Capítulo veinticuatro

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En cuanto salí sentí un gran frío apoderarse de mi. Esta escena en la que la pareja sale de la piscina en plena noche y se muere de frío no la suelen poner en las pelis.

Empecé a tiritar y el chico que tenía al lado también. Sonrió e intentamos secar un poco la ropa interior para luego ponernos la normal encima.

-Hace frío. - Dije y él se acercó a darme un abrazo. Su perfume combinado con el olor del cloro de la piscina era demasiado embriagador y sonreí involuntariamente.

Cuando deshizo el abrazo nos dirigimos al jardín. Ambos nos tumbamos en la hierba y mantuvimos un gran silencio. La verdad es que ahora mismo las palabras sobraban.

Observé la gran cantidad de estrellas que se veían desde aquí, era una vista nocturna muy bonita. Pude comprobar que Luke también las estaba mirando, ya que cuando le miré tenía los ojos clavados en el cielo. Yo volví mi vista al cielo.

-Es mágico. - Comenté. Él esbozó una media sonrisa y asintió...

[…]

Noté algo clavándose en mi trasero y fruncí el ceño al notar algo rasgándome los brazos y las piernas. Sin abrir los ojos dirigí mi mano a el bolsillo de mi pantalón, resulta que me estaba clavando el móvil. Lo que me rasgaba era la hierba en la que estaba echada... Un momento.

¿QUÉ HACÍA TUMBADA EN LA HIERBA?

Me incorporé rápidamente y me encontré en la piscina municipal... Otro momento.

¿ME HABÍA QUEDADO AQUÍ DORMIDA?

-¡Luke! - Grité y él gruñó. - ¡Luke!¡Despierta maldita sea!

-Que... - Refunfuñó incorporándose lentamente mientras se frotaba los ojos. Cuando los abrió lo hizo más de la cuenta al ver dónde nos encontrábamos. - Oh Dios mío.

-¡Nos hemos quedado dormidos! - Me levanté enseguida del sitio.

-Que lista... - Masculló el rubio y lancé una mirada capaz de matar a alguien. Claro, que él estaba tan sumamente adormilado que ni se percató.

Oí como unas llaves chocaban con la cerradura de la puerta principal y me tensé.

-Mierda.

Luke se incorporó con su parsimonia a pesar de que le dijera que apurase. Ni qué decir tiene que el señor encargado de la limpieza de la piscina quedó con cara de tonto al vernos ahí.

-Eh, ¿qué hacéis aquí? - Preguntó el cincuentón.

No se, mirar las nubes que son muy bonitas.

Vale Andy, controlemos el mal genio.

-Em... - No sabía que decir y Luke seguía sin despertarse del todo. Estaba a penas en pie y se le cerraban los ojos. Oh, que adorab... ¡Andy! No pienses en eso. - Bueno... Creo que nos vamos.

-¡Esperar! ¡Está prohib...!

No oí nada más porque cogí del brazo a Luke y empecé a correr para salir de allí cuanto antes. Ese señor, si no tuviera cara de tonto, podría habernos puesto perfectamente una multa por estar allí en un horario incorrecto. Así que la mejor opción era huir cuanto antes.

Oh, somos unos criminales.

A los dos minutos de estar corriendo ya nos encontrábamos en la entrada de casa. Miré mi móvil y eran las ocho y tres minutos de la mañana. Ni si quiera yo me solía levantar a esa hora en verano, así que los chicos seguro que estaban durmiendo como marmotas en sus camitas sin saber absolutamente nada de lo que pasó hoy por la noche.

Luke al parecer ya despertó del todo gracias al pequeño maratón que acabábamos de hacer. Menos mal.

Él sacó sus llaves de un bolsillo de su pantalón y abrió la puerta. Entramos en silencio, por si acaso, y nos encontramos con la casa silenciosa. Como cuando habíamos marchado por la noche.

Caminamos por el pasillo y Pizza apareció. Empezó a “saludarnos” con unos cuantos ladridos y en ese instante me dieron ganas de matarlo, por si despertaba a alguien.

-¡Pizza! - Se quejó Luke susurrando, pero el perro seguía ladrando. Genial, me ignora siempre; pero si llego por la mañana a casa me saluda.

-¿Chicos? - Oí la voz de mi hermano. Se encontraba bajando las escaleras con una mano en su ojo derecho, frotándolo. Estaba en pijama y todavía estaba medio dormido.

En ese momento me puse aún más nerviosa que con el señor limpiador de la piscina municipal de Sidney. Una parte de mi quiso hacer como en las películas, coger un reloj de bolsillo e hipnotizarlo mientras digo “esto ha sido un sueño”. Pero ese plan no funcionaría porque a) No tengo reloj de bolsillo. b) Lamentablemente nunca recibí clases de hipnotización y c) Mi hermano es tonto, pero no tanto.

-Madrugamos. - Soltó rápidamente Luke y yo fruncí el ceño al igual que Ashton.

-¿Y por qué venís de la calle? - Preguntó extrañado.

-Es que, verás. No nos apetecía nada hacer el desayuno, así que fuimos a una cafetería que hay aquí al lado.

-Podíais habernos avisado. Como que a mi me encanta hacerme el desayuno.

-Deja de quejarte Ash. - Reí nerviosa. - A demás, estabais tan a gusto durmiendo que nos dio pena despertaros.

-No me gusta la idea de que salierais los dos a desayunar solos... Pero bueno, sé que Luke no te hará nada. Es mi amigo. - Sonrió mi hermano.

Si tu supieras.

Noté como Luke se rascaba la nuca nervioso.

-Yo voy a ducharme. - Se despidió el rubio. Una vez abandonó el pasillo Ashton me miró con el ceño fruncido. Oh Dios.

-Luke es un guarro. - Suelta y yo abro los ojos como platos. - Huele a cloro, y no estuvimos desde ayer en la piscina.

Yo sonreí nerviosa.

-No le gustará ducharse.

Y con eso me fui corriendo a mi habitación para evitar decir más cosas sin sentido a mi hermano. Con lo mal que sé mentir acabaría pillándome.

Continuará...

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Pues os dejo otro capítulo porque no sé. Me apetece JAJAJAJAJAJAJAJA. Tengo el día bueno.

Okay?

Okay.

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Os quiere esta escritora ^^

A different holiday «	5sos» #1Where stories live. Discover now