Cap. 8

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A las 5 de la mañana me terminé levantando por hambre y escasez de sueño, no podía estar tranquilo, definitivamente ya no podía seguir dando vueltas en esa cama como un loco.

Tampoco tenían muy claro dónde quedaba la cocina, pero con la linterna de mi teléfono malo sería, quedaba cerca de donde me había llevado Siro, no podía ser tan difícil de encontrar.

Bajé las escaleras sin dificultades por la luz de mi linterna y giré hacia la izquierda siguiendo el camino que había hecho con Siro, si aquí se giraba hacia la izquierda y era la primera puerta entonces... podía ser la puerta doble de madera que daba miedo y que estaba entreabierta, quedaba en el pasillo principal.

Si no era esa no veía nada parecido a lo largo de este pasillo, y los siguientes ya se alejaban.

Casi muero del infarto al sentir como abrían la puerta nada más me giraba para regresar un par de pasos.

–Que haces despierto? –Preguntó Siro encontrándome sentado en el suelo casi con un infarto.

–Casi me muero del susto –Me quejé sin levantar la voz volviendo a ponerme de pie y cogiendo el teléfono.

–Susto me llevé yo al ver una luz colarse por debajo de mi puerta, sabes qué hora es? –Me regañó cruzando los brazos.

–Y tú qué haces despierto para ver la luz? –Pregunté ganándome instantáneamente una colleja por su parte.

–Soy mayor que tú, ese tono –Contestó con un suspiro antes de sonreírme–. Es broma, estaba terminándome un libro, a ver, y tú qué? No puedes dormir? Tú aura es azul, quieres hablar?

–No he conseguido dormir... y tengo hambre –Contesté con algo de vergüenza viendo como soltaba una carcajada.

–Ven –Ordenó tras cerrar la puerta de su habitación y caminando de vuelta justo para llevarme a donde yo creía.

La doble puerta de madera ligeramente abierta. Encendió la luz y cerró la puerta en cuanto entramos.

Si estabas dentro y todas las luces estaban encendidas no daba tanto miedo.

Se me hacía raro que no hubiera dicho nada del color naranja que seguramente tendría alrededor junto con el azul, tenía hambre, así que debería estar ahí también.

Las baldosas de la cocina eran blancas impolutas y todo giraba entorno a ese color junto con el acero inoxidable y el negro, era bastante amplia, tal vez un sitio de trabajo para unas 3 personas, y a un lado tenía una amplia mesa con varias sillas.

–Tienes hambre de plato o de picoteo? –Preguntó haciendo que dejara de analizar la cocina.

–Picoteo, supongo –Respondí girándome hacia él viendo como abría un armario lleno de comida basura.

–Que quieres? –Dudó dejando que viera bien todo lo que había.

–Pensaba más en prepararme algo –Murmuré haciendo que cerrara el armario.

–Pues dilo, aunque, no es algo tarde para andar a preparar nada?

–Es un bizcocho a la taza, es rápido –Respondí girándome en busca de cual podría ser el mueble con tazas o cuencos que pudiera meter en el microondas.

Siro me ayudó a encontrarlo todo aprovechando para hacerse también uno para él, realmente no tardamos ni 10 minutos en tenerlos listos y nos sentamos en la mesa que estaba en una esquina.

–Y quieres hablar de por qué no has sido capaz de dormir? –Insinuó soplando para pegarle un mordisco cuanto antes al bizcocho.

–Creo que es un poco de todo, de repente todo esto, como si fuera una novela adolescente... no me gusta –Contesté dándome cuenta demasiado tarde de que me había sincerado demasiado.

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora