Capítulo 15.

369 80 26
                                    

Ansioso, Se Hun miraba a través de la ventana, reconociendo varios de los edificios que había visto en su viaje anterior hacia la ciudad y, por suerte, también siendo capaz de darse cuenta del momento en el cual el autobús se detuvo en la parada en la que él debía bajar. A partir de ese punto, todo fue cuestión de seguir a sus sentidos del olfato y del oído.

No podía evitar preguntarse cómo reaccionaría Lu Han al verlo ahí. Esperaba sorprenderlo y por lo menos recibir una felicitación de su parte por haber usado el autobús sin ayuda.

La universidad estaba muy cerca de la parada, no tuvo ningún problema para llegar hasta la entrada principal y hacerse pasar por un alumno más. Tardó poco en encontrar a Lu Han, pero sus clases ya habían comenzado, por lo que tuvo que esperar sentado en un pasillo. No estaba de mal humor ni nada por el estilo, sólo esperaba. Veía a muchas personas moviéndose de un lado a otro y también las escuchaba conversar, aunque no lograba entender la gran cosa de lo que decían. Aun así, ese ambiente le parecía cada vez más interesante, como nunca lo había pensado.

Las puertas de varios salones se abrieron de repente y Se Hun levantó la cabeza para ver mejor.

—¡Lu Han!

El licántropo lo llamó en voz alta tan pronto como lo reconoció entre la multitud; corrió hacia él, con los ojos brillando a causa de la gran emoción que sentía sólo por estar viendo una vez más a ese chico de cabello castaño, y cuando estuvo lo suficientemente cerca para rodear el cuerpo ajeno con sus brazos, así lo hizo.

—S-Se Hun...

Todos los que estaban cerca de ahí voltearon a verlos inmediatamente, sintiendo curiosidad. Lu Han tuvo que palmear la espalda de su "primo" un par de veces antes de apartarse de él y fingir que sabía que el pelinegro aún se encontraba en la ciudad.

—Logré encontrarte yo solo.

—No puedo creerlo... ¿Qué estás haciendo aquí? —Le preguntó en un susurro—. ¿Te volviste loco?

—Claro que no. Sólo vine a verte porque te echaba de menos.

—Sí, me doy cuenta de eso, pero... —Suspiró—. ¿Por qué, Se Hun? Tú deberías estar en el bosque, no en la universidad —le seguía hablando de manera realmente suave para que sólo él lo escuchara.

—Entonces... ¿No te da gusto verme? —Preguntó con cierta preocupación asomándose en su tono de voz.

—Eres... increíble —soltó un suspiro más—. Sí, Se Hun, me da gusto verte aquí, pero más gusto me da que no te hayas perdido en el camino. Tonto...

Tuvieron que volver a mentir delante de los profesores, pero todo salió bien y, dejando a un lado el hecho de que Se Hun quería comer algo cada media hora, el día escolar de Lu Han terminó siendo normal.

El más bajo pagó por ambos pasajes cuando subieron al autobús de regreso. Encontraron un par de asientos disponibles y se sentaron rápidamente.

—Por fin vamos a casa.

—Quiero ver a mis amigos y contarles acerca de lo que hice hoy. ¡Fue genial!

—Oye, Se Hun, entiendo cómo te sientes, pero no debes volver a hacer algo así.

—¿Por qué no? —Cruzó los brazos por encima de su pecho y miró al contrario con el ceño fruncido—. Te he visto quedarte en tu casa para después pasar tiempo en el bosque. ¿Por qué yo no puedo venir a la ciudad de vez en cuando?

—Porque hay un montón de cosas que no sabes —le explicó de la manera más amable que pudo—. Podrías terminar haciendo algo peligroso o metiéndote en problemas. No quiero eso.

—¡Tú podrías enseñarme todo acerca de la vida en la ciudad, Lu Han!

—Oh, no querrías... El bosque es mucho más divertido, créeme —soltó una risa suave.

—No puedes saberlo, no has vivido ahí tanto como yo...

—Escucha... Estoy muy agradecido porque me visitaste hoy, Se Hun. Aunque me sorprendí mucho al inicio, debo admitir que fue agradable verte —le dedicó una sonrisa cargada de sinceridad—. Sin embargo, a partir de ahora, debes prometerme que te quedarás en tu hogar. La universidad no es un sitio para los lobos como tú.

—Lu Han...

—Anda, sé bueno y promételo.

—No sé si pueda hacer eso.

—¿Por qué?

—Porque... siento que quiero estar cerca de ti todo el tiempo... —Confesó finalmente—. Lo siento cada día más.

Lu Han sonrió con ternura tras escucharlo. Ni siquiera supo bien a bien el porqué, simplemente dejó que ese gesto se apoderara de sus labios.

—¿Sabes? A mí también me encanta pasar tiempo contigo, Se Hun, pero no siempre es posible —se animó a apoyar su cabeza encima del hombro del más alto—. Nuestros estilos de vida son muy diferentes.

—No tienes que decirlo como si fuera algo malo —murmuró.

—No, no es eso —hizo una breve pausa—. Lo siento, no quería que sonara mal... Iré al bosque este fin de semana, ¿está bien?

—Está bien.

El resto del viaje fue silencioso, mas no incómodo. Lu Han se quedó dormido tras varios minutos y Se Hun, rodeándolo con un brazo, lo sostuvo contra su cuerpo para que no se cayera.

Continuará.

.............................

Por fin es viernes, lobitos de mi corazón. 💖

Ya, en el próximo capítulo vamos a regresar al ambiente en el bosque, jaja. ¿Qué creen que pasará?

Por cierto, decidí extender el giveaway una semana. ¡Necesito más personas participando en él! Anímense, por favorcito. (?)

¡Un abrazo fuerte!

El lago en el bosque [HUNHAN]Where stories live. Discover now