Lazos Rotos ◑Joerick◐

◐Catorce

-Yo soy... muy intuitivo, por eso lo sospeche- suelta arrepintiéndose de su casi confesión. Joel baja la mirada y suspira desilusionado, ¿esperaba algo más?

Golpea repetidas veces su cabeza en su almohada, está frustrado. Incluso siente a su lobo decepcionado al recordar lo que pasó por la tarde.

¿Era tan difícil pronunciar la palabra "Omega"?

"Yo soy tu Omega", eso debió decirle.

Rueda entre sus sabanas sin poder dormir. ¿Porqué es tan complicado aceptar su lazo?

Joel es simplemente perfecto. Erick se siente afortunado de tener un Alfa tan lindo y amable pero, Joel no es Johann.

Y aunque su lobo se resiste, Erick decidió crear un lazo con Johann hace mucho y no va a retractarse.

Aún recuerda el fuego.

Fue la noche más terrible que vivió.

Recuerda los gritos y las lágrimas.

Estuvo a punto de morir pero él lo salvó y lo cuido, todo este tiempo.

Cuando estaba completamente solo, él lo acobijó, él le dio ropa y comida.

Johann se quedó a su lado cuando nadie más quiso hacerlo.

¿Donde estaba su Alfa?

Las lágrimas resbalan por sus mejillas inevitablemente al recordar como perdió a su familia. Ahora Johann es la única familia que tiene.

Pueden llamarlo cobarde, inseguro e imbécil y está bien porque quizá eso es lo que es.

Pero no puede dejar al Alfa después de todo lo que ha hecho por él.

Siente a su lobo moverse en su interior inquieto, tratando de aullar.

El cuerpo de Erick tiembla. A él también le duele tener que renunciar a su verdadero Alfa, pero es necesario, le debe a Johann su vida.

-Joel... - pronuncia en un suspiro. -¿Porque no fuiste tú el que me salvó? Todo seria mucho más fácil...

•••

Toca la puerta un par de veces antes de que el viejo Beta abra la puerta.

-Buenos días- saluda entrando.

-Sientate, enseguida te sirvo el desayuno- habla el anciano.

-¿Y Joel?- pregunta porque no lo ve en ningún lugar de la cabaña.

-Está en el huerto con Yoandri.

-¿Y que están haciendo tan temprano?- pregunta en un tono enojado.

-Joel le enseña a mi nieto a expresarse mejor.

Erick guarda silencio y va a sacar pan de la canasta que está en la cocina.

Escucha como la puerta se abre y alguien habla, es Joel. -Abuelo, ¿no ha llegado Erick?

-Estoy aquí- dice el Omega saliendo de la pequeña cocina.

El Alfa le sonríe tiernamente a Erick haciendo a su lobo emocionarse.

-Sal pronto, tenemos que lavar las verduras.

El ojiverde asiente repetidas veces, sin parpadear ni un segundo. Adora ver el rostro de Joel.

Cuando el rizado sale de la cabaña, Erick suelta un fuerte suspiro triste.

-¿Por qué no se lo dices?- habla de repente el Beta asustando al Omega, había olvidado que estaba también ahí.

-¿Decirle qué?- trata de fingir no saber de lo que habla.

-Sobre su lazo, el de los dos.

Erick casi abre la boca por sorpresa, ¿como es que el abuelo sabe sobre su lazo?

-No entiendo.

-Claro que lo haces. Dile la verdad, Erick. ¿Acaso no te importa tu Alfa?

-¿Y a usted no le importa su nieto? Él parece muy enamorado de Joel.

El Beta se encoge de hombros -La regla principal de la manada es respetar nuestros lazos. No es simplemente un regla, Erick, el líder creó esa regla por algo, tuvo un gran motivo. Así es como funciona esta manada.

-También tengo un motivo.

-Sé que tu motivo conllevó dolor y desastre, pero si no haces lo correcto ahora, no solo te destruirás, también destruirás a Joel y a algunos lobos inocentes.

Erick se asoma a la ventana para ver el jardín, ahí está Joel explicándole algo a Yoandri. Al parecer el Omega dice algo gracioso porque el Alfa comienza a reír.

Joel se ve mucho más hermoso cuando está feliz.

Erick quiere que Joel sea feliz siempre.

-Ve con él- pronuncia suave el viejo Beta.

Tal vez podría intentar olvidar sus heridas y dejar que cicatricen.

Tal vez podría obedecer las reglas de la manada.

Tal vez podría confiar en la Luna.

Mientras ve al Alfa que la Luna eligió para él a través de la ventana piensa que tal vez podría permitirse amar.

Sentir lo que jamás a sentido ni siquiera con Johann, con Joel se ve tan posible porque se siente tan bien pertenecerle.

Se siente tan bien su conexión.

Su lazo.

Quiere amarlo y dejarse amar.

Antes de salir de la cabaña para ir hacia Joel pregunta -¿Como sabia usted sobre nuestro lazo?

-La Luna me lo dijo.

-¿Usted habla con la Luna?

-Antes- dice con notable nostalgia -desde que cometí el peor error de mi vida del cual continuo arrepintiéndome, ella no ha vuelto a hablarme. No hagas lo mismo que yo, Erick- habla serio -No rompas tu lazo.