Cap. 37

398 62 1
                                    

–Crees que puedo viajar? –Preguntó con miedo Aike aún sin asimilar las cosas.

Todo estaba ocurriendo demasiado rápido, lo entendía.

–Si, por que voy a estar pegado a ti como si fuera tu sombra, a demás viajaremos con más hijos de apellidos importantes, el avión estará más que protegido y habrá asistencia médica especialmente para ti –Traté de calmarlo terminando de atar su zapato.

Desde que había recuperado la consciencia solo había recibido noticias estresantes, sabía que estaba más débil aún de lo que debería y no tendríamos que plantearnos ni lo más mínimo que se moviera y menos aún viajara, pero todas las familias estaban moviendo específicamente a sus hijos a Francia, era una alerta roja que no podíamos ignorar.

–Siro, tengo un mal presentimiento... de verdad que nadie quiere experimentar conmigo? –Preguntó aún con miedo.

–Lo juro, yo nunca permitiría eso –Contesté levantándole de nuevo y dándole un beso en la frente.

Sin dudar lo cogí entre mis brazos cargándolo como un niño haciendo que se abrazara a mi como un koala y salimos de ahí para ir de una vez al aeropuerto.

–Con Claus nos reuniremos en el propio aeropuerto de Francia –Comentó Eleonor sentada delante esperando por nosotros.

Al abrochar el cinturón de Aike me fijé perfectamente a través del cuello de la camisa lo rápido que se le habían empezado a marcar de forma preocupante las clavículas.

Lo vestía todos los días, sabía que su cuerpo estaba degenerando muy rápido a causa de la escasa energía que tenía, daba igual cuanto dulce le hiciéramos comer o que bebiera solo cosas energéticas cargadas de azúcar, él solo seguía adelgazando preocupándome cada vez más.

–Que ocurre? –Preguntó levantando su mano hacia mi temblorosa.

No de miedo o frío, sino por que hasta hacer eso suponía usar una fuerza que no tenía.

–Solo estas tan delgado que asusta –Respondí agarrando su mano para besar sus nudillos.

No podía hacer nada contra su estado... y eso solo me cabreaba más.

–Si, supongo que tienes razón –Murmuró mirando la palma de su mano.

Se podía ver perfectamente como se marcaban también ahí sus huesos.

–Puedo dormir un poco hasta que lleguemos al aeropuerto? –Preguntó una vez había arrancado el coche.

–Claro, puedes dormir todo lo que quieras –Acepté besando sus labios adorando como se sentía su calidez.

Dejé que se apoyara en mi hombro y cayó rendido con facilidad por el cansancio. Siempre estaba cansado.

–En Francia hay especialistas, tal vez puedan encontrar una solución a su estado –Comentó Eleanor sabiendo que me carcomia la preocupación.

Sentía que en cualquiera momento definitivamente iba a morir, antes del último incidente tampoco es que mejorará, pero empeoraba a una lentitud que me preocupaba menos... ahora lo hacía tan rápido que sentía hasta que envejecía a cada segundo.
.
.
.
Al llegar al aeropuerto fuimos por una zona privada cargando con Aike llamando la atención con facilidad de los hijos pudientes que desconocían que ocurría.

–Esta es mi identificación, esta la de Siro y esta la de Aike –Explicó Eleonor entregando el papeleo por mi al tener que cargar con Aike.

–Nos miran con un color azul y amarillo... –Murmuró con la cabeza apoyada en mi hombro.

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora