo!- el corazón de Erick está frenético, latiendo a mil, ¿acaso Johan le mintió?

-No seas idiota- suelta con desprecio el Alfa -dije eso por que todavía no siento tu aroma llamándome.

Eso tiene lógica para Erick.

Es obvio que Johan no sintió su aroma, se preocupó y vino a buscarlo para protegerlo, por que es lo que él siempre hace, lo cuida de todo lo malo.

Se arrepiente de haber desconfiando por un momento. Él es el único Alfa que quiere.

Los verdes ojos de Erick se llenan de lágrimas y corre a abrazar al único lobo que desea que fuera su Alfa. -Tengo miedo- dice entre sollozos -tengo mucho miedo, por que no es tu aroma lo que siento, es... el de otro Alfa.

Johan lo separa torpemente de su cuerpo. -Escucha Erick, vas a tomar supresores y no vas a salir nunca de esta casa, ¿entiendes?

-Yo pensé que íbamos a escapar juntos a un lugar lejos de aquí, donde ese Alfa malo jamás nos encuentre.

El mayor suelta un bufido cansado. -No me cansare de decirte lo idiota que eres. ¿Haz pensado en la manada? Un Alfa y un Omega desaparecidos, sospecharan que nos fuimos juntos. ¿y que hay de la luna? La luna se enfadara y dejara de alumbrarnos, ¿que haremos entonces? ¡¿Haz pensado en eso idiota?!- Johan sujeta a Erick fuertemente de los brazos mientras le reclama.

-Basta, Johan, me estas lastimando.- se queja el ojiverde mientras trata de zafarse de su rudo agarre.

Johan reacciona un poco ante las palabras del Omega y lo suelta.

-Solo quiero que entiendas, mi amor, que esta es nuestra manada- dice fingiendo una voz dulce -la luna nos puso en este lugar, nos pertenece y no me pienso ir jamás, nuestros padres vivieron aquí. Si alguien debe irse es el idiota de tu Alfa.

-Pero si le rogamos a la luna...- Erick trata de insistir.

-¡La luna no va a entender!

-La luna es justa, mis padres confiaban en ella.

-Y ahora están muertos.- pronuncia burlonamente y eso le llega como un puñal a Erick. -No quise decir eso- se excusa rápidamente -solo trato de protegerte, como siempre lo he hecho.

-La luna es justa.- dice más para él mismo, pero Johan lo escucha.

-Mira, Erick, no discutas más, nos quedaremos aquí, y no te atrevas a hacer nada sin mi consentimiento, por que si por alguna razón la luna deja de alumbrarme, jamás te lo perdonaré. Romperas cualquier otro estúpido lazo que tengas excepto el que tenemos con la luna ¿entendiste?

Erick solo asiente, no quiere que Johan se enoje.

-Tienes que comprar supresores.- murmura bajito.

-Ya lo hice- dice lanzándole una pequeña botellita. -de camino aquí.- añade para que el ojiverde no empiece con sus tontas preguntas.

Esto debería parecerle raro a Erick porque los supresores son difíciles de conseguir, alguien normalmente tardaría un par de días, pero no va a desconfiar de su "Alfa".