028

5.7K 766 162
                                    

Al finalizar la clases nos dirigimos a la cafetería luego de insistirle a Jungkook que él no era un problema para nosotros.

Intentaría ponerlo de un mejor humor. Comer estando mal, segundo mamá, era algo que no debía ocurrir.

Al entrar no vi a Taehyung en ninguna mesa, me pareció raro ya siempre era el primero, pero le resté importancia y me fui a sentar con Jungkook luego de pedir la comida.
Observé mi plato y luego el suyo, levantando en la ceja.

-¿Sólo eso comerás?- lo vi asentir. Mis labios se volvieron una línea.-¿Estás acostumbrado a comer así?- otro asentimiento.

-Desde pequeño papá me decía que no tenía que comer mucho...- hice un sonido exagerado con la garganta al mirar mi plato, lleno de comida.

De pronto se me quitó el apetito.

-Por favor, no evites comer sólo por mí, estoy bien. Me acostumbré a comer así, no es algo que pueda afectarme.- lo miré por unos segundos cuando suspiré y comencé a comer.

-¿Y Tae?- pegué un susto cuando escuché una voz a mis espaldas, miré a Jungkook quien soltó una pequeña risa.—¿Lo has visto?

-No, Jin, no después de que se fueron.- respondí luego de tranquilizarme para seguir comiendo.

-Hay que encontrarlo.- la sonrisa de Jungkook se borró en instantes. Levanté la mirada hacia Jin, confundido. Luego pasé al menor, estaba mirando un punto fijo.

Joder.

Yoongi.

Me levanté con prisa.

-Jungkook, prometo que volveré, esperame aquí.- asintió en respuesta, se veía intranquilo.

Sin más me fui de allí junto a Jin, comenzamos a buscar a Tae por todas partes, cada salón, incluso el patio.

-¡Mierda!- escuché a Jin quejarse, mi respiración estaba acelerada, debíamos encontrarlo pronto. Agarré mi celular y le marqué por tercera vez en lo que llevábamos buscándolo, pero se encontraba apagado.-Joder sí, lo tengo. Sígueme.- de pronto volvió a hablar, confundido pero desesperado fui detrás de él. Llegamos hasta una puerta, me di cuenta de que ésta era la misma de cuando Jeongguk y yo nos habíamos salido sin permiso alguno. Mi corazón latía con rapidez mientras Jin abría la puerta, rogaba que nadie estuviera allí.
Pero todo ruego se detuvo cuando escuché voces, insultos.

Entramos sin pensarlo, Taehyung estaba allí, en el piso, tenia sangre en la nariz mientras se agarraba del estómago. Yoongi estaba frente a él propinándole patadas, mientras que Namjoon lo sujetaba por detrás para que no escapara.

Tenía razón, uno no sabe lo que las personas son capaces de hacer hasta que las conoce de verdad.

Corrí empujando a Yoongi quien cayó el suelo. Namjoon se acercó a mí pero Jin lo detuvo tomándole del brazo con aquella mirada penetrante que muchas veces había dedicado a Hoseok.

Miré a Taehyung y no dudé en acercarme.

-Carajo, no...- Tae estaba horrible, apenas podía moverse, y cada movimiento era acompañado de un quejido.

-Sólo fueron pequeños golpes, es un debilucho.- escuché la sofocante voz de Yoongi, quien comenzó a pararse.-Es una lección con la que aprenderá a cerrar la boca.- sonrió, para irse sin más.

En otro momento hubiese ido hacia él y partirle la cara, sin embargo ahora importaba Tae. Namjoon se fue momentos después luego dedicarme una mirada llena de pena.

Idiotas.

Jin se acercó a nosotros, ayudándome a que Tae se ponga de pié.

-Estará bien.-no sonaba convencido. Más bien, como si quisiera convencerse a sí mismo.

Two personalities • [Kookmin]Where stories live. Discover now