Cap. 35

419 66 1
                                    

Había recuperado la consciencia con rapidez mucho más tranquilo, pero aun así la ambulancia me plantó en urgencias y un médico me atendió dándome chocolate con almendras y dándome un poco de su energía.

–Ahora tengo sed –Murmuré al terminar el chocolate.

Me iba a convertir en diabético como tuviera que seguir comiendo tantos dulces para recuperar energía.

El médico me dio agua con azúcar y terminó de hacerme las mismas pruebas de la otra vez para dejarme ir.

–Que tal te encuentras? –Preguntó Siro entrando en la habitación en la que me habían atendido.

–Tengo sed y me va a terminar doliendo el estómago de comer tanto dulce –Me quejé agradeciendo no tener una cara que fuera un cultivo para el acné.

Sino ahora mismo estaría en su salsa invadido de granos y espinillas.

–Él dulce es la comida que más ayuda a recuperar energía. Venga, ya me han dado los papeles de alta y tus padres están más que avisados –Contestó pasando su brazo por debajo del mío para ayudarme a ponerme de pie–. Aunque la casa por lo que han dicho sigue vacía.

–Y que coche vamos a utilizar? El nuestro quedó un poco destrozado –Comenté dejándome llevar por él.

–Nos llevan –Respondió sacándome de la habitación encontrándonos de frente con una mujer.

Seguramente tendría sobre 25 años, era alta y esbelta, pero sobre todo estaba ejercitada y tenía el cuerpo perfectamente desarrollado, era rubia de ojos castaños y llevaba lo que seguramente era una melena recogida en un moño desordenado pero bien sujeto que le favorecía dejando unos pocos mechones como flequillo. Llevaba un uniforme parecido al de Siro, pero los remates y el pantalón eran diferentes, a demás de que a su muslo iba atado una bara de metal que parecía extensible.

–Aike, ella es Eleonor –Nos presentó dejando que le diera la mano antes de empezar a caminar.

–Encantada, tuviste suerte de que yo estuviera por la zona de casualidad –Comentó tras estrecharme la mano y adelantándose para guiarnos–. Cabe decir que creía que se parecería más a Claus.

–No, son bien diferentes –Contestó Siro riéndose ligeramente.

–Conoces a Claus? –Dudé tratando de cargar con mi cuerpo lo máximo posible.

Estaba cansado de ser dependiente de Siro para moverme.

–Todos conocen a los Archer –Aclaró riéndose ligeramente con Siro–. Pero si, especialmente conozco a Claus, fuimos compañeros de clase antes de que nos separaran por categorías. Que tal está? Hace tiempo que no hablamos.

–De misión, lo han mandado a la otra punta del país por petición especial –Explicó Siro tratandola con naturalidad.

Supongo que también debían conocerse por haber sido compañera de Claus.

–Necesitaban al mejor francotirador.

–Si, no tengo ni idea de cuando regresa.

La chica nos llevó hasta su coche hablando con toda la naturalidad del mundo con Siro mientras que yo llegué casi jadeando por la escasez de fuerzas.

Y seguía teniendo sed.

–Quieres comer algo? Estas hasta sudando –Dudó Eleonor una vez estaba sentado en la parte de atrás del coche.

–Dijiste que tenías sed, mejor voy a buscar alguna bebida energética que le calme la sed –Respondió Siro levantándose tras abrocharme el cinturón.

Colors (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora