Colors (Yaoi/BL)

Cap. 3

–Me están pidiendo que regresemos ya –Comentó volviendo a ponerse el pinganillo.

Una vez se lo colocó de nuevo dijo que estábamos de camino y acto seguido suspiro.

–Por cierto, llámame Siro –Se presentó siendo él quien se levantaba primero–. Mira que salir corriendo descalzo y sin nada más que la ropa.

Sin esperar a que yo diera indicios de levantarme intentó tirar de mi, pero me negué.

–No quiero regresar! No quiero tener que verles a la cara más –Salté negándome en rotundo a ceder a su fuerza.

Aunque tenía la sensación de que prácticamente ni estaba ejerciendo fuerza realmente.

–Aike, tienes que darles la oportunidad a que se expliquen –Contestó agachándose frente a mi sin soltar mi muñeca–. Son tus padres, no son biológicos, pero te han querido y criado como si lo fueran, y ahora mismo están destrozados y preocupados. Tenemos que regresar.

–Son desconocidos! Realmente no son nadie en mi vida! Solo me han engañado, todo lo que conozco de ellos es un engaño! –Insistí volviendo a sentir las lágrimas en mis ojos.

–No creo que sea así... ambos sabemos que estas hablando únicamente desde el rencor –Rebatió manteniendo la calma y secándome las lágrimas.

En cuanto conseguí al menos dejar de llorar dejé de forcejear para que tirara de mí y ponerme de pie.

–Tu –Sonó una voz masculina al otro lado del punte haciendo que Siro se tensara.

–Atrás! –Ordenó girándose con brusquedad tras empujarme.

Cuando me recupere del nuevo golpe contra el muro Siro hacía de barrera entre el oficial de policía de ayer a la noche y yo.

Su aura solo se había intensificado y empeorado.

Sin decir ni una palabra más el hombre se tiró directo a por Siro, y le habría dado un fuerte puñetazo si no fuera por que él fue más rápido, se agachó antes de que pudiera darle y lo desequilibró de una patada haciendo que cayera directo hacia él encontrándose con la mano de Siro devolviéndole el golpe en todo el abdomen.

El golpe debió dolerle, por que agonizo mientras el aura borgoña y negruzca que le rodeaba se evaporó, una vez Siro consiguió que se evaporara por completo lo dejó caer inconsciente al suelo.

–Ha debido esparcirse el rumor de que eres tú, se están movilizando más rápido de lo que deberían –Murmuró volviendo a acercarse a mi–. Estas bien?

–Que ha ocurrido? –Dudé dejando que cogiera mi mano.

–Te lo explicará Cid cuando llegue el momento, ahora tenemos que regresar –Contestó tajante y algo tenso tirando de mi con rapidez–. Aquí D3, hemos tenido un encuentro con una posesión, no ha habido incidentes y ha sido reducido, pero sugiero precaución hasta que regrese a la casa.

Que estaba ocurriendo con mi vida?
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Cuando volví a entrar por la puerta de mi casa mi madre casi se me tira encima histérica y llorosa como yo.

–Mi niño... como se te ocurre! –Sollozó en mi hombro apretándome con fuerza.

–Lo siento –Musité intentando guardarme las lágrimas que me quedaban.

–Buen trabajo –Le felicitó Cid a Siro.

Que se suponía que iba a pasar con mi vida ahora?

–Siento haberte pegado –Se disculpó mi padre mirando mi mejilla.