Cap. 24

456 75 3
                                    

Esa noche dio igual cuanto pataleé, Gracia y Abel me trajeron a casa negándose en rotundo a que pasara un segundo más en el hospital... y por mucho que me cabreara lo entendía, las auras tóxicas y nerviosas del hospital me estaban consumiendo con demasiada rapidez sin que me diera cuenta.

A la mañana siguiente, traté de ducharme para ir desde la mañana al hospital... traté.

En cuanto el agua de la ducha cayó directamente sobre mi cabeza entré en pánico sintiendo de nuevo como me ahogaba.

Con el corazón en un puño salí de la ducha incapaz de lavarme la cabeza.

Mierda...

–Se despertó por la noche, en principio ya está perfectamente aunque aún tiene secuelas, en todo el día de hoy lo mejor será que no haga mucho y solo se recupere –Explicaba la médica mientras esperábamos que saliera Siro del baño.

Llegar al hospital y verlo de pie sentí que hasta me hacía olvidar lo de la ducha.

Al salir del baño ya vestido y dejando ver con la camiseta sin asas negra que llevaba todo su brazo vendado sentí que se me encogía el corazón, pero él estaba bien, eso se le curaría.

Mientras Gracia atendía a lo que decía la médica mientras Claus recogía las cosas de Siro él me sonrió y pasó su mano buena por mi cabeza poniendo expresión estrañada seguramente por el tacto de mi pelo.

Reaccioné lo más rápido que pude haciendo que quitara su mano.

Por suerte ya no teníamos que seguir aquí.
.
.
.
Llegamos a casa bastante rápido.

–Si te soy sincero solo quiero dormir hasta mañana –Contestó Siro a la pregunta de Claus mientras caminábamos a su ritmo hasta su habitación.

Le costaba hasta caminar.

Me tragué un poco la vergüenza y aprovechando que Claus estaba al otro lado de Siro alargue mi mano enlazando mi dedo meñique con su dedo índice, sentir como aceptaba mi movimiento me tranquilizó un poco.

–Pues duerme, hoy tómatelo por un día de descanso totalmente –Contestó Claus siendo quien abría la puerta de su habitación.

–No, quiero acompañarle a los entrenamientos –Se negó apoyándose un segundo en el marco de la puerta para respirar.

–Hoy me acompañará Claus, por favor, quédate y descansa –Pedí alarmado por ver eso.

Estaba muy cansado como para pedirle algo así.

–Es verdad, a demás sus clases hoy durarán menos al no tener entrenamiento físico. No desaproveches la oportunidad y descansa –Insistió conmigo Claus dejando la mochila con sus cosas a un lado y acercándose a él para ayudarlo.

Sin su permiso hizo que pasara el brazo bueno por encima de su hombro y tiro de él lo que quedaba para que se sentara en su cama.

En cuanto se consiguió sentar vi como me miraba dispuesto a volver a insistir, pero algo debió de entender en mi mirada que acepto a regañadientes.

Me quedé mucho más tranquilo una vez lo vimos tumbarse para dormir de verdad, así que por la tarde me fui a entrenar sintiendo que podría concentrarme.

–No estas liberando tu mente, inspira y expira y deja de pensar en otras cosas –Me regañó el Maestro haciendo que mantuviera los ojos cerrados sentado en el suelo con las piernas cruzadas.

Seguía sin entender el punto de meditar, y más aún me fastidiaba no saber por qué para él no estaba lo suficientemente relajado.

Más no podía relajarme! Que quería!? Que me durmiera!?

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora