Cap. 25

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Al día siguiente Gracia llamó al instituto para avisar de que seguía mal por lo de ayer, incluso con el calor que hacía me dejé estar tapado con todas las sábanas.

Tenía miedo siquiera de la idea de salir fuera de casa.

–Claus me ha contado lo que sucedió ayer –Comentó la voz de Siro tras entrar en mi habitación al no recibir respuesta.

Aún tenía todas las luces apagadas, pero Siro cerró la puerta y caminó con calma hasta mi cama sentándose a mi lado.

–Se que tienes que estar aterrado, pero yo soy tu guardaespaldas, te aseguro que no volverá a ocurrir mientras yo pueda evitarlo –Trató de animarme acariciando de nuevo mi pelo.

Note en su aura que aún tenía la misma duda que cuando hizo lo mismo ayer.

–No soy capaz de meter la cabeza bajo el agua para lavarme el pelo... –Expliqué empezando a sollozar sin entender por qué me pasaba esto a mi– tengo mucho miedo... Siro de verdad que estoy aterrado.

–Yo estoy aquí, soy tu guardaespaldas y no te voy a dejar solo –Contestó obligándome a salir de entre las mantas.

Quisiera o no me incorporó y me abrazó haciendo que mi cabeza quedara apoyada en su hombro para dejarme llorar entre sus brazos.

–Júralo –Sollocé aferrándome a él como si pudiera volver a verlo caer.

–Dilo, "ordeno bajo tu juramento" –Susurró a mi oído–, así no tendrás miedo.

–Ordeno bajo tu juramento que nunca me dejes solo cuando tenga miedo –Contesté tomando sus palabras y sintiendo como algo cosquilleaba en la mano donde habíamos hecho el juramento.

–A sus órdenes.

Sin decir más volvimos a tumbarnos dejando que yo me aferrara con todas mis fuerzas a él sollozando y temblando, pero con una extraña sensación de paz al saber que no iba a dejarme solo de nuevo en una situación así.

–Su madre ha vuelto a cancelar la visita que le correspondía a casa de sus padres por petición vuestra –Susurró a mi oído cuando ya estaba mucho más tranquilo y solo estaba abrazado a él.

–Tengo miedo de que ocurra algo o la mujer sepa de la existencia de Chad o mis padres... –Expliqué dejando que la yema de sus dedos me derritiera acariciando mi espalda con mucha delicadeza.

–Al menos prométeme que la próxima semana si iras. Le pediré a Gracia que haya más seguridad, pero se que quieres ir y vivir unos días normal por una vez –Contestó besando mi frente tras apartar mi flequillo–. Y déjame intentar lavarte el pelo, tiene un tacto asqueroso.

Entendía su punto, así que acepté la primera parte... la segunda también la acepte, pero a regañadientes sabiendo que tenía que lavarme el pelo y no sabía como.

Él me hizo sentarme en el suelo del baño, tras ponerme una toalla sobre los hombros, y echar la cabeza hacia atrás apoyando el cuello en el borde de la bañera.

–No es lo más cómodo, pero así nos aseguramos de que no te caiga agua en la cara, si? –Explicó sonriéndome sabiendo que si lo hacía tan dulcemente no podía decir que no.

Escuchar correr el agua me hizo tensarme por instinto, pero cuando el agua toco mi pelo encogí las piernas intentando lidiar con mi instinto de huir y me aferré a él tratando de pensar que él jamás dejaría que me pasara nada, ni dentro ni fuera del agua, y era solo agua... que daño podía hacerme? Tenía que ser racional, no caía sobre mi cara, no me iba a ahogar.

–Respira –Pidió dándome un beso para que volviera a abrir los ojos ya con la intención de volver a llorar.

De la tensión había aguantado la respiración.

Colors (Yaoi/BL)Where stories live. Discover now