Destinados

¿Primer cita?

Un nuevo día había comenzado y Midoriya seguía nervioso, no dejaba de pensar si estaba bien verse con Shigaraki y no decirle nada sobre eso por lo menos a All Might, estaba seguro que él sabría que hacer en su situación, pero también tenía miedo, miedo de que All Might no se lo tomase tan bien y decidiese tomar medidas drásticas contra ellos dos y sí con ellos dos. Lo que a uno le pase inevitablemente le pasará al otro, además de que consideraba ser un cómplice al no decir que ha mantenido contacto con él, si bien solo se han visto tres veces de las cuales la primera fue cuando atacaron, la segunda una casualidad y la tercera fue intencional pero no fue algo planeado por él si no por Shigaraki. También estaba el hecho de que tenía su número y podía llamarlo cuando se le diese la gana... aunque realmente no tenía planeado hacer eso, más por que Shigaraki dejó en claro que solo cuando empezase a sentir aquellos horribles males que le atacan por no verlo.

Una vez que dio el primer paso para entrar a su aula mientras seguía pensando en aquello fue sorprendido por algunos de sus compañeros y amigos que repentinamente se pusieron enfrente de él casi cayendo al suelo por el susto.

-¡Deku!/¡Midoriya! ¡¿Te encuentras bien?! - Dijeron al unísono Uraraka, Iida, Asui, Mineta y Kirishima.

- ¡Ah! Chicos, si estoy bien - respondió Midoriya con una sonrisa.

- ¿Enserio? Ese día parecía que realmente sufrías ¡Estaba tan preocupada! -dijo Uraraka con mirada preocupada.

- ¡M-Midoriya! ¡Creí que morías! -gritó Mineta mientras mostraba cara de horror al recordar lo sucedido.

- Definitivamente no te encontrabas bien, claramente sufrías, eso pudimos ver todos inclusive los que solo lo veían en la televisión ¿Qué te pasó? ¿Ya estas mejor? – preguntó Iida mientras movía las manos de arriba a bajo.

- ¡Pero estuviste genial! – dijo Ashido con emoción mientras movía sus manos de arriba abajo.

- Midoriya chan ¿Seguro que estás mejor? – preguntó Asui.

- ¡Hombre! Sí que te sobre esforzaste ese día pero eso fue tan... ¡¡¡Varonil!!! –gritó Kirishima mientras salía una pequeña lagrima de sus ojos y apretaba un puño.

- S-si estoy bien, solo fue... Un pequeño ataque probablemente de usar tanto poder... – mintió Midoriya pues bien, no podía decir la verdad, aunque no fue del todo mentira ya que realmente también empezó a sentir los dolores de sus huesos rotos.

- Bueno, si ya estás bien supongo que ya no importa – dijo Uraraka no del todo convencida. - ¡Pero si te vuelves a sentir mal no dudes en decirnos!

- Uraraka tiene razón, por cualquier cosa no dudes en decirnos, puedes confiar en nosotros – dijo Iida dándole una sonrisa de confianza.

- Chicos...

- Midoriya – interrumpió Todoroki quien después de verlo llegar se animó a levantarse de su asiento. – Lo siento.

- ¿Eh? ¿Qué? – Midoriya no podía procesar la información recién llegada. Mientras tanto todos los demás presentes se encontraban en estado de shock, ese chico, el príncipe de la clase o más bien de la escuela, aquel que no expresaba emoción alguna, el que declaró desde un inicio no hacer amigos con nadie, aquel que le declaró la guerra a Midoriya en el festival deportivo y especialmente aquel que no pareciese de las personas que se disculpan, ésa persona se había disculpado... Lo que nadie entendía ya que no había hecho nada malo.

- ¿Todoroki? Po-por qué... ¡¿Por qué te disculpas?! – exclamó Midoriya sorprendido.

- Por mi culpa terminaste así...

- ¡No! ¡No! ¡No! ¡No es tu culpa! V-verás... Es algo que sucedió por mi culpa al excederme así que no te culpes.

- Pero, tus manos están totalmente vendadas – dijo apuntando a las manos de Midoriya.