CAPÍTULO 12

18K 1.2K 1.2K
                                    

Emilio:

La nueva dinámica fue diferente. Se trata de mantener una fuerte confianza entre ambos. Primero fue
mi turno, consistiría en; uno de los dos cubre sus ojos, y el otro sube a su espalda. Dando indicaciones para que éste pueda pasar los obstáculos que Franco ha colocado en el piso.

Joaquin subió a mi espalda, y con un brinquito lo acomodé.

—Franco se fue ¿Me bajas? —preguntó con una dulce voz.

—No, lo más seguro es que este escondido en algún lado.

—Bájame ¿Sí? —me mostró su rostro por encima de mi hombro— Ni siquiera te has cubierto los ojos.

—Toma el pañuelo, está en mi bolsillo trasero —hice una mirada pervertida.

—Bájame y lo sacas tú —hizó un gesto de disgusto.

—No, ni madres —para asustarlo, comencé a dar vueltas en todas direcciones, chocando a propósito con los obstáculos. Joaco se aferró a mi espalda, ocultando su rostro en mi cuello.

—¡Para, para, para! —soltó un chillido— Voy a ponerte el pañuelo.

—Esta bien —paré.

Joaquin sacó cuidadosamente el pañuelo y lo colocó por encima de mis ojos, asegurándose de que no viera absolutamente nada.

Caminamos, seguí la voz dulce de Joaco, quién después de unos minutos, recargo su cabeza en mi hombro.

—Es tú turno —indiqué.

—La verdad, ya me acomodé y me niego a bajar —respondió con un tono infantil.

—Vamos —solté sus piernas y el bajó.

—No creo aguantarte —me miró de arriba a abajo.

—Yo digo que sí...

Subí a su espalda y repetimos la acción, solo que esta vez le pedí que mantuviera el pañuelo cubriendo sus ojos después de que bajara. Se negó al principio pero terminó accediendo.

Me coloqué frente a él y subí el pañuelo hasta su frente, acomodé sus rizos un poco.

—¿Qué haces? —sonrió.

—Me gustas así... Digo, me gusta como te ves así —hice énfasis.

—Gracias —se ruborizó.

Salimos del foro. Sin duda, nuestra relación mejoró de manera drástica. Él parecía no estar enojado, era como si se le hubiese olvidado.

—Joaco ¡Espera! —corrí hacia él.

—¿Qué pasó? —se detuvo.

—¿Tienes planes? Ahora —pregunté agitado.

—No ¿Por?

—¿Quieres ir por algo de comer?

—Claro —se llevó su mano derecha a su abdomen—. Muero de hambre.

—¿Diego viene por tí?

—No, pero si quieres lo llamo —señaló su celular.

—¡No! No quiero que me ignores —forcé una sonrisa.

Caminamos sin rumbo, solo él, yo y un silencio confortable.

—¿Ya me perdonaste?

—Siempre consigues lo que quieres ¿No? —me empujó levemente con su lateral.

—No todo. Pero me hace feliz saber que conseguí tu perdón—le regresé el movimiento.

—Creo que lograremos la química esperada... Novio —bromeó.

EMILIACO 🏳️‍🌈. #Wattys2019Where stories live. Discover now