Destinados

De ahora en adelante

Kurogiri con ojos pesados comenzaba a levantarse, aún estaba cansado, pero tenía que hacer su rutina habitual. Al abrir su puerta lo primero que vio fue a la pequeña Eri que parecía buscar algo, pero al verle corrió a abrazarlo y desearle los buenos días como era habitual.

- ¡Mamá Kurogiri te extrañe! - dijo Eri feliz. Al estar casi todo el tiempo con él lo extrañaba cuando se ausentaba por un largo tiempo.

- Me alegra ver que estás bien - dijo Kurogiri acariciándole el cabello- ¿Qué es lo que buscabas Eri? - preguntó al notar que aún seguía buscando algo o alguien con la mirada.

Eri lo miró y comenzó a hablarle sobre su inquietud.

- Izu me prometió dormir conmigo, pero cuando desperté no estaba - dijo Eri.

- Ah, probablemente esté en la habitación de Shigaraki Tomura o en la sala de entrenamiento - dijo Kurogiri al ser lo más obvio. En una de las jugarretas de Toga el peli verde podría haber quedado en la habitación de Shigaraki o bien fue a entrenar como le era de costumbre.

Eri negó ante lo dicho por el mayor. - Ya busqué en todas partes, no está y tampoco Tomu...

Al escuchar eso Kurogiri se preocupó, sabía que Shigaraki podía salir a su antojo sin su ayuda, pero no estaba permitido más que en emergencias, sin mencionar que no puede enseñarle a otras personas la existencia de la puerta a la superficie.

Intentaba recordar que era lo que había sucedido antes de que fuera a dormir, pero no recordaba ver algo extraño... Pero si tuvo un sueño... Uno en que escuchaba a Toga decirle que Shigaraki Tomura necesitaba ir a ciertas coordenadas... Eso no había sido un sueño... ¡TOGA!

Kurogiri caminó rápido hasta la habitación de Toga y comenzó a golpear la puerta.

- Toga querida sal de ahí - habló Kurogiri con voz calmada. - ¡HIMIKO TOGA SAL EN ESTE INSTANTE!

- La tía Toga y el tío Twice están jugando a las escondidas - dijo Eri quien venía detrás.

- ¿Escondidas?... ¿Eri me puedes contar lo que sabes?

- Shhh Shhh ¡Escondidas! - dijo Eri poniendo un dedo en sus labios.

-No te preocupes no le diré al que los está buscando, es nuestro secreto ¿Ok?

- ¡Ok! La tía Toga y el tío Twice están entre dos muebles. Parecía divertido, pero quería seguir buscando a Izu - dijo Eri con toda inocencia y sinceridad. Para desgracia de todos, si Eri se enteraba de algo era seguro que Kurogiri también lo haría ¿Por qué? Básicamente porque Eri le tenía bastante confianza al mayor del lugar y terminaba por contarle todo sin saber que era la muerte segura de los demás.

- Gracias por decirme Eri - dijo Kurogiri dándole unas palmaditas en la cabeza. - Ah, en mi cuarto dejé un reloj ¿Me ayudas a buscarlo?

- ¡Sí! - respondió Eri alegre.

- Cuando lo encuentres vienes a la sala.

Dicho esto, Eri fue a la habitación de Kurogiri, por otra parte, Kurogiri fue a buscar al par de problemáticos en el primer piso. No le tomó mucho tiempo ver en donde se encontraban, estaban en una esquina de la habitación entre la televisión y un sofá tapados con una sábana roja.

- ¿Qué fue lo que hicieron? - dijo Kurogiri con voz demandante sobresaltando al bulto debajo de la sábana, estaba molesto, muy molesto, demasiado molesto para su bien.

- ¡Yo no fui! ¡Me obligaron! ¡No me mates mamá Kurogiri! ¡Sí! ¡Sí mátame! ¡No! ¡Por favor! ¡Ten piedad de mí! ¡Ya no quiero vivir! ¡Aun soy muy joven para morir! - comenzó a decir Twice mientras se aferraba más a la sabana y temblaba.