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Cuando Sans salió de su cuarto, todo estaba en silencio. Se sentía muy mal emocionalmente, y estaba seguro de que la castaña estaría confundida por las palabras dichas por él anteriormente. Quería aclarar las cosas, pero cuando lo notó, ella ya no estaba en esa casa...

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- Hey, Frisk, ¿Que pasó con Sans? Ya no ha venido a la escuela y tampoco lo he visto con Papyrus cuando va a mi casa- preguntó Asriel a la nombrada que, volteó a verlo en su asiento con una expresión seria.

- Pues...- Apartó la mirada para quedar viendo a la ventana del salón- Se ha estado quedando dormido últimamente.

Desde hace tres semanas Frisk no había vuelto a ver al esqueleto. Eso le daba un mal presentimiento y hasta le preocupaba. De vez en cuando le preguntaba a Papyrus cómo estaba, pero siempre era la misma respuesta y finalizaba con la misma pregunta.

- ¿Acaso se pelearon o algo?

- Huh, no, sólo... He pensado que se merece un descanso, además, hablamos todos los días por mensaje pero aún así quiero que me asegures que está bien, je, ya sabes cómo es él a veces- mentía sin resentimiento.

- Cierto. Bueno, nos veremos en la expedición de Toriel. Le diré a mi hermano que lo saludas.

- Sí, gracias...

Era difícil para ella... Cada día tenía menos esperanza de que algo cambiara para bien. Odiaba admitir que extrañaba a ese saco de huesos, y odiaba que las excusas del por qué ya no se ven se le acabaran velozmente.

Tenía miedo de que la razón por la que Sans ya no venía como de costumbre fuera una indirecta que le gritaba a lo lejos, en silencio.

"Abre los ojos. Se acabó esta fantasía"

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Puede que haya tomado una mala decisión...

Quizás ha empeorado las cosas...

Probablemente cometió el peor error de su vida...

La rutina de Sans se había reducido a dormir, beber ketchup, dormir, contemplar el techo, dormir, y beber más. Así de complicada veía su situación como para no poder salir de ésta. El tiempo que llevaría una simple conversación con su no-novia para arreglar las cosas, lo estaba desperdiciando en la innecesaria incomunicación con el exterior.

Papyrus de vez en cuando lo regañaba diciendo que ya era más que suficiente el tiempo que se ha estado tomando. Que debería ver a su pareja que de seguro ya lo extrañaba.

- Tranquilo, Pap, prometo ir a verla pronto- Se defendió el mayor con una sonrisa ladina sin apartar la mirada del televisor que, extrañamente estaba apagado.

- Claro que lo harás. Ella estará en la expedición organizada por su majestad Toriel.

- ¡¿Q-qué?!- casi tira la botella plástica de la que estaba bebiendo un líquido rojo al sobresaltarse- ¿Q-qué expedición?

- ¡¿LO VEZ?!- Alzó la voz viendo a su hermano con enfado- ¡No me pones atención! Te dije lo de la expedición ayer en la mañana y me dijiste que irías.

- ¿En... Serio?- hizo una mueca de preocupación. Papyrus suspiró exhausto.

- Me imagino, o mejor dicho, obviamente no lo recuerdas, así que te lo volveré a repetir- Tomó aire buscando paciencia- La reina ha invitado a nuestros amigos y a la humana a una expedición rodeando el monte Ebott. Será en cinco días y tú irás sin quejas- Observó el reloj pegado a la pared de la sala y se cruzó de brazos regresando su mirada al contrario- Bueno, es hora de irme a la pijamada con Mettaton, ¿Eso sí lo recuerdas? ¡¿O quieres que tambien te lo repita?!- se fué "azotando" la puerta.

Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora