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El camino había sido algo largo, Jimin comenzaba a ver el paisaje rodeado de varios edificios, apretó su agarre comenzando a sentirse algo incómodo. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? Tal vez aquella forma en la que Jungkook lo miraba había hecho que por un momento desease tanto estar a solas con el pelinegro, poder saber al menos algo más. En un momento la moto comenzó a bajar la velocidad cosa que lo tranquilizó un poco, luego ya al punto de estar viendo un pequeño parque bien cuidado, el ruido del motor dejó de escucharse.

—¿Dónde estamos?— preguntó el pelirubio observando el lugar.

—Siempre vengo aquí cuando me aburro, es un lugar tranquilo.— Jimin volvió su mirada a él.

—¿Deseas hablarme sobre algo?— lo vio negar—¿Entonces?

—Me gustaría enseñarte algo, en realidad.— lo miró curioso, ¿qué se suponía que querría mostrarle si apenas podían convivir juntos?—¿Recuerdas lo que hablamos en tu casa?— comenzó a caminar y Jimin fue tras él.

—¿Hablas de la parte descarada o la de quien eres realmente?— escuchó una risa irónica.

—He hablado de más, se supone que nadie debe saber sobre mí.

—Yo creo que todos saben de ti— habló burlón

—No me refería a eso, ponte serio de una vez.— finalmente el rubio suspiró rendido, cada vez que se ponía nervioso tendía a tomarse todo con humor, más ahora debía evitar eso todo lo posible.

—Lo siento... Yo, umh, ¿por qué lo dices?— caminaron hasta un pequeño árbol y se detuvieron allí.

—Últimamente no estoy seguro de lo que hago contigo.— Jimin lo miró extrañado. Jeongguk deseaba expulsar de una vez lo que guardaba dentro, aquello que lo asfixiaba y que no entendía el porqué. Estaba cansado de esa situacion, de sentirse parte de alguien pero no saber con exactitud la razón, de luchar en contra de quien también formaba parte de él. Ya que, Jungkook deseaba estar más tiempo con el control de la luz, pero Jeongguk no quería permitir eso, él debía servir para algo.—Lo que te dije aquella vez en la fiesta, era verdad, Jimin. No lo dije porque estaba ebrio y tenía malditas ganas de joderte la mente, sino que necesitaba hacerlo, tal vez esperaba que mirándote directo a los ojos descubriría la razón.— se giró observando a Jimin.

—¿Qué razón?— el más bajo pegó su mirada también en él.

—La razón de porqué me siento tan jodidamente confundido cada vez que intento pensar de alguna forma en ti.
En verdad me he preguntado tantas malditas veces de donde demonios te he visto, pero nada. Es como si... Como si aquello no me perteneciera a mí, sino a él. Es una parte de sus recuerdos en las que no puedo entrar.—Jimin quedó quieto en su lugar, su cerebro analizando cada una de las palabras del pelinegro, atacando como dolorosas flechas en su pecho, no sabía bien qué decir, se sentía aún más confundido con esa situación, al borde de querer huir porque su mente estúpida no aguantaba retener tanto.

—Jeongguk yo... No lo entiendo, creo... Creo que te estas equivocando...— tragó con dificultad—Yo no conozco a Jungkook, jamás lo he visto antes de entrar a la universidad. Yo, umh, no puedo estar en sus recuerdos si nunca fui parte de ellos.— agachó su mirada no queriendo seguir. Sencillamente si lo pensaba más, esa situación era totalmente errónea.—De seguro me confundes con otra persona...

—¿Cómo? ¿Cómo el corazón podría confundirse? Mierda, Jimin, no sé qué es esto, a decir verdad ni siquiera yo logro entenderlo. No te conozco, al menos eso creo.

—Es así, no nos conocemos.

—¿Entonces? ¿Qué demonios son esos sentimientos? ¿Qué es aquel maldito control que tienes sobre nosotros?

—Detente, en verdad estas equivocado.— No lo tenía, no tenía ningún sentido, Jimin hubiese recordado si lo hubiese visto anteriormente en algún lado, donde sea.

—Mírame— no le hizo caso.—Joder, mírame.— suspiró y unió su mirada con la del más alto. Su corazón volvió a palpitar con fuerza cuando, justo como en aquella fiesta, vio aquellos ojos iluminarse de unos colores, cambiando y cambiando entre sí. Se sintió pequeño, asustado, no queriendo seguir mirándolo—¿Ves? ¿Ves lo que causas? ¡Mierda! ¿Qué esto? ¡¿Qué?!— Jeongguk comenzaba a perder el control nuevamente, su sangre hirvió al sentirse mareado. No, él no debía aparecer en ese momento, debía irse, irse lejos. Jungkook era débil, Jeongguk podría retenerlo, pero llegaría un punto en donde perdería y por eso tenía que darse prisa—Lo descubriré...— comenzó a calmarse lentamente, miró fijamente al pelirubio, observando sus ojos, mejillas, nariz, y finalmente sus labios—Lo descubriré...— se acercó lentamente, el más bajo no retrocedió, se sentía paralizado en su lugar preguntándose qué estaba pasando, ¿por qué a él?—Yo-...— Jimin observó como Jeongguk se tomó de la cabeza alejándose. Cayó al piso de rodillas tomando la mochila entre sus manos, la abrió y comenzó a buscar. El más bajo lo miró aún sin saber como reaccionar, en ese momento necesitaba a Tae para retenerlo de tantas confusiones en su cabeza.

—¿J-jeongguk?— intentó acercarse a él pero justo cuando lo hizo, un pequeño cuaderno fue puesto frente a él. Aquel cuaderno que una vez había leído, se encontraba abierto en una página, una en la cual sólo había escrito algo que lo sorprendió.

"Kookie & Jiminie "

La tomó entre sus manos y miró a Jeongguk. Recordó cuando Jungkook escribía algo en su cuaderno y no quiso enseñarle, escuchó un pesado suspiro y volvió a prestar atención.

—¿Por qué me das esto?— preguntó confundido.

—Porque odio los jodidos sentimientos, y él, está repleto de ellos.

❄☀

¡Hola! De seguro quedaron así con el capítulo :0 ahre

Tal vez estén re confundidxs pero les aseguro que en cuanto más avance la historia más se van a entender las cosas, tenganme paciencia:(

En fin, les amo, ¡adiós!

Two personalities • [Kookmin]Where stories live. Discover now