◐Veintiocho

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Joel mira detenidamente el rostro de Yoandri, casi sin parpadear.

—Deja de mirarme —reclama el Omega sonrojado.

—Quiero memorizarme bien tu rostro.

—¿Por qué?

—Quiero poder reconocerte en otra vida —suspira.

—Alfa —llama su atención al ver que su expresión cambia a una más triste —Yoandri siempre va a estar aquí, no tienes que memorizarme.

Joel asiente tratando de sonreír —Es que ya no nos veremos...

—Solo por unos días.

Ya sin poder aguantarlo Joel abraza fuertemente a Yoandri y susurra —Quiero aprovechar todo el tiempo que me sobra contigo.

—¿A qué te refieres?

Joel rasca su nuca nervioso —A que no vamos a poder estar así de juntos después.

—Pensar en eso me pone muy triste —murmura Yoandri jugando con sus dedos —Pero ambos vamos a estar bien ¿verdad? —pregunta mirándolo fijamente

Y Joel vuelve a asentir, pero es mentira.

—Joel... —se escucha que alguien lo llama casi inaudible.

Ambos chicos voltean y ven a Erick no tan lejos de donde están.

—Creo que tu novio quiere hablarte —dice Yoandri tratando de sonar tranquilo.

—Creo que sí, es mejor que vaya.

—También me iré o se pondrá celoso.

—¿Nos vemos en la noche? —pregunta mirándolo con cariño —para contemplar la luna llena juntos.

Yoandri acepta y se despide agitando una mano, voltea y empieza a caminar hacia su cabaña y ya no puede evitar llorar.

Le duele que tenga que ser Erick el Omega de Joel y no él. Pero todo está bien si su Alfa es feliz.

El rizado camina inseguro hasta donde está Erick, no sabe que es lo que quiere cuando las cosas ya están claras entre los dos.

—¿Por qué Yoandri se fue? —empieza a hablar el ojiverde —él no suele dejarte a solas conmigo.

—Tenia cosas que hacer.

—¿Por qué parecía tranquilo? —insiste —hoy probablemente es tu último día.

—No te importa.

—No se lo dijiste ¿verdad?

—Le dije algunas mentiras, tal vez —habla duramente —como que voy a marcarte y vamos a ser felices siempre —Joel voltea y comienza a alejarse.

Erick corre tras y él y sujeta uno de sus brazos cuando lo alcanza.

—¡¿Qué quieres?! —dice ya molesto.

—Quiero un favor —pronuncia con la voz temblorosa.

—No quiero tener nada más que ver contigo, Erick.

—Por favor —lo vuelve a detener —por favor, Joel, dejame ayudarte.

—¿Ayudarme? —frunce el ceño —¡Ya te dije que dejes de preocuparte por mí!

—No puedo —suelta en un sollozo ya llorando —siempre voy a preocuparme por ti.

Y aunque Joel trata de mantenerse fuerte, no puede. Erick es su Omega y puede sentir su dolor.

—Dejame tomar mis decisiones y elegir cuando morir.

—No lo hagas por mí, hazlo por Yoandri. Él va a sufrir mucho cuando ya no estés. Y tu papá y el abuelo...

Yoandri...

Joel piensa en él y aveces quiere seguir viviendo porque prometió protegerlo, ni siquiera conoce a su Alfa y no quiere dejarlo solo.

Habla finalmente después de perderse en sus pensamientos unos cuantos segundos —¿Sabes como ayudarme?

—Si —asegura —hoy antes de media noche, encontrémonos aquí mismo.

—No puedo, hoy es noche de luna llena y le prometí a Yoandri quedarme con él.

—No es necesario ya, podrás verlo cualquier otra noche —Erick mira fijamente a Joel antes de seguir hablando —Esta noche quedate conmigo, Alfa.

• • •

La posición de la Luna le indica que la noche llegará pronto a su clímax.

Joel camina por medio del bosque lentamente, su lobo tiene un mal presentimiento y su corazón concuerda con él, le late tan precipitadamente por el miedo que lo invade.

Es Erick y no cree que pueda hacerle daño, al menos no físicamente. Es por eso que llegará a su encuentro.

—Pensé que ya no vendrias —dice el Omega apenas lo ve —Gracias.

Sus ojitos verdes brillan emocionados y Joel trata de no mirarlo mucho porque no quiere enamorarse más.

Erick sujeta la mano del rizado y empieza a correr jalando a Joel tras él, hasta llegar a la orilla del río. Esa que da del otro lado, a la gran montaña donde nadie tiene permitido subir.

—Vamos a cruzar —aclara el ojiverde pisando una roca alta que sobresale del agua y luego salta a otra con una posición similar.

—¡¿Qué?! Eso está prohibido.

—Es la única manera Joel, así que callate y sigueme.

Aunque Joel no quiere hacerlo tampoco quiere dejar solo a Erick en esto, así que lo sigue imitando sus movimientos para no caer al agua.

Cuando ambos están del otro lado, al pie de la montaña, Erick sonríe.

—Jamás me imagine hacer esto —ríe por la adrenalina —¡salimos del territorio de la manada! —Joel lo mira extrañado porque no sabe que es lo que le emociona si hicieron algo malo, hasta que lo escucha gritar mientras corre por el escaso césped —¡Soy libre!, ¡soy libre!, ¡soy libre!

Siente una presión en el pecho que lo debilita.

Él también es libre.

Ese corto pensamiento ilumina su mente.

Su corazón vuelve a latir y su lobo salta, tal vez está de acuerdo.

—Joel, estamos del otro lado —murmura Erick viéndolo con una sonrisa plasmada en su rostro.

Joel asiente comenzando a sonreír también, sujeta las manos de Erick y las entrelaza con las suyas.

—Escapemos Erick. Vámonos lejos y nunca más regresemos.

Lazos Rotos ◑Joerick◐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora