Two personalities • [Kookmin]

017

A medida que el tiempo pasa y que uno se da cuenta finalmente de las cosas, aprende que no todo es tan fácil como suponíamos en nuestra niñez, no aparecerá un hada madrina para poder cumplir nuestros sueños y arreglar cada situación en nuestra vida. Todo se vuelve más complicando, con la adolescencia prestamos más atención al mundo que nos rodea y con ello, a las personas a nuestro al rededor. Comienzan los bajones por las notas, en otros casos las críticas de los demás, las cuales aunque no deberíamos creer o hacerles caso, vivimos con el miedo y pensamos que todo es verdad.

Taehyung vivió una vida feliz cuando fue niño, rodeado de padres que lo amaron y le dieron todo el cariño que deseaba tener. Cuando los años pasaron, todo cambió. Sus notas le fueron afectando, ya que aunque sus padres decían que el tener las mejores no era algo malo, pero el que las personas se burlasen o riesen de él diciéndole cerebrito y mayormente llamándolo "nerd" hacía que él pensara en que realmente no era algo bueno, por eso, sus notas decayeron, creyendo en que así las burlas pararían, pero, para su mala suerte, todo empeoró.

Lo acompañé y estuve en sus peores momentos, lo aconsejé y consolé cuando su corazón no aguantaba y terminaba llorando preguntándose qué demonios había hecho mal, empeorándolo cuando intentaba mejorar. Con el tiempo él se volvió más cerrado a todo, aprovechando la oportunidad de que ambos terminásemos el colegio, y así poder comenzar algo nuevo, sin críticas, sin preocupaciones.
Aunque la realidad es que la preocupación había aumentando, haciéndole creer así que lo único importante en su vida era la estúpida reputación.

—¿Te sientes mejor?— pregunté mientras aún lo rodeaba con mis brazos. Él asintió.

—Lamento haberte insultado...— volví a suspirar por décima vez en el día.

—Sé que no fue tu intención decirlo.

—Pero... De todas formas necesito disculparme.— me separé finalmente de él sentándome en mi silla.

—En todo caso no es sólo conmigo, Tae...— él agachó la mirada, pude observar como sus puños se apretaban.

—Jimin...

—Taehyung, ¿aún no lo vez?— él me miró.

—¿Ver qué?— preguntó aflojando sus manos.

—El daño que te haces tanto a ti mismo como a los demás. Dices que deseas disculparte, pero, ¿lo harás cada vez que juzgues a alguien?

—Es diferente...

—No lo es, lo sabes. Jeongg-...

—No hablemos de ese.— lo miré enojado.

—¿Lo vez, Taehyung, lo vez? Te lo he dicho, sé que él no ha sido la mejor persona ni ha tenido el mejor trato con nosotros, ha sido un orgulloso y también un descarado, pero, Tae, si lo conocieras, tan sólo si te dieras la decencia de ignorar lo que los otros piensan y comenzar a ver de una manera diferente, lo entenderías.

—¿Entender?— apartó su mirada—¿Qué se supone que debería entender?

—Que te equivocas al juzgar a los demás, que tú no eres así, que está mal, que lastimas, que me lastimas...— volvió a mantener su mirada agachada, esquivando la mía—Eres más que eso, más de lo que los demás dicen, eres tú, Taehyung, eres mi mejor amigo. Últimamente es como si no supiera quien eres, y aunque intento entenderte, no puedo hacerlo. ¿Desde cuándo te afecta tanto todo lo que ocurre a tu al rededor? Antes lo superábamos juntos, ahora sólo te escondes e intentas remediarlo por tu cuenta, pero de una mala manera.

—Detente...

—No, tú detente. ¿Lo esquivaras de nuevo? ¿Cuántas veces huirás de este tema? para de salir corriendo, para de alejarme, sé tú mismo a base de lo que crees no de lo que los otros piensan.
Sabes manejar este tipo de situaciones, el único problema es que no quieres.— me levanté de mi silla—Estaré en mi habitación, si necesitas algo, dímelo.— hablé para luego salir de la cocina y hacer lo que había dicho.