El lago en el bosque [HUNHAN]

Capítulo 12.

Los colmillos largos y filosos de Jun Myeon claramente no mostraban una sonrisa amistosa. Se Hun estaba delante de Lu Han, casi retando al alfa de la manada con tal de mantenerlo a salvo y, por supuesto, el castaño no tardó mucho en entender el mensaje. Estaba en peligro. Aun así, quería hacer el intento de solucionar las cosas a través del diálogo.

—S-Se Hun... —Sin darse cuenta, su voz temblaba un poco—. N-no es necesario que estén a la defensiva... ¿Puedes decirle que no quiero hacerle daño a ningún lobo? Tal vez cree que soy un cazador y por eso se ve tan enojado... Me iré si es lo que quiere, pero por favor dile que no soy una mala persona.

El lobo de pelaje negro soltó un gruñido cuando Jun Myeon dio un paso hacia delante. Lu Han empezó a sentir que su amigo ya no lo estaba escuchando y supo que los animales saltarían a pelear en cualquier instante. Sabiendo que tratar de detenerlos sólo acabaría mal para él, escapó en la primera oportunidad que se le presentó.

En verdad quería quedarse un poco más, pues el lugar le había parecido precioso, pero sabía que no era lo más adecuado por el momento. Se colgó su mochila a la espalda y, mientras ambos lobos peleaban entre sí, corrió tan lejos del lago como pudo, asustado ante dos ideas: la de perderse y la de que Se Hun terminara herido. La segunda lo aterraba más.

Tardó aproximadamente una hora y media en encontrar el camino correcto que lo llevó hasta la entrada del bosque. Entró a su casa de la manera más silenciosa que pudo y se fue directo a su habitación, sentándose en la cama y cubriendo su rostro con ambas manos.

No podía dejar de pensar en Se Hun y en cómo el alfa se había lanzado encima de él para atacarlo sin pensárselo dos veces. La imagen no dejaba de reproducirse en su mente; le resultaba demasiado fuerte, estaba seguro de que no podría dormir.

—Si Se Hun sale lastimado, será por mi culpa —sollozó.

Sin siquiera cambiar su ropa, Lu Han se metió debajo de las cobijas y se soltó a llorar contra su almohada. Estaba asustado, pero sus lágrimas también eran de arrepentimiento porque sentía que había abandonado a Se Hun. Al final, cayó dormido por agotarse tras sus buenos diez minutos de llanto.

Abrió los ojos cuando escuchó la alarma de su teléfono celular, pero la apagó al instante y se volvió a acomodar entre sus cobertores. No le importaba el examen para el cual había estudiado tanto; sabía que sería incapaz de concentrarse, así que pensó en reportarse enfermo más tarde y pedirle una oportunidad a su profesor para presentar otro día.

—¿Lu Han? —Su madre entró a su habitación, acercándose con cierta preocupación a verlo—. Se te hará tarde si no te levantas ahora... ¿Te sientes bien, hijo?

—No —giró un poco encima del colchón y volteó a ver a la señora Lu—. No creo poder ir a clases hoy, mamá.

—¿Qué pasa? —Preguntó, colocando una mano encima de la frente ajena inmediatamente y soltando un leve suspiro—. Parece que no tienes fiebre... ¿Te duele algo?

—Sólo... me siento mal, quiero dormir más.

Los señores Lu estaban preocupados, pues esa mañana tenían que salir hacia la ciudad y no les agradaba mucho la idea de dejar solo a su hijo si éste se sentía enfermo. Lu Han tuvo que asegurarles que estaría bien si sólo seguía descansando.

Su madre le pidió que desayunara adecuadamente y, aún algo insegura respecto a salir, se despidió dejando un beso en la frente del menor y se fue junto con su esposo.

Lu Han mordió una manzana y no intentó desayunar nada más. Salió al pórtico y tomó asiento ahí, sintiéndose bastante desanimado, abrazándose a sus rodillas y suspirando. Necesitaba ver a Se Hun.

Estuvo ahí durante una media hora más, y entonces lo reconoció a lo lejos...

—Se Hun...

El lobo negro caminaba lentamente, se notaba que estaba herido y que le causaba dolor avanzar. Su pata delantera derecha estaba mordida y había un rasguño largo y de aspecto horrible por encima de su nariz, sin contar otras heridas más pequeñas en otras partes de su cuerpo.

—¡Se Hun! —Lu Han se levantó de su lugar y corrió hacia el lobo, arrodillándose ante él y abrazándolo con cuidado, llorando con una mezcla de alivio y tristeza—. Mira lo que te hizo el otro lobo... Esto es culpa mía...

El contrario apoyó su barbilla contra el hombro del castaño y soltó un leve quejido. Lu Han no podía dejar de sentirse terriblemente culpable.

—¿Te duele mucho? —Le preguntó con cierto temor—. Ven conmigo, ¿sí? Puedo curar la mayoría de las heridas que tengas... —Le dijo después, como si de repente recordara que sus padres no estaban en casa y que podía meter al lobo sin problemas.

Lu Han tomó un botiquín de primeros auxilios, acomodó un montón de sábanas en el suelo y dejó que Se Hun se acostara encima. Entonces, empezó a revisarlo con más cuidado.

—Debió ser una pelea horrible... Te ves muy mal —suspiró preocupado, pero luego intentó mostrar una actitud más positiva—. ¡Pero sé que podrás recuperarte rápidamente!

Después de desinfectar las heridas de la mejor manera que pudo, resistiendo detenerse por la angustia que le provocaba escuchar al can quejándose, le vendó la pata lastimada y le acarició la cabeza suavemente.

—Vas a estar bien, Se Hun... Prepararé algo para que comas.

Con sumo cariño, Lu Han se inclinó y dejó un beso suave sobre la cabeza del animal. Se Hun no pudo dar respuesta alguna, sólo hizo un sonido parecido a un aullido débil, corto y triste. Luego, dejó caer sus párpados suavemente y trató de descansar mientras el castaño se iba a la cocina.

Continuará.

.............................

¡Mi perfil llegó a los 300 seguidores! Así es, ¡ya somos 300 lobitos! ¡AÚÚÚ!

Muchas, muchas gracias por todo su apoyo. 💖

Espero que este capítulo haya sido de su agrado, aunque Se Hun está herido y Lu Han se siente culpable.

Ya veremos qué pasa más adelante.

Y antes de irme, ya saben, les recuerdo que todavía no termina el giveaway de cositas HunHan. Vayan a https://bit.ly/2UZYwGP y descubran cómo podrían ganar todo lo que ven aquí:

Yo sé que quieren. (?)

¡Hasta luego!