Cap. 19

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A Siro le estaba costando mas de lo que quería admitir ayudarme a ponerme el uniforme, pero prefería quedarme en silencio a comentarle que se estaba volviendo de muchos colores.

–Ya está –Murmuró alejándose de mí lo más rápido que pudo dejando en mis manos tener que ponerme los arneses.

Realmente si sabías dónde ponerlos no era tan complicado, pero el del pecho era otro tema, más aún se me complicaba sintiendo a Siro mirándome, lo podía notar aún habiéndole dado la espalda.

Me gustaría poder hablar de nuevo con él como si nada hubiera pasado, odiaba esto.

Si no me hubiera pasado con el alcohol... esto es mi culpa.

–No puedo... –Murmuré dándome por vencido con el arnés y mirando la hora que era.

Iba a llegar tarde si seguía así.

Siro suspiró y tomó aire y volvió a acercarse a mi tirando su teléfono en mi cama teniendo que ayudarme a quitarlo por el lío que acababa de montar.

Sus manos seguían igual de cálidas, sentir como me rodeaba de nuevo con los brazos me tenso, pero al mismo tiempo quería aprovechar la situación. A todos los colores que luchaban por predominar comenzaba a aparecer de nuevo el rosa.

Era rosa por haberme tocado?

Terminó con las manos algo temblorosas y comenzó a caminar ya para irnos sin decir nada más.

Al menos podría haberme dicho que ya había terminado, o cuando llegamos al instituto podría haberme dicho hasta luego... no se, algo!

Siro era la persona con la que se me hacía más fácil hablar y empezaba a notar que necesitaba hablar con alguien, no conseguía dormir por las noches, el asunto con Andre empezaba a asfixiarme y forzarme delante de Abel y Gracia a fingir estar bien comenzaba a ser demasiado.

–Concéntrate –Me regañó el Maestro dándome con fuerza en la punta de los dedos–. Estas pensando demasiado y pierdes la postura.

Eso había dolido.

Con dolor volví a poner bien las manos estirándome hacia delante.

Aunque no entendía aún que pretendía haciendo que tuviera que abrir las piernas lo máximo posible para después tener que inclinar todo mi cuerpo hacia delante mientras él trataba de forzar a que mi torso tocara el suelo.

–Un equilibrio cuerpo-mente se consigue teniendo sanos ambos –Comenzó a hablar sabiendo que me estaba haciendo daño al forzarme pero ignorando mi dolor–, tienes una percepción inhumana del aura, tu potencial es infinito, pero piensas demasiado, huye del dolor, concéntrate y relájate, tú objetivo es un aura blanca y pura o marrón y sería.

Me iba a romper y a él le daba igual.

La única que no fue dolorosa fue la clase con Heiz, hoy había descubierto que así se llamaba la profesora de conocimiento y tenía pinta de que iba a terminar siendo la única que me caía bien... principalmente por qué solo debía sentarme y apuntar cosas.

"Mañana por la tarde será la graduación, vas a venir?"

El mensaje de Chad no venia en el mejor momento.

Mucha gente del instituto conocía a mis padres por ser siempre los mismos en el instituto, y ellos no iban a ir, a demás debía hacer la matrícula para el próximo año... tendría que hablar de esto con Gracia y Abel.

No quería...

Suspiré guardando el teléfono en la riñonera del uniforme terminando de bajar los últimos peldaños sin contestar al mensaje. Siro aún no parecía haber llegado para recogerme, así que caminé hasta la entrada y me apoyé en el muro para esperar.

Colors (Yaoi/BL)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz